La tecnología usualmente representa costos elevados. Los costos de instrumentación en particular pueden ser especialmente altos. Por otra parte, una tecnología relativamente poco costosa puede sustituir a procedimientos de alto costo y baja tecnología, generando ahorros en el largo plazo. Otra posibilidad es que la nueva tecnología pueda costar más o menos lo mismo que la que reemplaza, pero puede ser mucho mejor en términos de productividad.
Antes de asumir el compromiso de introducir nueva tecnología, es importante calcular cabalmente todos los costos y ahorros probables para determinar que tan viable resulta.
Estas son algunas de las consideraciones presupuestales que pueden ser tomadas en cuenta:
- ¿Cuáles son los costos iniciales de la tecnología?
- ¿Cuáles son los costos probables de mantenimiento a lo largo de su ciclo de vida?
- ¿Tendrá que ser actualizada y, de ser así, cuáles serán los costos?
- ¿Es posible reducir costos si se utilizan o modifican recursos existentes (externos e internos)?
- ¿Su incorporación incrementará la eficiencia y ésta propiciará ahorros?
- ¿Será apropiada en términos de costo-efectividad? ¿Las mejoras esperadas en términos de eficiencia y servicio compensarán los costos adicionales?
- ¿Hay garantía de financiamiento durante la vida del proyecto?
- ¿Existe financiamiento para todos los requisitos asociados -apoyo, documentación, procedimientos, capacitación, comunicaciones, mantenimiento?
- ¿Puede ser utilizada para más de un objetivo o puede otra agencia compartir la tecnología para distribuir los costos entre más de un proyecto? ¿Puede ser posible compartir la tecnología con otras agencias para usos adicionales no electorales o para usos electorales en distintas jurisdicciones?
- ¿Existen innovadoras técnicas de financiamiento disponibles, como iniciativas conjuntas, que permitan reducir costos? (cuidando que no se comprometa la integridad).
- ¿Es la tecnología considerada más sofisticada de lo que se requiere? ¿Sería más apropiada una alternativa menos costosa?
Tomar en cuenta estas consideraciones ayudará a determinar si la tecnología examinada es viable y apropiada, y permitirá calcular sus probables costos totales o los ahorros esperados.