El costo de las elecciones o de cualquier evento electoral, es una preocupación para los gobiernos y organismos electorales, independientemente de su nivel de desarrollo. Un sistema electoral que implique un costo tan prohibitivamente alto que el país no sea capaz de asumirlo, puede poner en riesgo todo el proceso democrático.
Para minimizar el costo de las elecciones, el sistema y procedimientos de escrutinio seleccionados deben emplear al máximo la infraestructura existente, como las redes de transporte y comunicación, y tener en cuenta el nivel de alfabetización y los sistemas de reclutamiento de los miembros de las mesas de votación.
Lo que se considera económico, costoso o factible puede variar significativamente entre los distintos países. A continuación se ofrecen algunas pautas genéricas respecto a los costos:
- Entre más sencillo sea el sistema, más reducido será el costo del escrutinio;
- Entre más se utilice la infraestructuras existente, más bajo será el costo;
- A mayor permanencia y continuidad entre elecciones, mayor ahorro en costos de materiales y de capacitación;
- A menor estabilidad política, mayor el costo de las medidas de seguridad requeridas.
Necesidades específicas para el escrutinio de la votación
El ambiente y la situación política local pueden añadir necesidades específicas al escrutinio de la votación. Los factores locales podrían implicar la necesidad de medidas adicionales de seguridad durante el escrutinio o de una determinada tecnología de comunicaciones que no se encuentre disponible.
Una afluencia de electores mayor a la estimada puede afectar la duración del escrutinio y demandar personal adicional para hacer frente al cómputo de las papeletas adicionales. Los presupuestos estimados pueden rebasarse si no se han contemplado imprevistos. Es habitual que en la planeación de los presupuestos de las elecciones se ponderen tanto el peor como el mejor de los escenarios (por ejemplo, que el 100 por ciento de los electores registrados acudan a votar) con el fin de prever una capacidad de respuesta suficiente.
La selección de una determinada tecnología de escrutinio también puede aumentar o reducir los costos, dependiendo de si se trata de una de opción manual o mecánica.
Los costos también variarán dependiendo de los métodos seleccionados para transmitir los resultados de la votación. La transmisión por teléfono suele ser rentable, dependiendo de la distancia y la disponibilidad. También es rentable y puede ser más exacta la transmisión por fax, puesto que es más fácil cometer un error oral que por escrito.
Cuando se opta por el fax, los presupuestos deben incluir los servicios y suministros requeridos, tales como los cartuchos de toner, o los costos de mantenimiento de las líneas para fax. Cuando no se dispone de teléfonos fijos o faxes convencionales, pueden usarse teléfonos móviles o radios. Cuando se dispone de esa facilidad, los resultados pueden ser enviados por correo electrónico. En caso de que no haya ninguna opción electrónica a la cual recurrir, los resultados tendrán que ser entregados por medio de un mensajero.
Recursos humanos frente al costo de tecnología
El empleo de tecnología en el escrutinio puede reducir el costo global de unas elecciones y ser más eficaz bajo ciertas condiciones. Sin embargo, dependiendo de factores locales, un proceso de escrutinio manual podría resultar comparativamente más económico.
El que una solución tecnológica sea rentable dependerá de una serie de circunstancias locales, incluyendo la complejidad del sistema de votación, el número de papeletas que se computen, el costo relativo de la mano de obra frente al de la tecnología y si el escrutinio se realiza de manera da centralizada o descentralizada.
En general y a diferencia de los sistemas de votación de ese tipo, un método de escrutinio mecánico o informatizado puede resultar rentable cuando se va a computar un gran número de papeletas, cuando se usa un sistema de votación que se presta al escrutinio mecánico y cuando los costos de los servicios son relativamente económicos. Dejando de lado las consideraciones de costo, los organismos electorales deben ser conscientes de que los métodos mecánicos e informatizados de escrutinio pueden ser más rápidos y más exactos que los manuales.
A pesar de que el uso de tecnología podría parecer una opción costosa, si los costos de adquisición de tecnología son amortizables en varias elecciones, la inversión podría valer la pena. Por otro lado, la velocidad de las innovaciones tiende a producir un rápido envejecimiento de la tecnología electoral, la cual puede ser mejorada y superada antes de que se celebren dos elecciones. La disponibilidad de asistencia técnica durante el periodo electoral es otro aspecto importante que debe ser considerado.
Antes de adoptar una decisión final sobre los métodos tecnológicos de escrutinio puede ser útil hacer un análisis detallado costo-beneficio, acompañado por un estudio de los impactos legales y de los riesgos de gestión asociados a la adopción de una solución tecnológica particular.