La tecnología aplicada en elecciones generalmente (aunque no siempre) es muy cara. Para efectos electorales, el financiamiento de la tecnología es una parte fundamental en la instrumentación de la misma.
A largo plazo, el uso de la tecnología probablemente nos llevará a conseguir mejoras en la eficiencia y productividad y en muchos casos a reducir los costos. En el corto plazo, la adquisición e instrumentación de la tecnología parecen guiarnos a un incremento significativo en los costos. Éstos, específicamente se incrementan cuando se introduce un nuevo sistema conjuntamente con uno más viejo, o cuando se tienen que desarrollar o adquirir los nuevos sistemas o equipos de cómputo.
Asegurar los recursos necesarios para instrumentar las nuevas tecnologías o actualizar la existente es un componente fundamental en cualquier proceso de planeación (ver Elección y Adquisición de Tecnología). Asegurar y conseguir el adecuado financiamiento es una actividad que se debe llevar a cabo antes de que la etapa de adquisición de tecnología rebase la etapa de planeación.
Son varios los pasos involucrados al conseguir los fondos necesarios para la compra de tecnología.
La primera consideración que hay que tomar en cuenta se refiere a si la nueva tecnología propuesta es asequible. Se debe obtener el costo indicativo de la tecnología propuesta para determinar si el gasto estimado es realista en función de las circunstancias particulares. Cuando se consideran varias tecnologías, puede ser necesario priorizar las opciones disponibles y, desechar las opciones de menor importancia que no estén al alcance dadas las restricciones presupuestales.
Para mayor información ver Precios Asequibles.
Después de que se haya tomado una decisión con relación a cierta tecnología que esté a nuestro alcance, el siguiente paso es preparar un presupuesto detallado, el cual necesita tomar en consideración los gastos asociados tanto inmediatos como posteriores, derivados de la tecnología elegida.
Básicamente son cuatro los componentes en un presupuesto de esta naturaleza: la lista de bienes y servicios necesarios para su adquisición, el costo de cada elemento, las fechas límites consideradas para el programa de pagos, y cualquier otro ahorro que se pueda lograr al adoptar la nueva tecnología. A excepción del caso de los elementos que sean utilizados por única ocasión y después desechados, la mayoría de los elementos tecnológicos requerirán de más fondos que permita su mantenimiento y reutilización. Cuando obtenemos fondos para tecnología es importante asegurarnos que también se contempla su obtención para pagos posteriores para efectos de su mantenimiento y reciclamiento.
Para mayores detalles, que incluyen actividades supervisión de los aspectos a considerar, ver Presupuestación.
Una vez preparado el presupuesto detallado, el siguiente paso es conseguir los fondos tanto de fuentes gubernamentales como no gubernamentales. El éxito de este proceso dependerá del cuidado para preparar el negocio de adquisición y el presupuesto. La clara identificación de los beneficios de la adquisición de tecnología y la minuciosa preparación presupuestal, probablemente están orientados a persuadir a las fuentes de financiamiento para que provean los recursos necesarios.
La necesidad de nueva tecnología tendrá que ser 'vendida' a las autoridades respectivas. Será necesario establecer los costos y beneficios de la introducción de tecnología. En muchas ocasiones, nos llevará a incrementar costos. En estos casos, los beneficios no materiales tendrán que enfatizarse, como por ejemplo, el aumento de la precisión, velocidad y la eficiencia. En otros, particularmente los de largo plazo, en donde las aplicaciones tecnológicas reemplazan los costosos procesos manuales, la nueva tecnología puede llevarnos a una reducción significativa de costos. Estos casos generalmente son más fáciles de 'vender', no obstante se debe tener cuidado con el presupuesto para asegurar que están considerados en su preparación la totalidad de los costos.
Es posible en algunas situaciones utilizar mecanismos de financiamiento innovadores, como lo son la colaboración conjunta o los acuerdos por arrendamiento. En estos casos, se tiene que tener cuidado para asegurar que el EMB mantenga un comportamiento ético.
Una vez acordada la provisión de fondos, es importante asegurar que estén disponibles para el adecuado desarrollo, prueba e instrumentación de la nueva tecnología.
Para mayor es detalles, ver Obtención de Fondos.
Dependiendo de las circunstancias, puede haber financiamiento internacional. Esto aplicará en donde haya la opción de financiamiento externo, particularmente en donde el apoyo esté siendo proporcionado por otros gobiernos o por Organismos no Gubernamentales. En estos casos se pueden presentar situaciones poco comunes, como el caso de intercambio externo, incertidumbre de la disponibilidad de fondos, o potenciales conflictos o imposiciones relativas, por ejemplo a las fuentes de suministro.
Para mayores detalles ver Uso de Financiamiento Internacional.
Cuando se preparan presupuestos para la vida de un proyecto o una tecnología, políticas de depreciación y amortización tendrán un impacto sobre los cálculos de los costos y de los beneficios, particularmente en años posteriores.
Para mayores detalles ver Políticas de Depreciación y Amortización.
Al final del ciclo vital de un elemento tecnológico, se tendrá que considerar si es más económico la utilización del equipo obsoleto o definivitamente se tendrá que desechar. Ya que los adelantos tecnológicos en materia de computación están muy acelerados, este problema se puede presentar en un periodo de uno a dos años a partir de su adquisición. En ciertos casos, particularmente esta tecnología continuará operando satisfactoriamente, a pesar de que se considere obsoleta. Probablemente conservará su valor. En otros, será deseable actualizar la tecnología lo más rápido posible a efecto de obtener algún beneficio con la reventa del equipo usado, mientas mantenga cierto valor.
Se debe tomar en cuenta en términos de presupuestación, así como su impacto en el costo de la tecnología a largo plazo, el aspecto relacionado con la decisión de cuando se desee actualizar el equipo obsoleto
Para mayores detalles ver Uso o Desecho del Equipo Obsoleto.