La base de datos del registro electoral puede ser de utilidad para diferentes aspectos del proceso electoral, como la planeación y la redistritación.
La información del registro electoral puede ser agrupada en distintos niveles geográficos para ayudar a determinar dónde deben ser ubicados los sitios o mesas de votación y qué recursos (humanos y materiales) deben ser asignados a cada una de ellas. Es factible que un organismo electoral vincule la información de su registro con su base de datos para la administración de los sitios de votación para calcular automáticamente las cantidades de material y de personal requerido.
La información del registro electoral también puede ser agrupada en distintos niveles geográficos para ayudar en la revisión de los límites de los distritos electorales o redistritación. Cuando un modelo de redistritación requiera que se tomen en cuenta los potenciales electores futuros, la base de datos del registro puede ser utilizada para determinar la movilidad de electores y las tendencias de crecimiento a lo largo del tiempo. Sin embargo, si bien la información del registro puede mostrar tendencias de crecimiento o disminución del electorado, se debe tener cuidado en incluir otros factores cuando se utilice esta información para efectos de redistritación, como planes para construcción de vivienda o de demolición.