La explicación y descripción de los tipos de papeletas (papeleta única, listas abiertas y cerradas) tiene en cuenta las tres variables siguientes:
- Si los votantes deben hacer una elección categórica u ordinal;
- La estructura de la papeleta de voto;
- El número de cargos a ser ocupados.
Estas tres dimensiones se examinarán en orden.
Papeletas ordinales frente a las categóricas
Una papeleta categórica es aquella en la que el votante ejercita una opción directa para un candidato o para una lista de partido. Una papeleta ordinal es aquella en la que se exige al votante indicar preferencias entre los varios candidatos o partidos numerando sus nombres respectivos, en orden ascendente (1o,2o,3o...) (ver Implicaciones del Sistema Electoral y del Tipo de Papeleta y Formas de Votar).
Implicaciones del escrutinio: las papeletas ordinales preferenciales hacen más complejo el escrutinio de votos. La regla principal es que normalmente sólo "las primeras preferencias" serán computadas la noche de las elecciones, es decir el número de papeletas donde el nombre de un candidato dado está marcado con el número "1". Las preferencias siguientes sólo serán computadas si no se encuentra ningún candidato que haya obtenido una mayoría de primeras preferencias (más del 50%). En ese caso, el candidato más débil queda eliminado y las segundas preferencias expresadas en sus papeletas se computan y transfieren a otros candidatos. Sin embargo Australia exige que esas preferencias sean también contadas durante la noche de las elecciones para proporcionar a los medios de comunicación y al público una estimación fiable acerca de donde irán la segunda y siguientes preferencias de los candidatos más débiles, con independencia de que sean o no finalmente necesarias.
La estructura de la papeleta
La opción más simple es la llamada "papeleta australiana" que agrupa los nombres de todos los candidatos aspirantes al mismo cargo en una sola papeleta, a marcar por el votante. Otra opción es el sistema francés "de papeleta y sobre" donde hay una papeleta para cada candidato, los votantes recolectan todas las papeletas de los candidatos pero únicamente introducen una en un sobre a depositar en la urna, deshaciéndose las restantes sin usar.
Implicaciones del escrutinio: las papeletas australianas son más fáciles de contar, puesto que simplemente se sacan de la urna, se desdoblan y se ordenan. Una ventaja complementaria es que los resultados del escrutinio son más fáciles de verificar con posterioridad. Una vez terminado el escrutinio, las papeletas marcadas para cada partido o candidato se distribuyen en distintos sobres, se sellan y se archivan. Si posteriormente se impugnan los resultados de las elecciones, los sobres pueden volverse a abrir ante un juez y contarse de nuevo el contenido. Es más, las papeletas rechazadas pueden ser revisadas para determinar si tenían que haber sido rechazadas o no.
En el sistema de papeleta y sobre, el primer paso es contar los sobres sin abrirlos para determinar el número de votos que fueron emitidos. A continuación se abre cada sobre, se saca la papeleta y se lee el nombre del candidato o partido en voz alta para que sea registrado por los asistentes de la mesa electoral. Desde este momento, nada distingue una papeleta que se haya depositado correctamente de cualquier otra, y la única evidencia de cuántos votos se emitieron para cada partido o candidato reside en la hoja contable utilizada por los miembros del escrutinio y en el acta final de votos emitidos. Sólo esta última tiene un valor oficial y se guarda a efectos de registro. Normalmente se expide más de una copia del acta.
Si aparecieran cifras distintas en las diferentes copias del acta de cualquier mesa electoral, no hay ninguna autoridad que evidencie cuáles son las cifras correctas, ya que las papeletas no se guardan. Aún si las papeletas se guardasen y se introdujesen en sobres sellados, nada podría distinguir una papeleta realmente depositada para un candidato o un partido de cualquier otra papeleta que realmente no se depositó en las urnas. Tan sólo se guardan las papeletas y sobres que han sido rechazados, anexándose al acta de la votación. Por tanto, este sistema hace difícil para los jueces el recuento de las papeletas, e incluso el decidir si una papeleta ha sido rechazada legalmente. Por ejemplo, si un voto se ha rechazado porque el sobre no incluía ninguna papeleta de votación,o porque una papeleta se insertó en la urna sin introducirse previamente en un sobre, o porque el sobre incluía papeletas para candidatos diferentes, la única evidencia disponible, aparte de las menciones correspondientes en las actas de procedimientos del centro de escrutinio, es un sobre vacío o unas papeletas sueltas.
En otros casos la legislación prevé una mezcla de ambos esquemas. Puede exigirse a los votantes que inserten la lista de candidatos patrocinada por un solo partido en el sobre, pero además, puede permitirse a los votantes marcar el nombre de uno o más candidatos en esa lista. Esta especie de híbrido puede encontrarse particularmente en algunos países de representación proporcional (RP) donde se permite el voto preferencial para algunos candidatos (ej., Letonia).
El número de cargos a ser ocupados
En la mayoría de los países, una elección implica un solo conjunto de cargos a elegir, por ejemplo Miembros del Parlamento. Esto requiere una sola papeleta de voto.
También puede darse la situación de que numerosos cargos se elijan al mismo tiempo como Presidente, Diputado, Senador, Gobernador Estatal, Legislador Estatal, etc (ej., Liberia). Esto plantea numerosos problemas, tanto políticos como técnicos.
a. Voto directo versus voto dividido. Una opción es obligar a los votantes a dar un solo voto a un partido, voto que se considera computable para cada uno de los candidatos patrocinados por ese partido en los diversos cargos a ser ocupados. Un ejemplo extremo lo encontramos en el voto venezolano, en el que un solo voto es válido para todos los candidatos patrocinados por un partido a nivel local, estatal y nacional. Otra opción es permitir a los votantes tener un voto distinto para cada cargo.
Implicaciones del escrutinio: Cuando se exige a los votantes que depositen votos directos, el escrutinio de votos se simplifica ya que se limita a contar las papeletas depositadas para cada partido. Sin embargo el cómputo es mucho más complejo cuando se concede a los votantes un voto distinto para cada cargo a elegir que les permita "dividir su voto". Deben usarse hojas de cuenta separadas para cada cargo a ser elegido lo que hace que el escrutinio de votos sea una operación larga.
En tales casos, el uso de máquinas de votación mecánica o electrónica podría suponer la única solución que asegure una determinación rápida del ganador(es)
b. Una sola papeleta para múltiples cargos frente a numerosas papeletas para un solo cargo. Mientras que la opción anterior permite tanto el voto directo como el dividido, ésta última sólo es compatible con votos divididos.
Implicaciones del escrutinio: Las mismas que en el caso anterior. Si se usan numerosas papeletas, uno para cada cargo, se recomienda que la papeleta para cada cargo se imprima en papel de distinto color para evitar confusión durante su cómputo, sobre todo si todas las papeletas, independientemente del cargo al que se refieran, se introducen en una sola urna.