Las pruebas de identidad durante una transacción electrónica surgen como un problema de identidad en la última década del siglo XX. Particularmente con movimientos hacia el registro electrónico de los electores y votación por internet, el problema relativo a la comprobación de que la persona que envía una transacción electrónica es la persona nombrada en la transacción es muy importante. Se están desarrollando diversas estrategias, como la provisión de firmas electrónicas, encriptación pública y el uso de Números Personales de Identidad (PIN). Este campo relativamente aún está dando sus primeros pasos, no obstante está cambiando rápidamente, por lo que las mejoras con relación a las identidades electrónicas se pueden esperar en un corto plazo.
Para mayor información, ver Sistemas de Identificación y Encriptamiento.