Las elecciones tal como las conocemos hoy en día datan de los procesos eleccionarios desarrollados entre mediados y finales del siglo XIX en las entonces emergentes democracias del mundo. En ese entonces se introdujeron algunos nuevos conceptos electorales.
Uno de ellos fue el voto secreto, que llevó a la necesidad de un punto de contacto anónimo con el elector al momento de votar -usualmente una papeleta impresa para votar. Otro la gradual extensión del sufragio, que finalmente desembocó un sufragio casi universal, y que requirió que la autoridad conservara listas impresas de los nombres de los electores habilitados. A su vez, la extensión del sufragio creó la necesidad de manejar un proceso de comunicación y de tomar en cuenta los votos de la enorme mayoría de la población adulta.
La historia del uso de la tecnología para elecciones está esencialmente vinculada con la satisfacción de estas tres necesidades: un punto de contacto para votar, una lista de electores habilitados y el manejo del proceso de votación.
En el siglo XIX estas necesidades fueron satisfechas utilizando la tecnología disponible, que incluía imprentas y artículos de escritura como plumas fuente y, hacia finales del siglo, máquinas de escribir. Sin embargo, la mayoría de los procesos eran entonces (y en muchos lugares siguen siéndolo hoy en día) manuales. Las listas electorales eran escritas a mano y conservadas en libros o tarjetas. Las papeletas eran distribuidas, marcadas y contadas manualmente. Los resultados electorales eran calculados manualmente y comunicados de manera impresa o a través de tableros.
La mitad del siglo XIX atestiguó el inicio de la revolución tecnológica que ha continuado hasta el presente. A medida que la tecnología se desarrolló, los organismos electorales aplicaron distintas innovaciones a la administración electoral.
La invención de la electricidad y el desarrollo de las plantas de energía dieron origen a las máquinas de escribir eléctricas, procesos de impresión más eficientes, dispositivos de votación electrónica y computadoras, además de otros beneficios en la forma de vida que hoy damos por descontados, tales como sitios de trabajo mejor iluminados. La invención del motor de combustión interna revolucionó el transporte, haciendo más rápida la movilización de grandes cantidades de materiales y personas, a una escala sin precedentes.
El desarrollo de técnicas de comunicación masiva que se llevó a cabo en el siglo XX también tuvo implicaciones electorales. La grabación y transmisión del sonido y la imagen, que desembocaron en la radio, la televisión, el teléfono, el fax, los discos compactos e internet, todos ellos han tenido aplicaciones electorales.
Si bien estas innovaciones tecnológicas mejoraron gradualmente la administración electoral durante el siglos XIX y hasta mediados del XX, fue el desarrollo de la computadora lo que la revolucionó.
Las computadoras de hoy en día fueron inspiradas en las máquinas perforadoras de tarjetas inventadas a finales del siglo XIX. Las primera computadoras electrónicas modernas fueron desarrolladas en las décadas de 1940 y 1950, al punto que se volvieron comercialmente viables. Uno de los primeros usos de la computadora fue el conteo de los resultados de la elección presidencial estadounidense de 1952.
Para la década de 1960, muchas de las grandes empresas se apoyaban en las computadoras. Si bien el desarrollo y uso de transistores y circuitos integrados había logrado ya en ese entonces que las computadoras dejaran de utilizar los enormes prototipos de válvulas gigantes de los 50's, fue el desarrollo de la computadora personal en la década de los 70's el que logró que la computadora se volviera accesible para un número cada vez mayor de usuarios. Un avance paralelo fue el desarrollo de programas de cómputo de fácil uso, que colocaron el poder de las computadoras en manos del usuario general. A medida que los avances en el diseño de computadoras continuaron a un ritmo acelerado a través de las décadas de 1980 y 1990, las computadoras se volvieron parte indispensable de la vida en los países desarrollados de todo el mundo tanto en la oficina como en el hogar.
De su inicio como simples máquinas de cálculo automático, las computadoras de hoy en día son capaces de un alto rango de funciones, que incluyen cálculos y análisis estadísticos, recolección, almacenamiento y manipulación de información, publicación e impresión electrónica, procesamiento de palabras, comunicación y entretenimiento.
Las computadoras no empezaron a tener un impacto significativo en la administración electoral sino hasta las décadas de 1970 y 1980. Con la excepción del uso de máquinas de votación mecánica en los Estados Unidos, hasta los 70's la mayoría de los procesos electorales todavía descansaban en el uso de papeletas impresas y listados electorales laboriosamente integrados de forma manuscrita o mediante máquinas de escribir.
En las décadas de 1970 y 1980, el incremento en el uso de computadoras en el mundo de los negocios propició su creciente empleo para aplicaciones electorales. Los usos iniciales incluyeron el conteo de resultados, el almacenamiento y recuperación de información sobre el registro de electores. A medida que los sistemas de cómputo se desarrollaron, sus usos electorales siguieron ese ritmo, al punto de que hoy en día son utilizadas virtualmente en cada parte del proceso electoral en algunas partes del mundo.
La mayoría de las aplicaciones tecnológicas que tienen un uso electoral son de carácter genérico y pueden ser utilizadas para muy distintas actividades más allá de la administración electoral. Dicho esto, hay al menos un componente de la tecnología que es propio y específico de las elecciones: las máquinas mecánicas o electrónicas de votación, que han estado confinadas en gran medida a su uso en los Estados Unidos.
Las primeras máquinas de votación mecánicas utilizaban palancas para hacer girar ruedas de conteo. El primer uso oficial de una máquina para votación de este tipo fue en Lockport en Nueva York en 1892. Su uso se extendió gradualmente y ya para 1930 estas máquinas de palanca se habían instalado en casi todas las grandes ciudades de los Estados Unidos. Para 1960 cerca de la mitad de los votos en los Estados Unidos eran emitidos a través de máquinas de palanca.
Otro tipo de máquina de votación mecánica fue la perforadora de tarjetas, desarrollada durante las décadas de 1950 y 1960. Los electores utilizaban un pequeño artefacto para indicar su preferencia perforando hoyos situados frente al nombre de los candidatos en tarjetas de votación. Al cerrarse la votación, los resultados eran tabulados mediante máquinas contadoras de tarjetas.
Los sistemas de votación basados en lectores ópticos fueron desarrollados en la década de 1970. Los electores hacen marcas en papeletas para indicar sus preferencias. Un dispositivo de escaneo óptico lee las preferencias marcadas y calcula los resultados.
En la década de 1990, los avances en la tecnología computacional llevaron a la incorporación de los sistemas de votación basados en un registro electrónico directo (RED). Estos sistemas permiten que el elector registre directamente sus votos utilizando una papeleta computarizada que se despliega en la pantalla utilizando dispositivos mecánicos o electro-ópticos. Una vez que el elector ha hecho su selección, el dispositivo procesa la información a través de un programa de cómputo y la graba en un mecanismo de memoria interno, que es utilizado para tabular los resultados.
Hacia 1996, alrededor del 98% de los votos en las elecciones presidenciales y locales de los Estados Unidos fueron emitidos utilizando algún método mecánico o electrónico.
A principios de la década de 1990, el teléfono también empieza a ser utilizado como un sistema de votación de tipo RED. Los electores eran capaces de registrar sus votos en sistemas de cómputo utilizando el marcado de tonos en su teléfono. Pueden identificarse mediante números de identificación personal (NIP's) y grabar sus preferencias siguiendo mensajes grabados.
A finales de la década de 1990, internet irrumpió como un nuevo medio de votación. Una vez más, los Estados Unidos se puso a la cabeza de la innovación tecnológica en materia electoral, al utilizar internet para las elecciones primarias presidenciales en el año 2000.
Al revisar el uso de la tecnología en elecciones hoy en día es importante advertir que las distintas regiones del mundo se ubican en múltiples puntos dentro del continuum tecnológico. Los niveles de sofistificación de las aplicaciones tecnológicas en las elecciones varían enormemente de país a país. Si bien, los sistemas de votación mecánicos y electrónicos son muy comunes en los Estados Unidos y en algunos países de Europa, Asia y Sudamérica, y las computadoras son utilizadas para la administración electoral en general en muchos países desarrollados, muchos de los países de menor desarrollo todavía conducen las elecciones utilizando técnicas manuales similares a las empleadas en siglo XIX.
Fuentes:
ACE Project Escrutinio de Votos Uso de Tecnología
World Book 1999, CD-ROM, IBM
Federal Electoral Commission internet site, http://www.fec.gov/elections.html (and linked pages on Voting Systems), 28 February 2000.