La tecnología necesita ser administrada. Incluso comprar y usar una simple computadora personal implica mucho más que acudir a la tienda y volver a casa con algo de tecnología empaquetada:
- Hay que evaluar las necesidades (¿para qué se le quiere? ¿con qué características?)
- Garantizar el financiamiento (¿a quién se puede convencer para pagarla?)
- Siempre es útil un plan de negocios (para ayudar a persuadir a alguien de pagarla?)
- La transportación
- Las habilidades técnicas requeridas
- La necesidad de probarla (asegurarse que funcione como debe)
- Instalación de programas especializados (otra compra y otro técnico)
- Puede ser necesario conectarla a una red (más técnicos con cables, contactos)
- El usuario necesitará una contraseña y una clave de acceso
- El usuario tiene que ser capacitado (para obtener los mejores resultados)
- Puede ser necesario llamar a un técnico (para repararla cuando se averíe)
- Puede ser necesario llamar a un centro de atención (cuando no se logre repararla)
- Después de un tiempo el usuario tendrá una gran cantidad de archivos que necesaritarán estar ordenados, archivados y respaldados (por tanto, no perderás todo el trabajo)
- El usuario querrá otros accesorios (impresora, modem, lector de CD´s)
- El usuario necesitará artículos (papel y toner para la impresora, CD´s para grabar)
- Se necesitará de técnicos que le den servicio de mantenimiento al equipo y programas
- Será necesario emplear personal o consultores que hagan este trabajo en lugar del usuario (los que también deberán estar capacitados)
- No pasará mucho antes de que los programas se vuelvan obsoletos y se requiera actualizarlos o reemplazarlos (más gastos y técnicos)
- A la vuelta de unos pocos años el equipo se tornará caduco y quizá resulte necesario comprar uno nuevo (volver al inicio de la lista y empezar de nuevo)
En otros términos, incluso la tecnología más convencional tiene que ser administrada. En una organización de cualquier tamaño, esta tarea es enorme, consume grandes cantidades de tiempo y esfuerzos del personal. Cuando la tecnología es nueva o relativamente compleja, la tarea de administración lo es en mayor magnitud.
En el terreno electoral, se agregan nuevos niveles de complejidad a la administración de la tecnología. Los organismos electorales generalmente son regidos por disposiciones legales que les son impuestas por el Congreso y, a veces, por algunas otras normas que les son impuestas por el Ejecutivo. En algunas circunstancias, estas presiones externas pueden forzarlos a adoptar cierta tecnología lo quieran o no. En otros casos, el organismo electoral puede desear incorporar nueva tecnología que requiera aprobación del Congreso o del Ejecutivo, así como de otros participantes o interesados en el proceso eleccionario. En cualquier caso el nivel de escrutinio externo será alto.
El ambiente electoral también es relativamente inusual en el sentido de que la tecnología se adquiere con frecuencia para un acontecimiento electoral específico. En ese caso, la tecnología tiene que funcionar a la perfección en una sola oportunidad, cualquier falla del sistema significara desastre. Los planes de prueba, verificación y respaldo tienen que ser rigurosos y confiables para asegurarse que el proceso electoral se celebre sin contratiempo alguno.
Debido a la gran importancia de las elecciones y a la necesidad de precisión, seguridad y transparencia, la administración de la tecnología tiene que ser de la más alta calidad.
Los siguientes temas en esta sección cubren los diversos aspectos de la administración de tecnología en un ambiente electoral. En algunos de los archivos se incluyen listas de verificación para ayudar a identificar los distintos aspectos que tienen que ser contemplados para garantizar una elección exitosa.