Apertura de las Urnas
En la apertura de las elecciones hay que realizar varias tareas para facilitar el escrutinio del voto al cierre de la votación. La primera consiste en contar el número total de papeletas recibido originalmente (provisto por el organismo de gestión electoral). En países que usan una papeleta por partido político y sobres, es importante verificar si las papeletas de todos los partidos están puestas a disposición de los votantes.
Esto representa un aspecto importante de la pauta de fiscalización, ya que dicha cifra se necesitará para comprobar el número de papeletas usadas / no usadas una vez celebrada la votación. Se deben contar todas las papeletas (y los sobres cuando corresponda), así como comprobar también los números de serie de las matrices o números de libro de papeletas (cuando sea oportuno) mediante inspección de los librillos de papeletas para asegurar su integridad. El funcionario que las entregue, sobre todo si se entregan papeletas a mano, deberá atestiguar el cálculo del número de papeletas. Puede firmar un recibo, con una copia adjunta al libro de registro del voto. En cualquier caso, la información debe escribirse en el formato de contabilidad de papeletas. En función del país y del tipo de información que necesite el organismo de gestión electoral, a fin de reducir la duplicación de esfuerzo, puede no ser necesario que la misma información se registre en más de un lugar, a menos que se requiera.
Una vez contadas las papeletas y realizadas las observaciones o indicaciones apropiadas en los formularios correspondientes (si fuera necesario), el personal debe mostrar a todos los presentes en la mesa electoral que la urna está vacía antes de poner los precintos de seguridad. El número(s) del precinto(s) debe reflejarse en el libro de registro de votación y en cualquier otro formulario apropiado. Estos procedimientos son muy importantes, ya que constituyen el inicio de una pauta de fiscalización. Siguiendo estos procedimientos pueden prevenirse muchos errores. Si aparecieran discrepancias, pueden desandarse los pasos dados hasta la comprobación de las papeletas. En ningún momento el votante debe retirar las papeletas de la mesa electoral.
Cierre de las urnas
Cuando llegue la hora de cierre, la persona a cargo de la mesa electoral debe anunciar el cierre oficial de la votación. El supervisor debe asegurar que sólo personas autorizadas observadoras o participantes en el proceso de escrutinio permanecen dentro del local de la mesa electoral. Debe permitirse la presencia en el proceso de escrutinio del personal, observadores electorales nacionales e internacionales, representantes de partidos políticos y agentes de los candidatos. En caso de que los presentes se limiten al personal de la votación, se podría solicitar a los últimos votantes que se queden para dar testimonio del escrutinio. Todas las demás personas deberán esperar a los resultados provisionales fuera de la mesa electoral. Sin embargo, algunos países emplean procedimientos diferentes.
Para facilitar el proceso de escrutinio, la mesa electoral puede necesitar ser reorganizada físicamente. Generalmente se juntan las mesas para obtener una superficie de trabajo más amplia, así como las sillas, lápices, y un tablero para anunciar los resultados.
Resumen del proceso
Al cierre de la votación, las personas autorizadas y el personal permanecen en la mesa electoral y comienza el proceso de escrutinio. Es necesario un promedio de dos horas para completar el escrutinio de aproximadamente cuatrocientas a quinientas papeletas, si no se encuentra ninguna objeción grave. El tiempo empleado para computar las papeletas dependerá del número de personal y de la complejidad del sistema de votación.
Mientras se mantiene la urna precintada, se hace una conciliación verificando el número de matrices (si posible) en las que se indican las papeletas entregadas a los votantes, las papeletas sin usar y las papeletas deterioradas frente al número total de papeletas emitidas. Asimismo también se verifica el número de electores que votaron el día de las elecciones frente al número de papeletas empleadas (matrices empleadas). Todas las discrepancias deben resolverse o ser comunicadas al organismo de gestión electoral. Las cifras se anotan en una cuenta de papeletas.
Una vez completados los primeros pasos, la persona encargada del escrutinio puede abrir la urna y vaciar su contenido en el centro de la mesa. Es importante que la mesa sea lo bastante grande como para que ninguna papeleta caiga al suelo cuando se vacíe el contenido de la urna.
Se comprueban los precintos de las urnas antes de proceder a su apertura ante el personal de la votación, representantes de partidos políticos, candidatos y observadores electorales nacionales e internacionales. Si nadie está presente salvo el personal, entonces puede solicitarse a los últimos votantes que se queden para actuar como testigos. Se efectúa otra comprobación una vez que la urna se vacía, y de nuevo tras computar todas las papeletas por candidato / partido / opción. En todos los casos, el número de papeletas en la urna se compara con el número de electores que han votado. No debe faltar ninguna papeleta, ni el número de papeletas de la urna exceder al número de electores. Deben comunicarse todas las discrepancias y realizarse las modificaciones o cambios apropiados en los formularios. Siempre que sea posible, todos los involucrados en el proceso de escrutinio deben firmar los formularios para confirmar que el escrutinio de papeletas ha sido satisfactorio, o que son conscientes de la existencia de discrepancias y están de acuerdo con la decisión tomada por la persona al mando.
Normalmente, los formularios necesarios para el escrutinio son una hoja contable, un libro de registro de votos, una acta del voto, y un formato de escrutinio de papeletas. También se requerirán sobres, bolsas para las papeletas y cierres para precintar la caja de papeletas o los sobres.
Para mayores detalles sobre los procedimientos de apertura y cierre, por favor remítase a Procedimientos de Votación y Cierre de la Votación.