Los organismos electorales pueden usar la tecnología para informar a los electores que forman parte de los grupos que tienen necesidades especiales. Estos grupos incluyen a las personas que tienen alguna discapacidad física o mental, a las personas que tienen trasfondos culturales o lingüísticos distintos, a los que viven en áreas remotas y a los que tienen bajo índice de alfabetización.
Aplicaciones audiovisuales
Para informar a los electores que tienen necesidades especiales se pueden usar aparatos de comunicación como la televisión, radio, cintas de audio y video, así como aparatos especializados que suministren servicios en varios idiomas, asistencia auditiva y visual. En especial, los métodos que usan grabaciones de audio y video cumplen con las necesidades de las personas que tienen dificultades para leer o entender el material impreso. Algunas de estas tecnologías se pueden usar para alcanzar a los grupos con necesidades especiales, primordialmente las cintas de audio y video.
Servicios de traducción e interpretación
La tecnología también se puede usar para contactar a los electores en una amplia gama de idiomas distintos. Aunque existen muchos paquetes de programación que pueden traducir el material en varios idiomas de forma automática, los organismos electorales deberían tener precaución al usarlos porque el resultado requiere de correcciones, edición y lecturas cuidadosas. La naturaleza especializada y relativamente compleja de la información electoral podría dificultar su traducción, no obstante, es sumamente importante que se garantice que los mensajes se comuniquen correctamente.
El material electoral se puede publicar en varios idiomas mediante medios impresos, formato audiovisual, en servicios telefónicos automáticos y electrónicamente en un sitio Web, o en un sistema de votación electrónico. Cuando son populares, las transmisiones en la radio pública usando varios idiomas son otra forma de comunicación muy efectiva. La capacidad de informar a los electores en varios idiomas, es especialmente útil cuando la sociedad está formada por grandes grupos de personas que hablan uno o más idiomas además del oficial.
Los sistemas de información telefónica automáticos también podrían suministrar información en varios idiomas.
En algunos países, los servicios de interpretación también se pueden suministrar por teléfono, mediante llamadas con conferencia para tres que involucran al usuario, al intérprete y a la persona que puede contestar las preguntas.
El organismo electoral podría usar los servicios de interpretación telefónica para complementar el servicio telefónico que suministra, e incluir en el material informativo que publica, un número de teléfono con las instrucciones para usarlos.
Asistencia auditiva
La tecnología también se puede usar para ayudar a las personas que tienen problemas auditivos. Además de los aparatos auditivos personales, los teléfonos se pueden ajustar con ciertas características que amplifiquen el sonido para las personas que usan las líneas de información telefónica.
Asistencia visual
La tecnología también se puede usar para asistir a las personas que tienen daños visuales. Algunos países suministran aparatos de aumento en las mesas de votación a las personas que tienen daños visuales, para que llenen las papeletas. Un ejemplo de ello, son las pantallas de aumento hechas de plástico o vidrio que se colocan encima del texto, que se usan en los sitios de votación del Estado Australiano del Oeste.
Cuando la información electoral se despliega en pantallas de computadoras, los programas se pueden configurar para aumentar o acercar el texto y las imágenes, para que las personas con daños visuales las puedan leer fácilmente. Así mismo, el material se puede imprimir usando tamaños de fuentes más grandes para que los usen las personas con daño visual.
Como regla general, cuando el material está disponible como impresión o en formato electrónico, el organismo electoral debería tener consideraciones para las personas que tienen dificultad para leer letras pequeñas. Las fuentes que se elijan y el tamaño de las mismas deberían maximizar el número de personas capaces de leerlas. Se debería tener el mismo cuidado cuando se escogen las fuentes para impresión o para transmitir texto, porque algunas resultan más fáciles de leer que otras.
Se han realizado varias investigaciones sobre la legibilidad de las fuentes, por lo que es recomendable que cuando se elija la indicada para publicaciones dirigidas a grandes grupos de personas que incluyen a las que tienen necesidades especiales, se consulte con los expertos en la materia para escogerla.