Se pueden aplicar varias rutinas para validar la información a fin de ayudar a identificar errores o fraudes. Algunas de esas rutinas de validación son:
- Requerir que la información sobre los domicilios se ajuste a una base geográfica estándar (ver Base Geográfica para el Registro de Electores)
- Ejecutar pruebas de calidad automáticas (como asegurar que la fecha de nacimiento de los electores se ubica dentro del rango de edad permitido o que los datos de ciudadanía declarados satisfacen los criterios de elegibilidad).
- Verificar si el deletreado de los nombres se ajusta a una lista estándar (para identificar posibles errores).
- Verificar si el número de electores registrados en una dirección determinada excede el número de personas capaces de vivir en ella.
- Cuando se digitalizan las firmas, fotografías o huellas digitales, verificar electrónicamente si cualquiera de estos rasgos de identidad presentados por un elector corresponden a los de otros registros en la base de datos.