El uso electoral de la tecnología debe ser sensible a la disposición de los interesados para asimilarla. En algunos casos, la gente suele esperar más de ella de lo que puede ofrecer de manera realista. En otros, la gente puede desconfiar, sospechar de ella o estar mal preparados para adoptarla.
Las expectativas pocos realistas pueden traducirse en la adopción de tecnología que no sea capaz de satisfacer las funciones esperadas. Esto puede ocurrir si la tecnología seleccionada no es la apropiada para las tareas contempladas o si no se cuenta con mecanismos de soporte para darle mantenimiento una vez instalada.
La falta de confianza o la sospecha pueden provocar demoras en su implantación o frenar un proyecto. Cuando los interesados están mal equipados para adoptarla, quizá por la falta de personal capacitado o problemas de infraestructura, la tecnología puede fácilmente quedar por debajo de las expectativas.
Para maximizar las oportunidades de éxito, se pueden adoptar diversas estrategias para reducir expectativas poco realistas, sospechas o falta de confianza y para incrementar la capacidad de los interesados para adoptarla.
Superar la resistencia al cambio
Puede haber oposición burocrática a la innovación o al cambio. Esto puede ocurrir cuando hay intereses creados en conservar el sistema vigente. Un temor común es que la adopción de nueva tecnología significa pérdida de empleos. Por supuesto, esto es cierto en algunas ocasiones y es un problema que debe ser reconocido y atendido por la autoridad electoral mediante negociaciones con el personal que puede resultar afectado.
La adopción de tecnología cambia a veces la naturaleza del ámbito de trabajo sin reducir necesariamente la fuerza laboral, disminuyendo la necesidad de personal empleado en actividades manuales pero incrementando el personal necesario para manejar la tecnología. En algunos casos, este personal puede ser el mismo y no se pierden empleos. En otros, debido a las distintas capacidades requeridas, parte del personal puede resultar excedente mientras se puede requerir de otro con capacidades distintas.
Cuando se espere que la adopción de tecnología provoque cambios significativos en las prácticas laborales, es conveniente que la autoridad electoral adopte una estrategia para el cambio administrativo. Muchas firmas de administración ofrecen consultores experimentados en cambios administrativos que pueden ofrecer buenos consejos sobre las estrategias más apropiadas. El aspecto más importante del cambio administrativo es el de realizar consultas periódicas con los interesados, especialmente con los afectados, desde antes de que inicie el proceso. Es más probable que los interesados que estén bien informados sobre las razones del cambio y los beneficios derivados de él brinden un mayor apoyo, sobre todo si se les da la oportunidad de realizar contribuciones significativas en las etapas de planeación e implantación.
También puede haber oposición política a la innovación o al cambio. Por su naturaleza, las elecciones son políticamente sensibles, por lo que es posible que la implantación de nuevas tecnologías tengan un impacto político. Por ejemplo, la introducción del voto electrónico puede cambiar la demografía de una población votante permitiendo mayor acceso para votar. Nuevamente, es importante consultar con los involucrados antes de entrar en escena y garantizar su acuerdo para el cambio. Es esencial, asegurar el apoyo político para el cambio.
La renuencia a adoptar tecnología también puede detener la falta de confianza en la nueva tecnología. La falta de confianza puede ocurrir a través de un malentendido, falta de conocimiento, u otras numerosas razones. Nuevamente, consultar y explicar claramente que hay detrás de la tecnología puede ayudar a aclarar los malos entendidos y remediar la falta de conocimiento. Cuando el sistema que esté siendo considerado podría tener implicaciones para el proceso electoral, como en el caso de un sistema de voto electrónico, será necesario adquirir confianza para conducir rigurosamente, evaluaciones transparentes del sistema propuesto, idealmente verificado de manera independiente.
Cuando la tecnología considerada afecte al público, es importante incorporarlo como una parte muy importante de este proceso y conseguir su confianza en el nuevo sistema. Esto puede significar la instrumentación de una campaña de comunicación a gran escala para informar a la población votante sobre los cambios propuestos (ver Educación Electoral). Antes de hacerlo, lo deseable sería investigar los métodos de mercado para probar las propuestas con algunos grupos de interés o suministrando algunos ejemplos a la población. Los cambios significativos como la introducción de voto electrónico o por internet pueden ser sujetos de investigación pública, como en el caso de una comisión de averiguaciones o de un comité parlamentario de investigación. Los investigadores públicos son una buena oportunidad para evaluar la reacción del público a través de subcomisiones públicas y de los medios de comunicación interesados por la conducta de los investigadores. La efectiva cooperación de EMBs con estos investigadores públicos es también un buen medio para promover la confianza y el entendimiento de las nuevas tecnologías propuestas.
La madurez del entorno político también tendrá un impacto en la aceptación de las nuevas tecnologías. Cuando una sociedad está en una fase de transición, las expectativas pueden ser muy altas o por el contrario la desconfianza. El EMB responsable podría darse cuenta de estas posibilidades y estar preparada para trabajar con ellas.
En ambientes políticos maduros con gran estabilidad política, donde pueden ser más renuentes al cambio sobre las bases del presente sistema con el que han trabajado, o que no necesitan hacer ninguna actividad de manera distinta. En este caso, la necesidad de cambiar deberá estar persuasivamente presentada, y los involucrados necesitarán estar convencidos de los beneficios que surgirán a través de la adopción de una nueva tecnología.
Manejar grandes expectativas
Mientras algunas personas pueden estar desconfiadas ante una nueva tecnología, otras pueden esperar mucho de ella. Particularmente, cuando la gente no ha tenido mucho contacto con la tecnología, puede haber una expectativa poco realista de la aplicación de ésta a un problema que sería fácilmente solucionado.
Si las expectativas poco realistas no son minimizadas, existe el riesgo de que las soluciones tecnológicas elegidas puedan ser inapropiadas o incapaces de responder adecuadamente a las mismas. Al igual que con la falta de confianza, las expectativas poco realistas pueden ser atenuadas mediante la consulta e información a los involucrados, y siendo transparentes e identificando los riesgos para equilibrar las oportunidades identificadas.
Reducir los problemas estructurales
La nueva tecnología puede ser exitosa, sólo cuando existen los recursos humanos y físicos para administrarla adecuadamente. El personal o contratistas necesitan conseguir quien pueda implementar y operar la tecnología o quien es capaz de realizar la capacitación. Cuando no hay disponibilidad de personal capacitado, se pueden adoptar estrategias de capacitación para proveer adecuadamente personal capacitado, o mediante el empleo de contratistas externos.
Si se van a utilizar contratistas externos se deben tomar en cuenta, las necesidades de su costo cuando se adopte la nueva tecnología. Cuando una EMB confíe en los contratistas, deberá estar conciente que podrían necesitarlos, no solo para instrumentar la tecnología seleccionada, sino también operarla, mantenerla y actualizarla.
Los recursos físicos tendrán un impacto en la preparación de un país para asimilar la tecnología. El acceso a fuentes de suministro confiables, a líneas de comunicación y medios de almacenamiento seguro, puede ser crucial para la instrumentación de nuevas tecnologías. Cuando no se cuenta con infraestructura adecuada o no es confiable, las opciones pueden ser limitadas o poco prácticas. (ver "etb03" y Consideraciones Especiales en Países de Menor Desarrollo).
El ambiente de seguridad también tendrá un impacto sobre el probable éxito de la nueva tecnología, en particular, cuando un país está en transición democrática. Si existe el riesgo de que el proceso electoral puede ser interrumpido por un descontento o sabotaje civil, se necesitará tener cuidado que la tecnología elegida sea suficientemente fuerte y flexible para continuar funcionando si una parte de un sistema empieza a ser inoperable. Esto puede consistir en estrategias tales como mantenimiento múltiple, respaldos de información en diferentes sitios, o garantizar que la red puede continuar operando cuando fallen uno o más vínculos. Puede ser mejor aún que el manual de respaldo del sistema esté disponible para poner nuevamente en funcionamiento una línea en el caso de una irrecuperable falla del sistema.
Cuando el proceso electoral es entendido como un componente para el mantenimiento de la paz, pueden surgir complicaciones debido a la naturaleza inusual de los cuerpos burocráticos establecidos para llevar a cabo la misión. En un contexto de falta de estructuras burocráticas establecidas y con intentos para completar un gran ejercicio logístico en un corto tiempo, puede resultar muy difícil instrumentar una misión de paz para incorporar una nueva tecnología.. Muchas de las estrategias descritas anteriormente pueden ser necesarias para alcanzar un resultado satisfactorio.