Ventajas
Las principales ventajas del escrutinio de votos en las mesas electorales son la velocidad y la eficacia del costo. Los resultados provisionales pueden conocerse antes que en los centros de escrutinio puesto que el escrutinio de votos puede empezar en cuanto cierre la mesa electoral. En una votación de cuatrocientos votantes se podrían emplear menos de dos horas en el escrutinio de papeletas categóricas. Además, puesto que el mismo personal recibe, cuenta, y transporta las papeletas desde y hasta la oficina local, menos personal participa en el proceso global. Esto reduce la presión logística y elimina la necesidad de identificar los centros de escrutinio, entrenar a personal adicional y crear o proporcionar materiales específicos. Los requisitos físicos son en su mayoría idénticos a los usados para los procedimientos de votación: mesas, sillas, formularios, lápices, calculadoras, sujetapapeles, sellos, etc. (ver Preparativos para la Votación para la explicación de los mismos y Asegurarse que todo esté Dispuesto.)
Puesto que las urnas se guardan en el mismo lugar donde se realizó la votación, los observadores electorales nacionales e internacionales (ver Observación del Voto y del Escrutinio para mayor información sobre la observación de las elecciones), los representantes de partidos y candidatos permanecen en dicho lugar durante el proceso de escrutinio. Esto hace la vigilancia más fácil para la persona encargada de la mesa electoral. El escrutinio en las mesas electorales indirectamente promueve la participación de la población ya que el proceso no sólo está más próximo a su casa, sino que además pueden vigilarlo realmente haciendo los resultados más palpables. El proceso tiende a ser considerado abierto, accesible y legítimo. No sólo demuestra transparencia, sino que también puede reforzar la confianza pública, sobre todo si el personal de la votación desarrolla sus deberes en la misma área en que viven.
Siempre existirán posibilidades de fraude, pero pueden desarrollarse medidas preventivas en los escrutinios realizados en las mesas electorales y transmitidos por duplicado a las oficinas locales. Debido a que las urnas no se mueven de la mesa electoral para el escrutinio existirá menos riesgo que cuando las urnas se transportan primero a un centro de escrutinio.
Desventajas
Un inconveniente del escrutinio de los votos en las mesas electorales es el gran número de horas que se requieren al personal involucrado en el proceso. Es bastante común que las votaciones comiencen a las 6:00 a.m y cierren a las 8:00 p.m, siguiendo a continuación un proceso de escrutinio de dos o más horas añadidas a un largo día de trabajo para los involucrados en la votación. Además, esto puede aumentar la posibilidad de errores en el escrutinio de las papeletas y en la cumplimentación de los formularios ya que no les permiten dejar la mesa electoral durante ese día. Para evitarlo, debe proporcionarse comida, agua, y facilidades higiénicas.
Desde el punto de vista de la seguridad, es más difícil proteger muchas mesas electorales que uno o varios centros de escrutinio. Éste puede ser un problema importante en elecciones muy disputadas a celebrar en una área violenta o en un ambiente políticamente cargado. Sin embargo, este factor puede no ser importante si ya se proporciona seguridad durante la recepción de los votos.
La presencia en la mesa electoral de personalidades muy conocidas de la comunidad puede ser una fuente de intimidación para algunos de los que trabajan en la mesa electoral durante el escrutinio.
En ciertos casos, el escrutinio en una mesa electoral puede afectar también el secreto del voto, una vez que los resultados son conocidos. Los partidos políticos pueden realizar intimidaciones y amenazas tras las elecciones a los votantes pertenecientes a una sola mesa electoral si se sabe que casi todos ellos votaron en un sentido particular. Este factor se minimiza, pero no se elimina completamente, en el caso de centros de escrutinio basados en distritos electorales.
Existe el riesgo de que el criterio del escrutinio para el rechazo de papeletas y la transmisión de resultados varíe de una mesa electoral a otra. Dicho riesgo ante estos problemas disminuye a medida que se generalice una formación y unas instrucciones detalladas.
Una consideración importante es la necesidad de un sistema de comunicación fiable para la transmisión de las actas de votación de la mesa electoral. Dependiendo del número de mesas electorales, la oficina local puede necesitar que su sistema de comunicación sea capaz de asumir la recepción de varios resultados de mesas electorales al mismo tiempo. Ante un fallo en el sistema, se retrasarán todos los resultados. Ello afecta a la rapidez en la determinación de los resultados, lo que a su vez puede generar incertidumbre en el entorno político. En países en los que las redes de telecomunicaciones no están bien desarrolladas, éste puede convertirse en un gran problema de degenere en la desconfianza en el sistema y en acusaciones de manipulación o fraude.
Procedimientos del Escrutinio de Votos en las Mesas electorales
En general, los principales componentes del proceso de escrutinio en una mesa electoral son:
- Abrir la urna,
- Clasificar los votos, y
- Conciliar y contar las papeletas para que los resultados puedan transmitirse a la oficina local o la oficina principal del organismo de gestión electoral que efectúa la suma
Tras el cierre de la votación, las urnas se guardan en el recinto de la mesa electoral para el escrutinio. Se siguen los siguientes procedimientos:
- Registrar el número de papeletas sin usar y de papeletas nulas. (Las papeletas nulas son las que un votante inadvertidamente 'ha estropeado' marcándola incorrectamente y luego cambiándola por una nueva papeleta en blanco, o son papeletas impresas inadecuadamente, rasgadas, sucias, o marcadas de tal manera que puedan relacionarse con un votante individual y no se garantice el secreto del voto.)
- Determinar el número total de electores que votaron según la lista de votantes;
- Desprecintar la urna y contar el número de papeletas;
- Conciliar el número de papeletas de la urna con el número de votantes según la lista o según otro registro del número total de personas que depositaron sus papeletas;
- Si se concilian, ordenar las papeletas por candidato o partido y contarlas; y
- Poner a un lado las papeletas impugnadas y determinar su aceptación o rechazo según las reglas establecidas.
El acta de votación se compila, se firma, y se transmite a una oficina local antes de transmitirse a nivel nacional. Los representantes de partidos políticos y los observadores electorales nacionales e internacionales pueden copiar los resultados. No hay ninguna interrupción en el proceso hasta que el acta de la votación de la mesa electoral se publica y se envía a la oficina local del organismo de gestión electoral. Una vez completado el proceso de escrutinio los materiales electorales se llevan a una oficina local para ser almacenados de forma segura.
Los resultados provisionales también se envían a nivel nacional y se publican. Hay que cumplir unas medidas y procedimientos especiales durante todo el proceso de escrutinio en caso de que se impugnen los resultados. Como con todos los demás aspectos de la dirección de unas elecciones, hay consideraciones administrativas que están directa o indirectamente relacionadas con el escrutinio de votos en las mesas electorales. Cada uno de estos componentes tiene particularidades y sutilezas asociadas con sus respectivos procesos.
Al cierre de la mesa electoral, las personas autorizadas y el personal que trabaja en la votación permanecen en la misma y comienza el proceso de escrutinio. En la mayoría de los casos, en menos de dos horas se completa el escrutinio de una votación de aproximadamente cuatrocientos votantes. Por razones de eficacia todos los que trabajan en la votación asignados a la mesa deben ayudar al miembro de la mesa electoral responsable de una urna en el proceso de escrutinio.
Antes de abrir la urna puede hacerse una primera conciliación de papeletas. Se cuentan las papeletas nulas y se apartan. Una vez que la urna ha sido vaciada de su contenido, se comprueba la validez de cada papeleta y se clasifican en montones diferentes. Seguidamente se clasifican los votos en papeletas válidas (por candidato/partido político/opción) y en papeletas rechazadas (una papeleta emitida se rechaza por estar marcada incorrectamente, o carecer de marca cuando se requiere una). A efectos de facilitar el proceso de decisión respecto a los rechazos, deben proporcionarse con antelación a los miembros de las mesas electorales unas reglas o pautas claras de interpretación en los que basar el rechazo de una papeleta.
Los representantes de partidos políticos / candidatos / opciones podrán examinar las papeletas, y si no están de acuerdo con la decisión del miembro de la mesa electoral, deberán presentar objeciones formales que podrán servir de base para la impugnación de los resultados del escrutinio.
Todas las papeletas válidas, nulas y rechazadas son registradas mediante una hoja contable. Se computan todas las papeletas y ninguna se destruye. Una comprobación del escrutinio y una última conciliación debe hacerse antes de completar el acta de la votación. La urna puede entonces volver a precintarse (con el nuevo número de precinto debidamente anotado), y la documentación del escrutinio correspondiente puede incluirse o adjuntarse a la urna en un sobre precintado aparte.
Un miembro de la mesa electoral comunicará por teléfono o por otros medios los resultados registrados en el acta de la votación a la oficina local/nacional del organismo de gestión electoral. Los representantes de partidos políticos / candidatos / opciones así como los observadores electorales nacionales e internacionales, si estuvieran presentes, pueden hacer una copia del acta. En este momento finaliza el escrutinio en la propia mesa electoral, y todos los materiales electorales pueden transportarse a un lugar en la localidad para su almacenamiento seguro. En caso de un nuevo escrutinio, se requerirán todos los documentos existentes, por lo que resultan especialmente importantes la adopción de precauciones detalladas y el precintado del contenido de las urnas.
La oficina local/nacional del organismo de gestión electoral suma los resultados transmitidos por todas las mesas electorales del distrito electoral, así como los resultados de cualquier votación especial, votaciones anticipadas, mesas electorales móviles, etc. Para evitar discrepancias entre los resultados provisionales y los resultados finales los resultados provisionales deben incluir todo tipo de papeletas. Además, estos resultados deben ser para cada partido político / candidato / opción y deben anunciarse en una pared, tablero u hoja de cálculo, según vayan estando disponibles.
Los resultados provisionales extraoficiales deben publicarse cuanto antes. Esto corre a cargo de los medios de comunicación o de los partidos políticos dejando el anuncio de los resultados finales al organismo de gestión electoral. En los días siguientes, las oficinas locales del organismo de gestión electoral deberían realizar el escrutinio final y preparar los resultados oficiales. Si se impugnan los resultados, podrán ser aplicados procedimientos adicionales.
Formación
Una formación apropiada es esencial para poder llevar a cabo tales procedimientos de escrutinio en las mesas electorales. Los requisitos de formación, así como todas las demás consideraciones administrativas, tienen que incluirse en el presupuesto de las elecciones o del referéndum.
Apartidismo
Un aspecto importante de unas elecciones libres y justas es el apartidismo del personal. Una vez que una persona acepta trabajar en la votación el día de las elecciones, acepta asimismo ser imparcial durante todo el proceso. Numerosas jurisdicciones requieren que todos los trabajadores en la votación firmen un juramento para aclarar, documentar y hacer entender este punto a todo el personal involucrado (ver Oath of A Poll Clerk - St Vincent and The Grenadines ).
La importancia del apartidismo es crucial durante el proceso de escrutinio. El personal de la votación no debe hacer ningún comentario ni mencionar ninguna afiliación o afinidad política personal, ni llevar o usar ningún material partidista. Dado que los miembros de la mesa electoral tendrán que hacer frente a disputas sobre cualquier rechazo de papeletas, ellos serán las primeras personas en tratar con los representantes de partidos políticos / candidatos / opciones. Estas mismas personas tendrán que tomar la decisión final sobre la validación o rechazo de cualquier papeleta. La neutralidad y el no-partidismo son indispensables en este proceso de toma de decisiones. En muchas jurisdicciones, los miembros de las mesas electorales pueden ser legalmente procesadas si se demuestra que su labor es partidista.
Siempre deben estar representados los partidos políticos y los candidatos en las mesas electorales y las reglas deben ser las mismas para todos ellos. Normalmente, los candidatos de partidos políticos designan a un representante en cada mesa electoral para dar testimonio de los procesos de votación y escrutinio. Sin embargo, el enviar o no un representante a cada mesa electoral sigue siendo una opción de cada partido. Muchas jurisdicciones consideran su presencia esencial para asegurar la integridad, garantizar la coherencia y proporcionar un testimonio de la transparencia del proceso.
De hecho, cuando hay que tomar una decisión importante durante los procesos de votación y escrutinio, como por ejemplo las modificaciones de formularios previamente completados, todos los representantes de los partidos involucrados deben firmar los formularios para demostrar que están informados, y deben estar de acuerdo con la decisión. La aplicación cuidadosa de dichos procedimientos proporciona evidencia palpable de la coherencia de las reglas y de la transparencia del proceso.
Finalmente, el organismo de gestión electoral tiene que registrar 'el historial' de cada urna y los números de precinto correspondientes desde su distribución inicial hasta la recogida final y el almacenamiento. El organismo de gestión electoral debe ser capaz de seguir el recorrido del historial de cada urna, desde el momento que deja la oficina local del organismo de gestión electoral hasta que vuelve con las papeletas escrutadas. Unas adecuadas pautas de fiscalización permitirán al organismo de gestión electoral mantener pleno control, asegurando que las probabilidades de fraude mediante la manipulación de los precintos de las urnas queden sumamente limitadas y que pueda ser detectada si se intenta. Un método simple para llevar a cabo dicho sistema de control consiste en numerar cada mesa electoral y usar el mismo número para la urna correspondiente.
Adicionalmente, deberá emplearse el mismo número en cada formulario utilizado en la mesa electoral. En casos de un nuevo escrutinio judicial se manifiesta claramente la importancia de registrar el historial de cada urna (registrando el número del libro de papeletas, número de serie de los precintados, número de la urna, etc.).