Hoy en día, a pesar de que los métodos manuales de votación y escrutinio siguen siendo los más usuales, los métodos automatizados se están volviendo cada vez más accesibles y eficaces.
La tecnología tiene el potencial para mejorar notablemente el proceso de escrutinio de votos. Puede ser más barato, más rápido y más exacto que el escrutinio manual. También puede mejorar el proceso democrático al facilitar o simplificar el uso de sistemas electorales complejos.
Uso de tecnología para ayudar al escrutinio manual de los votos
La tecnología informática se usa a menudo para computar los resultados del escrutinio manual de votos y para producir resúmenes en el centro de escrutinio a nivel regional o nacional. Se pueden utilizar programas (software) normales de cómputo, como la hoja de cálculo o la base de datos, para sumar escrutinios individuales, producir resúmenes totales y diversos informes, ya sea en papel o en formato electrónico.
Los sistemas automatizados de escrutinio requieren ciertos cuidados para funcionar correctamente. Cálculos incorrectos, errores en la captura de datos, o la pérdida de datos pueden comprometer gravemente el desarrollo de la elección. Para asegurar que los sistemas electorales funcionen sin error alguno, es necesaria una comprobación rigurosa antes de ponerlos en práctica, incluso sí sólo van a usarse para compilar resultados preliminares o por un breve periodo.
Los formatos de registro deben diseñarse de tal forma que minimicen el riesgo de errores y faciliten la captura de datos. Es una práctica común el diseño de formularios de modo tal que reflejen exactamente lo que aparece en la pantalla de registro o captura de datos. La capacitación de personas que llenen a mano estos formularios debe enfatizar la importancia de la legibilidad y de la exactitud aritmética.
Como en cualquier proceso de escrutinio, es crucial incorporar mecanismos de control y seguridad en cualquier sistemas de escrutinio automatizado. Se deben establecer registros o pistas claramente auditables para poder monitorear el desarrollo del escrutinio. Es recomendable el empleo de cifras comparativas para verificar si los resultados de las salidas son compatibles con las entradas. Por ejemplo, no debe ser posible calcular una cifra total de votos para cualquier nivel del escrutinio que sea superior a la del número de papeletas distribuidas a ese nivel.
Siempre deben verificarse los datos introducidos en el sistema de escrutinio contra los datos originales de entrada. Esto puede hacerse verificando las cifras una vez que han introducidas contra los documentos fuente de su acceso o entrada, o bien introduciendo dos veces cada serie de datos empleando diferentes operadores.
Todo sistema informatizado de escrutinio de votos debe contar con planes de emergencia. Los datos deben ser respaldados continuamente y contar con una copia de apoyo (y deben guardarse en otro lugar si el escrutinio prosigue durante algún tiempo). Debe contarse con un equipo (hardware) de repuesto para suplir cualquier falla. Cuando se usa un servidor de red, es usual tener un servidor de espejo que pueda tomar el relevo si falla el servidor principal.
Debe haber técnicos a la mano por si surgen problemas. Debe disponerse de una fuente de suministro de energía alterna en caso de falla, incluso en los países más desarrollados. El suministro de energía debe protegerse contra descargas o interrupciones que puedan alterar o incluso destruir los archivos del ordenador. Con frecuencia se pasan por alto cosas tan simples como salvar datos regularmente de la memoria RAM al disco duro, que pueden causar graves problemas.
También deben preverse los peores escenarios o las situaciones más extremas. Si fallase el sistema del ordenador sin posibilidad de recuperarse, conviene contar con la posibilidad de cambiar a un sistema completamente manual. Las calculadoras portátiles son un valioso recurso de emergencia.
Tecnología para los procesos de votación y escrutinio
Pueden usarse dispositivos tecnológicos para reemplazar por completo a las tradicionales papeletas de votación. La posibilidad de votar directamente mediante dispositivos mecánicos o electrónicos puede eliminar la necesidad de contar manualmente los votos e imprimirle una gran velocidad al proceso de escrutinio.
Durante los últimos treinta años, se han desarrollado diversas máquinas de votación empleando la tecnología disponible. En los años cincuenta y sesenta se desarrollaron sistemas de máquinas perforadoras de tarjetas. Los electores perforan las tarjetas (con algún instrumento especial) en el espacio situado frente al partido o candidato de su preferencia. Las tarjetas se colocan en urnas selladas y se contabilizan por contadores de tarjetas una vez finalizada la votación. 1
En los años setenta se desarrollaron sistemas de lector de marca óptica (Optical Mark Reading) o escáner ópticos. En estos sistemas, los electores hacen una marca en la papeleta de votación para indicar al candidato o respuesta de su preferencia. Un dispositivo electrónico (escaner) 'lee' los registros marcados y calcula el total de votos. Estos sistemas pueden computar las papeletas a medida que son depositadas o después del cierre de la votación. 2
Más recientemente se ha desarrollado un nuevo tipo de sistema, llamado de grabación electrónica directa (DRE, Direct Recording Electronic, por sus siglas en inglés). Este sistema graba los votos mediante la visualización de la papeleta presentada a través de dispositivos mecánicos o electro-ópticos que pueden ser activados por el votante. Una vez que el votante ha realizado su elección, el dispositivo procesa los datos mediante un programa informático, y registra los datos del voto y las imágenes de la papeleta en sus dispositivos internos de memoria. El conteo de los resultados se puede generar a través de una copia impresa o almacenarse en mecanismo de memoria removible.
El voto por teléfono es una variación del sistema de DRE. En este caso, el elector utiliza el teléfono para grabar su voto. Este sistema elimina la necesidad de instalar sitios o mesas de votación. mediante una llamada a un número de teléfono específico, el votante valida su identidad marcando su número de identificación personal (NIP o PIN, por sus siglas en inglés). El PIN se usa para confirmar la elegibilidad del votante y su presencia en la lista de votantes.
Siguiendo las indicaciones de una voz informática sintetizada, el votante introduce su elección presionando la tecla que corresponda al candidato, partido u opción por la que desea votar. Una vez completado este paso, el ordenador solicita al votante que confirme su elección. Los resultados de la votación se archivan en un dispositivo informático (o en dispositivos múltiples) enlazados a la red del teléfono. Los resultados pueden ser computados instantáneamente una vez que se cierra la votación.
Tecnología y sistemas electorales complejos
Votar directamente, usando dispositivos mecánicos o electrónicos, o papeletas de voto legibles por máquinas es algo relativamente fácil cuando se trata de sistemas electorales simples como los de mayoría relativa o los de lista. En estos casos, los votantes pueden indicar sus opciones de una manera relativamente simple, por ejemplo, haciendo una marca o tirando de una palanca.
Es más difícil usar estos métodos en sistemas electorales complejos que permiten muchas respuestas de opción múltiple, o requieren que los candidatos o partidos sean clasificados siguiendo un orden numérico de preferencias. A medida que mejora la tecnología, es bastante probable que se disponga de métodos eficaces para satisfacer las necesidades de estos sistemas. Sin embargo aún no está muy extendido el uso de dispositivos mecánicos o electrónicos para sistemas electorales complejos.
Una solución de compromiso empleada actualmente es la de seguir usando papeletas de votación ordinarias (es decir, de papel), y emplear capturistas para incorporar en un banco de datos todas las selecciones válidas realizadas por los votantes, para que después un programa informático toma los datos en bruto y realiza los cálculos necesarios para determinar los resultados de la elección. Este sistema elimina la necesidad de contar o clasificar a mano las papeletas de voto, y puede ser más rápido y más exacto que el escrutinio manual.
Decidiendo sobre el uso de tecnología
Antes de decidir la puesta en práctica de un sistema de voto y/o escrutinio informatizado, el organismo electoral debería considerar las siguientes cuestiones:
- ¿ Qué tan difícil es reclutar oficiales de votación calificados?
- ¿ Ha habido problemas de escrutinio irregular de votos?
- ¿ Se desea reducir el número de personal que trabaja en las elecciones?
- ¿ Se está volviendo más compleja la papeleta de votación?
- ¿ El escrutinio de votos se está haciendo con excesiva lentitud?
- ¿ Tienen los votantes que esperar demasiado tiempo para emitir su voto?
Si la respuesta es sí a la mayoría de estas preguntas, puede valer la pena examinar los costos y beneficios de un sistema de votación basado en máquinas. 3
Sin embargo, también deben considerarse estos inconvenientes:
- El costo de adquirir los equipos (hardware), programas (software) y la asistencia técnica requerida para un sistema de votación automatizado puede ser prohibitivo.
- Los oficiales de las mesas electorales y los votantes necesitarán programas específicos de capacitación sobre el empleo de la máquinas o sistemas.
- Se necesitará apoyo tecnológico para cada evento electoral, y éste puede provenir únicamente del vendedor del sistema, posiblemente del extranjero y a un alto costo.
- A medida que desaparezcan las papeletas, la confianza de votantes y candidatos en el sistema también puede disminuir.
- Las papeletas para emitir el voto en ausencia pueden requerir un sistema de votación y un sistema de escrutinio separados.
- Los costos de mantenimiento y almacenamiento pueden ser onerosos.
- La tecnología de la votación está evolucionando muy rápidamente y cualquier sistema que se compre puede quedar obsoleto dentro de unos años.
- Los factores medioambientales, como la humedad, pueden impedir que las máquinas funcionen correctamente.
Tecnología para transmisión de resultados
Algunas jurisdicciones han ensayado el uso sistemas de transmisión que emplean tecnología asistida por ordenador, en los cuales los oficiales de las mesas electorales introducen los resultados de la votación en el teclado del teléfono que rápidamente son capturados por un ordenador de escrutinio de resultados situado en un centro remoto. Todavía se usan sistemas manuales basados en papeletas y procedimientos de escrutinio manual; en los cuales la automatización queda limitada a la transmisión y a la recepción de resultados de las mesas de votación.
En el empleo de este sistema, un oficial de la mesa de votación marca un número de teléfono específico y, orientado por una contestadora automática, da entrada al PIN que le ha sido provisto por el organismo electoral. Una vez que el ordenador confirma la validez del PIN, la voz de la contestadora le pide que inserte el código del distrito y de la mesa electoral.
Posteriormente, la voz del ordenador da la lista de los nombres de los candidatos en el orden que aparecen en la papeleta de voto. Al final de cada nombre, el oficial de la mesa electoral indica a través del teclado el número de votos depositados para cada candidato. La voz sintetizada repite los números marcados y pide al oficial que los confirme pulsando una tecla específica. Si el oficial detecta un error, la operación puede cancelarse y repetirse una vez corregidos los números. Este proceso continúa hasta que se han transmitido todos los resultados de la mesa electoral.
La ventaja de este tipo de tecnología es su velocidad en la entrega de resultados preliminares agregados para un distrito (o país) entero y la reducción del personal necesario para recibir llamadas telefónicas hechas los oficiales de las mesas electorales y para el escrutinio de resultados agregados.
La principal limitación es el requisito de disponer de teléfonos digitales con teclados (tecnología de tonos) en todas las mesas electorales. En algunas áreas, éste puede ser un problema ya que aún está ampliamente extendido el uso de teléfonos analógicos de tipo rotación y la tecnología de gestión de redes digitales no está todavía disponible. Asimismo, algunos miembros de las mesas electorales pueden no estar familiarizados ni sentirse cómodos con este tipo de tecnología y necesitarán una capacitación exhaustiva para generar plena confianza en el proceso.
Además, se incurrirá en costos significativos y se requerirá más tiempo para instalar el sistema de ordenador y para adaptarlo a las necesidades del organismo electoral. Estos costos pueden muy bien exceder los relativos a la contratación y capacitación a corto plazo del personal necesario para capturar los resultados proporcionados oralmente por teléfono.
Internet y la red mundial
A medida que se facilita el acceso a las redes de sistemas de computo de carácter público, los oficiales de votación bien pueden estar en condiciones de colocar directamente los resultados de las elecciones en la red mundial, o en alguna otra interfase que surja en la 'autopista de la información'. Los resultados de las elecciones pueden mandarse instantáneamente a un público global mediante Internet, algo que ya ha sido probado en algunas jurisdicciones con diversos niveles de éxito.
En el futuro, la propia votación también podrá hacerse vía Internet. Sin embargo, el problema de verificar la identidad de cada votante presenta un desafío significativo en materia de seguridad. Habrá que desarrollar y poner en práctica algunos métodos de identificación personal sencillos y apropiados, en términos de costo-efectividad, antes de que votar por internet o alguna otra vía similar de comunicación informática se convierta en algo normal.