Al final del ciclo de vida de un componente tecnológico, surge la pregunta de sí es más económico utilizar o desechar el equipo obsoleto. A medida que se aceleran las mejoras en la tecnología computacional, esa pregunta puede surgir o no dos años después de la adquisición. En algunos casos, especialmente cuando la tecnología sigue funcionando de manera satisfactoria, puede ser preferible conservarla a pesar de ser obsoleta. En otros, puede ser deseable actualizarla rápidamente para obtener algún beneficio de la reventa del viejo equipo mientras conserva algún valor.
La cuestión de cuándo actualizar o mejorar un equipo obsoleto debe ser tomado en cuenta al momento de la presupuestación, ya que impactará los costos probables de la tecnología en el largo plazo.
Por otra parte, si la vida de un componente tecnológico puede ser extendida al punto de ser utilizada en varios procesos electorales, su costo puede ser amortizado a lo largo de ese periodo. Esto servirá para reducir los costos de largo plazo.
Este enfoque necesita valorar la decisión de reutilizar la tecnología aún cuando en términos del mercado o la industria se considera obsoleta. En caso de que la tecnología continúe desempeñando los servicios requeridos dentro de estándares aceptables, reutilizarla puede ser una práctica aconsejable.
Además de evitar los costos relacionados con mejoras o actualizaciones, la decisión de reutilizar los equipos tiene la ventaja de la familiaridad y evitar las posibles fallas de implantar tecnología nueva y posiblemente no probada.
Cuando se decida si se reutiliza o no la tecnología y amortizarla a lo largo de dos o más procesos electorales, los costos de mantenimiento y, de ser necesario, la actualización o mejoramiento, deben ser ponderados a la luz de los costos relacionados con su reemplazo. El curso de acción más económico dependerá del tipo de tecnología y los tiempos de duración considerados.
Cuando se ha tomado la decisión de desechar el equipo obsoleto, puede ser posible recuperar parte de la inversión mediante su reventa. La tecnología que se considera obsoleta en un país o industria puede representar una mejora en otra. Si bien es difícil que cualquier reembolso que se obtenga por su venta represente una recuperación significativa respecto al precio original de compra, lo cierto es que puede representar más valor que simplemente destruir o regalar el equipo obsoleto.
Algunos gobiernos cuentan con agencias que se especializan en desechar equipo obsoleto de todas sus dependencias. Algunos acostumbran distribuirlo o donarlo como una forma de ayuda. Algunas otras dependencias pueden estar felices de aceptar equipo obsoleto. Por ejemplo, las escuelas pueden estar interesadas en recibir equipos de cómputo obsoletos para uso de los estudiantes.
Si estas opciones no se encuentran disponibles o no son factibles, puede ser más práctico vender el equipo obsoleto mediante concurso o simplemente fijarle precios razonables de mercado y anunciar su venta públicamente.
Ver también Políticas de Depreciación y Amortización