Cuando se utiliza tecnología para facilitar el proceso electoral, se pueden identificar algunos principios guía que pueden seguirse para establecer y mantener la confianza pública en el proceso electoral:
- Adoptar una visión holística
- Transparencia
- Confianza
- Comportamento ético
- Seguridad
- Precisión
- Privacidad
- Inclusividad
- Costo-efectividad
- Eficiencia
- Sustentabilidad
- Flexibilidad
- Vocación de servicio
Adoptar una visión holística
La tecnología no es un fin en si mismo. Cuando se utiliza para efectos electorales se debe considerar el contexto electoral en el que se aplica. Por ejemplo, cuando se utiliza para el conteo de votos, los principios guía que se apliquen al conteo también se aplicarán a la tecnología utilizada (ver Principios Guía).
Los procesos electorales comprenden más que la tecnología que se emplea. Incluyen las leyes y directrices respectivas, el contexto social y político, la cultura organizacional y la capacitación y procedimientos desarrollados para complementar la tecnología. Estos factores necesitan ser tomados en cuenta cuando se aplica la tecnología.
La tecnología no se debe adoptar por un simple prurito. Es necesario que exista una necesidad clara para introducirla o actualizarla.
Transparencia
La transparencia -procesos abiertos y sujetos a rendición de cuentas-, es un elemento clave de una elección democrática. En cada etapa del proceso electoral, los observadores externos (nacionales y, en su caso, internacionales) deben tener el derecho de estar convencidos de que se están siguiendo los procedimientos adecuados.
Con los procedimientos manuales, la transparencia es relativamente directa, ya que son usualmente visibles y no es difícil ofrecerle acceso a los observadores externos. Con algunos procedimientos tecnológicos, puede ser más difícil satisfacer a los observadores externos de que los resultados electorales están a la vista. Por ejemplo, con los sistemas de votación electrónica ¿cómo puede estar seguro el observador casual de que lo que entró en la "caja negra" es lo que salió?. Por otra parte, la transparencia también puede ser mejorada mediante el uso de tecnología, por ejemplo, utilizando bases de datos para producir reportes significativos sobre grandes volúmenes de información.
Con los sistemas electrónicos, la transparencia tiene que ser brindada de manera totalmente distinta a como se hace con los sistemas manuales. Esto puede implicar auditorías a los programas de cómputo o códigos de verificación, por ejemplo.
Como resultado, las habilidades requeridas de los observadores de los procesos tecnológicos pueden ser totalmente distintas de las que requieren los observadores electorales tradicionales. Para garantizar la transparencia, puede ser necesario que el organismo electoral ofrezca capacitación especial a los observadores o emplee observadores o auditores independientes para verificar que los sistemas son confiables.
Confianza
Todos los involucrados en la elección deben tener confianza en el proceso.
Cuando se introduce nueva tecnología, es importante que todos los interesados en la elección confíen en que los nuevos sistemas van a funcionar debidamente. Garantizar que los procesos electorales son transparentes es una forma de generar confianza. Una consulta abierta con los interesados es otra forma. También es esencial que existan niveles apropiados de seguridad.
Los administradores electorales y su personal también deben confiar en la tecnología que utilicen. Esto se puede lograr mediante rigurosos procesos de evaluación y estrategias efectivas de capacitación.
Cuando proveedores externos, personal técnico, programadores de sistemas y consultores estén involucrados en el suministro o mantenimiento, el organismo electoral también debe estar satisfecho con su confiablidad. Esto se puede lograr examinando las referencias de otras personas o instituciones que los hayan empleado y mediante auditorías externas y revisiones de verificación.
Ética
A la par de las cuestiones de transparencia y confianza, el organismo electoral debe adoptar la ética apropiada cuando aplique nueva tecnología. Cuando seleccione a los proveedores de tecnología, el organismo electoral debe asegurarse que el proceso de licitación es justo y abierto, que no hay favoritismo ni corrupción. Se deben aplicar a la selección de tecnología todos los procedimientos de compra establecidos.
Cuando se adquieren equipos y programas de cómputo, el organismo electoral debe asegurarse de que se obtengan las licencias correspondientes. Además de los problemas legales y éticos relacionados con el uso de programas no registrados o sin licencia, los usuarios también corren el riesgo de no ser notificados de errores o virus conocidos, arreglos o actualizaciones.
Seguridad
Los sistemas de cómputo utilizados para las elecciones deben contar con altos niveles de seguridad. Se debe impedir que personas no autorizadas acceden, alteren o descarguen información electoral sensible. La existencia de niveles de seguridad visibles son otra forma de asegurar que los sistemas electorales son transparentes y confiables.
Existen varios mecanismos para tener seguridad en los equipos de cómputo, Entre ellos la protección mediante de contraseñas, encriptamiento, programas de verificación y aislamiento físico (ver Seguridad.)
Precisión
La precisión es vital para la conducción de una elección, especialmente cuando se trata del conteo y reporte de resultados para asegurar que los sistemas tecnológicos son confiables, deben ser probados. La precisión puede ser probada incorporando información conocida en el sistema y verificando que llegue correctamente a los resultados conocidos. Otro método consiste en procesar la misma serie de información a través de dos o más sistemas independientes para verificar que obtengan el mismo resultado.
En suma, se esperaría que la precisión se incremente con la adopción de tecnología nueva o mejorada.
Privacidad
Los sistemas de cómputo electoral a menudo contienen información personal sensible sobre un gran número de ciudadanos, como nombres, direcciones y otros datos personales de las listas de electores así como intenciones del voto en los sistemas de votación electrónica. Muchos países tienen leyes y políticas de privacidad que restringen el acceso a información personal.
Como regla general, todas las personas deben tener derecho a privacidad personal. Si la privacía de una persona es invadida por el uso indebido de información electoral, tanto esa persona como el respeto acordado al proceso electoral pueden sufrir.
Consecuentemente, los mecanismos de seguridad integrados en los sistemas de cómputo electoral deben tomar en cuenta la necesidad de proteger la privacidad de los datos personales incluidos en ellos. Se pueden incorporar mecanismos de auditoría dentro de los sistemas que contengan información personal para rastrear que personas han accedido o modificado datos personales y para ayudar a vigilar y prevenir cualquier invasión no autorizada de la privacidad.
Inclusividad
Cuando se adopta una tecnología que va a impactar a usuarios internos y externos, se les debe considerar en un proceso de consulta para asegurar que sus necesidades son atendidas y que están convencidos de que el nuevo sistema es aceptable y confiable. Siendo inclusivos, los organismos electorales incrementan la probabilidad de que la nueva tecnología sea aplicada exitosamente.
Cuando los potenciales usuarios de la nueva tecnología, especialmente el público en general, no esté familiarizado con ella, es importante brindar suficiente información que les permita sentirse incluidos en el proceso. Ya que la tecnología electoral tiene el potencial de afectar directamente el proceso político, es importante generar un sentido de pertenencia en sus usuarios, mucho mayor del que se podría considerar en otros sistemas gubernamentales.
Además se deben tomar en cuenta consideraciones de acceso e igualdad cuando se adopte nueva tecnología para asegurarse de incorporar a personas con necesidades especiales.
Costo-efectividad
Introducir nueva tecnología para efectos electorales puede incrementar los costos o disminuirlos, dependiendo de su costo en comparación del sistema que reemplaza. Se debe realizar una evaluación sobre el costo-efectividad de la nueva tecnología antes de comprometerse con su adopción.
La tecnología puede parecer costosa en su fase de instrumentación, pero puede ahorrar dinero en el largo plazo, sobre todo cuando se puede encontrar una solución tecnológica de bajo costo que reemplace a una aplicación costosa y de baja tecnología. Se necesita ponderar los costos y ahorros asociados con la introducción de tecnología. Al hacerlo se deben tener en cuenta no solo los costos involucrados en la compra de equipos, programas y la contratación de consultores para instalar un nuevo sistema, sino también los costos permanente de mantenimiento y administración.
Se debe determinar el ciclo de vida de la nueva tecnología. Una tecnología que se puede reutilizar para más de una elección o de una actividad será mejor en términos de costo-efectividad que una que solo pueda ser utilizada una vez antes de ser reemplazada.
Muchas soluciones tecnológicas pueden costar mucho más que los procedimientos manuales a los que reemplazan. No siempre resulta recomendable en términos de costo-efectividad introducir nuevas tecnologías cuando implican mejoras relativamente menores que no justifican los gastos adicionales. No se tiene que adoptar una solución de alto costo y tecnología si una alternativa de bajo costo y tecnología resulta aceptable en las circunstancias prevalecientes.
Antes de hacer una compra, se tiene que tener la seguridad de contar con los fondos para la fase inicial de ejecución y los costos de mantenimiento permanente.
Eficiencia
Usualmente se cree que la nueva tecnología es más eficiente que la antigua. Esto no siempre es cierto en la práctica es posible reemplazar un proceso manual eficiente con un automatizado ineficiente si el nuevo proceso no es cuidadosamente evaluado. Cuando se decide incorporar una nueva tecnología, es recomendable tener cuidado para asegurar que es más eficiente que la que reemplaza.
Uno de los mayores beneficios de la tecnología es su capacidad para ejecutar complejas y enormes tareas en un breve periodo, comparado con el tiempo que toma realizarlas manualmente. Esto puede permitirle a los organismos electorales reducir costos empleando menos personal. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que el acceso a tecnología moderna también puede conducir a una mayor demanda de personal a medida de que la productividad se incrementa y se espera más de él.
Sustentabilidad
Generalmente es costoso adquirir tecnología. Si es sustentable y puede ser utilizada para más de un propósito o de una elección, será preferible en términos de costo-efectividad.
Adoptar nueva tecnología para cada elección puede ser costoso e insostenible en el largo plazo. Por otra parte, la tecnología mejora con tal velocidad que la de hoy en día puede ser caduca para cuando se organice una próxima elección en tres o cuatro años. La capacidad de los procesadores personales es un buen ejemplo de cómo la tecnología de vanguardia puede ser rápidamente superada. Cuando el cambio es rápido, puede ser más conveniente en términos de costo efectividad arrendar equipo que comprarlo para optimizar las capacidades en cada elección sucesiva.
Flexibilidad
Es probable que una tecnología que sea flexible sea mejor en términos de costo-efectividad y sustentabilidad. Puede ser recomendable adoptar una tecnología que tiene potencial para más de un uso si esto no compromete la necesidad básica.
En situaciones de transición, cuando el futuro de los métodos de administración electoral es incierto, es deseable adoptar tecnología flexible que pueda resultar útil bajo circunstancias distintas. En otros términos, es deseable evitar comprar tecnología altamente especializada e inflexible y comprar productos más genéricos que faciliten su uso en distintas aplicaciones.
Una de las ventajas perceptibles de utilizar tecnología para las elecciones es su capacidad para ofrecerle mayor flexibilidad o mayores opciones a los usuarios. Cuando se introduce nueva tecnología, el organismo electoral debe cuidar que no se reduzca la flexibilidad al limitar el número de opciones disponibles. Por ejemplo, puede ser más recomendable introducir la votación electrónica como una opción adicional a las papeletas manuales, en lugar de reemplazarlas totalmente para garantizar que los usuarios sin habilidades o acceso a medios electrónicos no se encuentren en desventaja.
Vocación de servicio
Las elecciones tienen que ver en gran medida con la provisión de un servicio a clientes, los electores. La nueva tecnología debe ser seleccionada con el servicio al cliente en mente. Debe ser fácil de usar, particularmente por usuarios externos, y procurar simplificar el proceso para los electores, no hacerlo más difícil.