Una prueba de registro adecuada y suficiente
Tiende a variar considerablemente lo que puede entenderse como una prueba adecuada y suficiente de que los individuos que se han registrado son efectivamente quienes dicen ser. En los casos en que existe un registro civil y que los ciudadanos reciben credenciales de identificación del mismo, es probable que esa credencial constituya la prueba de identificación requerida.
En los casos en que no existe registro civil pero es usual que los ciudadanos porten una identificación personal, se puede emitir una tarjeta o credencial de registro, que puede ser utilizada por si misma o junto con otra tarjeta de identificación personal del electoral como su licencia de conducir. En aquellos otros casos donde un porcentaje significativo de los ciudadanos no porta identificación personal, con frecuencia es necesario emitir credenciales o tarjetas de registro electoral. El registro de los electores y la emisión de las tarjetas de identificación, especialmente si incluyen fotografía, se convierten en estos casos en uno de los componentes centrales y más costosos del proceso electoral.
Confianza en la identificación de los electores
Los oficiales electorales necesitan tener un alto grado de confianza de que los electores son quienes manifiestan ser, que son elegibles para votar y que no lo han hecho previamente para la elección en curso. El requisito de que los electores voten única y exclusivamente en un sitio o mesa de votación predeterminado puede diluir la complejidad de esta situación. Por ejemplo, los oficiales pueden marcar el nombre del votante en la lista de electores o pedirle que sumerja su dedo en tinta indeleble una vez que ha emitido su voto. Sin embargo, restringir el voto a ciertos sitios o mesas puede no ser siempre deseable. Este es particularmente el caso si el país no utiliza un sistema electoral basado en el sitio de residencia de los electores y/o cuando existe un alto grado de movilidad geográfica ente el electorado. En estos casos, puede resultar necesario absorber los costos asociados con la producción de tarjetas de identificación para votar.