¿Por qué elecciones y tecnología'?
La tecnología es esencial para conducir elecciones. Se utiliza en cada etapa del proceso electoral, por ejemplo, para integrar las listas de electores, trazar las divisiones electorales, reclutar y capacitar al personal, imprimir las papeletas, conducir campañas de educación electoral y publicar los resultados de las elecciones. La aplicación apropiada de la tecnología a las elecciones puede incrementar la eficiencia administrativa, reducir los costos a largo plazo y fortalecer la transparencia política.
Las tecnologías utilizadas en las elecciones pueden ser "viejas" como las imprentas, los bolígrafos, las máquinas de escribir, las calculadoras electrónicas y los radios, o "nuevas" como las computadoras, los escaners ópticos, los mapas digitales e internet. Sin acceso a tecnología, la logística de las elecciones modernas a gran escala estaría más allá de nuestras capacidades.
La complejidad de la tecnología utilizada en las elecciones alrededor del mundo varía significativamente. Los niveles de cambio tecnológico son tan veloces que los organismos electorales deben revalorar continuamente el uso de tecnologías para determinar si deben adoptar nuevas tecnologías o actualizar las existentes para mejorar su desempeño.
Esta sección busca ayudar a los organismos electorales en esta tarea:
- Describiendo las tecnologías que se utilizan actualmente en los procesos electorales.
- Ofreciendo directrices para que los organismos electorales consideren la adopción y aplicación de nuevas tecnologías.
- Brindando ejemplos de "prácticas recomendables" en el uso de tecnologías, así como de aquellos casos en que la tecnología no ha respondido a las expectativas.
- Explorando a futuro algunas de las tecnologías emergentes que pueden aplicarse a las elecciones en el siglo XXI. 
La sección sobre elecciones y tecnología es diferente de otras incluidas en el Proyecto sobre Administración y Costo de Elecciones. Mientras que otras secciones cubren aspectos específicos del proceso electoral, la de elecciones y tecnología se refiere a la tecnología apropiada para cualquier componente del proceso electoral.
Esto no significa que el uso de la tecnología en las elecciones sea un fin en si mismo. Más bien, se reconoce que una misma solución tecnológica puede aplicarse a distintos aspectos del proceso electoral. Por ejemplo, las bases de datos electrónicas pueden utilizarse en casi cualquier parte del proceso electoral, incluyendo los listados de electores, inventarios, pagos del personal, voto postal, escrutinio de votos y difusión de resultados.
Para que los usuarios puedan relacionar el uso de tecnología a un proceso electoral específico, esta sección contiene ligas con los distintos temas del proyecto ACE. Las revisiones posteriores del Proyecto ACE incluirán ligas entre esas áreas y referencias concretas de esta sección sobre elecciones y tecnología.
¿Qué entendemos por tecnología?
La "tecnología" puede ser definida simplemente como cualquier cosa que implique la aplicación de la ciencia y la ingeniería. Esta es una definición muy amplia que puede cubrir cualquier artículo manufacturado. Para efectos de esta sección, requerimos una definición limitada y relacionada de manea más directa con la administración electoral.
Podríamos utilizar el término "nueva tecnología", pero lo que es nuevo en un lugar puede ser viejo en otro. Nueva tecnología también tiene un significado evolutivo: la imprenta de Gutenberg, los relojes de pulsera, las máquinas de escribir y los bolígrafos fueron ejemplos de nueva tecnología cuando fueron desarrollados. Ahora todos ellos difícilmente pueden considerarse como "tecnológicos".
Cuando la gente discuta sobre "elecciones y tecnología" en el siglo XXI, se referirán a computadoras y artículos electrónicos como los escaners, los lectores de código de barras e internet. Pero existen otros ejemplos de tecnología electoral que no involucran directamente a las computadoras, como el equipo para la votación hecho de cartón o plástico.
Para que esta sección sea de un tamaño manejable, limitaremos nuestra definición de "tecnología" para incluir básicamente dispositivos electrónicos o mecánicos, que comprendan pero no se limiten, a los equipos de cómputo o automatizados. También se harán algunas referencias a innovaciones no electrónicas que tienen aplicaciones electorales específicas. Por tanto, esta definición puede comprender tanto tecnología existente o "vieja", como emergente, en desarrollo o "nueva".
Esta sección abordará brevemente las tecnologías emergentes. Sin embargo, se concentrará más en actividades prácticas, como por ejemplo, ¿qué tecnologías se encuentran actualmente en uso alrededor del mundo? ¿como pueden aplicarse estas tecnologías a un caso concreto?, ¿como puedo mejorar las tecnologías que empleo actualmente?.
Aplicación de tecnología para propósitos electorales
Hay varios aspectos que considerar cuando se aplican tecnologías para efectos electorales. Se mencionan algunos de los principales.
Las elecciones son una actividad de alto riesgo. Tienen que ser realizadas de manera apropiada, estar abiertas al escrutinio público y hacerse bien a la primera vez. A diferencia de otras aplicaciones tecnológicas, donde los sistemas pueden ser introducidos gradualmente con amplios calendarios para prueba y ejecución, muchos sistemas electorales solo serán utilizados en "vivo" una sola vez y deben funcionar correctamente esa vez o la elección en su conjunto puede fracasar.
Quizá la primera cuestión a considerar es si realmente se necesita mejorar o escalar la tecnología existente o introducir una nueva. En algunos casos los costos o los riesgos pueden ser muy altos y puede ser más apropiado continuar usando los sistemas existentes.
Usar tecnología para propósitos electorales puede ser costoso, especialmente en la etapa de instrumentación. Muchas soluciones tecnológicas pueden tener un costo significativamente mayor al de los procesos manuales a los que se trata de reemplazar. No siempre puede ser efectivo o rentable aplicar nueva tecnología cuando solo se trata de mejoras menores que no justifican los costos adicionales. No se tiene que aplicar una solución de alto costo y alta tecnología, si una alternativa de baja tecnología es aceptable para determinadas circunstancias.
También hay ocasiones en que la nueva tecnología puede ahorrar dinero a largo plazo. Se necesita ponderar los costos y ahorros asociados con la introducción de tecnología. Al hacerlo se tienen que tener en mente no solo los costos iniciales relacionados con la adquisición de equipos y programas y el empleo de asesores para montar el nuevo sistema, sino también los costos permanentes de mantenimiento y administración (esto generalmente requiere contar con un respaldo y compromiso presupuestal).
También se debe considerar la sustentabilidad de cualquier tecnología que se adopte. En muchos casos, será necesario asegurarse que la tecnología que se adopte para la elección del año próximo será útil para la elección subsecuente. Adoptar nueva tecnología para cada elección puede ser muy costoso e insostenible en el largo plazo. 
Por otra parte, la tecnología mejora con tal velocidad que la de hoy en día puede ser caduca para cuando se organice una próxima elección en tres o cuatro años. La capacidad de los procesadores personales es un buen ejemplo de cómo la tecnología de vanguardia puede ser rápidamente superada. Cuando el cambio es rápido, puede ser más conveniente en términos de costo efectividad arrendar equipo que comprarlo para optimizar las capacidades en cada elección sucesiva.
Se deben considerar otros factores para determinar la conveniencia de utilizar nuevos sistemas. Entre ellos el ambiente físico y la infraestructura local. Por ejemplo, un país con problemas en el suministro de energía eléctrica puede no ser el sitio más apropiado para instalar una amplia red de computadoras personales que requieren una fuente de energía confiable. Altos niveles de humedad, polvo o arena también pueden restringir la elección de la tecnología apropiada.
También se debe tomar en cuenta la seguridad de la nueva tecnología. Especialmente cuando se emplea para grabar, contar o transmitir datos electorales, la tecnología debe ser al menos tan segura como los procedimientos manuales análogos, e idealmente debe serlo más. 
Antes de introducir nuevas tecnologías es importante consultar a todos los interesados que es probable que resulten afectados. El personal del organismo electoral debe estar dispuesto y ser capaz de introducir los cambios. Los participantes en el proceso electoral, como los partidos, candidatos y los medios tienen que ser consultados para saber si un cambio los afecta, por ejemplo, cuando se considera la adopción de un sistema de votación electrónico. La nueva tecnología puede requerir cambios en la legislación y regulaciones electorales. Estos cambios tienen que ser negociados y garantizados antes de que se pueda asumir un compromiso respecto a la nueva tecnología.
Se requiere de tiempo para la aplicación de la nueva tecnología: tiempo para consultar a los interesados; para identificar necesidades; para seleccionar la tecnología específica que se va a adoptar; para aplicarla; para asegurarse de que funcionará efectivamente cuando se requiera y para capacitar a quienes van a utilizarla. Es común que los organismos electorales subestimen el tiempo que tomará instrumentar un nuevo sistema. Si la aplicación es apresurada, crece el riesgo de que el sistema falle en un momento crucial.
Otra falla potencial es la de tratar de hacer demasiado muy rápido. En lugar de dar un salto de gran cuantía y aplicar una tecnología radicalmente nueva (comparada con la existente) en un solo paso, puede ser más apropiado aplicar el cambio gradualmente a lo largo de varios procesos electorales.
Una vez que se ha tomado la decisión de adoptar una nueva tecnología, se requiere desarrollar un plan de instrumentación. Este debe incluir los resultados esperados, un cronograma, distribución de responsabilidades, listas de verificación, normas y controles de calidad y el presupuesto correspondiente. Puede ser útil llevar a cabo primero un programa piloto, para probar un sistema a pequeña escala. Después de pruebas a pequeña escala, uno de los pasos finales antes de poner en operación el sistema puede ser una prueba de carga a gran escala, donde el sistema sea probado a través de un simulacro que sea lo  más parecido posible a la realidad.
Un aspecto esencial de la aplicación de nueva tecnología es la capacitación de quienes van a utilizarla. Para los sistemas que solo van a ser utilizados de manera interna, solo puede ser necesario capacitar al personal involucrado. Pero cuando la tecnología va a ser utilizada por usuarios externos, por ejemplo, si se va a introducir un sistema de votación electrónico, los usuarios externos también tendrán que ser capacitados. Cuando los usuarios externos sean todos los electores, esta "capacitación" puede comprender una campaña masiva a través de los medios de comunicación. El tiempo para conducir la capacitación de los usuarios debe ser considerada en el plan de instrumentación.
Cualquier tecnología, nueva o vieja, puede fallar. Cuando se adoptan nuevas tecnologías, el riesgo de falla puede ser mayor que con sistemas probados y utilizados. Consecuentemente, es recomendable contar con planes de contingencia para cuando falle la tecnología. Con frecuencia esto comprende sistemas manuales de respaldo que puedan entrar en operación rápidamente. Por ejemplo, cuando los votos son contados electrónicamente, debe contarse con planes que permitan pasar de un conteo normal si el sistema electrónico falla. Los sistemas de cómputo también deben ser diseñados con sus propios sistemas de respaldo, utilizando por ejemplo, servidores espejo, creando regularmente copias de respaldo de la información y almacenándolas en otros sitios.
¿Qué tipos de tecnología están cubiertos en esta área temática?
Si se está considerando adoptar nueva tecnología para propósitos electorales, un buen punto de partida es considerar que tecnología está actualmente en uso, para que se le emplea, quién lo hace y qué problemas han surgido con su aplicación. Esta área temática examinará los siguientes tipos de tecnología actualmente en uso alrededor del mundo:
- Sistemas de cómputo 
- Compuradoras personales 
- Programas  (software) automatizados para oficina 
- Redes de área local (LAN's) y redes de área amplia (WAN's)
- Tecnología para comunicaciones como teléfonos, fax, radio, televisión, microondas y satélite
- Internet 
- Sistemas de votación electrónicos 
- Sistemas de votación mecánicos 
- Sistemas de escaneo 
- Sistemas de identificación 
- Bases de datos y sus aplicaciones 
- Aplicaciones cartográficas como los sistemas geográficos de información (GIS) y sistemas de posicionamiento global (GPS)
- Aplicaciones audiovisuales
- Sistemas para el diseño asistido por computadora (CAD's)
Después de explorar las tecnologías y aplicaciones actualmente en uso, es posible que lo que se quiera hacer no haya sido hecho antes. Para ayudar a quienes consideran abrir nuevas vetas, la sección sobre elecciones y tecnología también trata de sondear en el futuro qué tipo de tecnología puede ser capaz de ofrecer el mundo de la administración electoral en este nuevo siglo.