Requisitos simultáneos para registrarse y votar
Casi no requiere decirse que los requisitos para registrarse como elector deben resultar consecuentes con los requisitos básicos para poder votar. Estos normalmente se encuentran consagrados en la constitución del país o en una carta o ley de derechos. La mayoría de los países que aspiran a convertirse en democracias tratan de mantener el sufragio universal para todos los ciudadanos que alcanzan la mayoría de edad, usualmente 18 años. También puede haber requisitos de residencia para el registro y el voto, especialmente si el país utiliza un sistema electoral basado en el domicilio de los votantes. Además, a menudo existen restricciones para que voten ciudadanos cuyos derechos han sido suspendidos en razón de que han sido sentenciados por un crimen o considerados mentalmente incompetentes.
Eliminando obstáculos para registrarse y votar
A lo largo del tiempo, muchas barreras legales para acceder al voto, como las relativas a derechos de propiedad, raza, género y calidad moral (ver Panorama General), han perdido su legitimidad para limitar los procesos de toma de decisión democráticos. Entre los requisitos vigentes actualmente que limitan el acceso al voto, se pueden apreciar cambios similares. En los países escandinavos, por ejemplo, se ha extendido el derecho al voto a los extranjeros para ciertas elecciones locales, siempre y cuando cumplan con algunos requisitos específicos de residencia.
Son cada vez más los países que permiten votar a sus ciudadanos que residen en el extranjero7 Para la elección de 1996 en Bosnia Herzegovina operó un registro electoral para refugiados en más de 10 países del extranjero (Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda, Suecia, Suiza, Turquía y los Estados Unidos, entre otros).8 Las elecciones nacionales de Sudáfrica de 1994 establecieron un precedente único al permitirle votar a sus ciudadanos residentes en 79 países9
La ciudadanía como un obstáculo para el registro
En los nuevos estados, o en países cuyas fronteras se han modificado recientemente o han estado sujetas a disputas, se presenta un asunto particularmente difícil relativo a los requisitos para el registro. La dificultad tiene que ver con la interrogante de cuando un residente adquiere el status ciudadano y, con él, plenos derechos democráticos. En primer término, estos no son en rigor asuntos de administración electoral, sino asuntos directamente políticos que se refieren a cuestiones fundamentales de gobernabilidad, tales como la relación entre nación y estado y la naturaleza de la ciudadanía en un nuevo estado.
Sin embargo, esos asuntos gravitan directamente sobre la administración electoral cuando la existencia de rigurosos requisitos de ciudadanía se traduce en la imposibilidad de que segmentos importantes de la población residente en el país se puedan registrar como electores. En una era en que la mayoría de las elecciones en el mundo son vigiladas por observadores de uno u otro tipo, los obstáculos para el registro pueden fácilmente desembocar en acusaciones de que los principios democráticos de elecciones libres y justas han sido violados.
Identificación de los votantes elegibles
La forma en que los administradores electorales pueden confirmar que los potenciales votantes reúnen los requisitos de ciudadanía y están en condiciones de identificarse como tales varía obviamente de un contexto a otro. En el caso de listas electorales periódicas, esto a menudo se realiza a través de un registro puerta por puerta, el establecimiento de centros de registro o alguna combinación de ambos. Cuando son los potenciales votantes quienes se presentan ante los oficiales electorales, puede ser necesario un procedimiento más completo para determinar su identidad y que satisfacen los requisitos establecidos. En países donde los residentes normalmente portan una identificación personal, como certificado de nacimiento, pasaporte, carta cívica de identidad o licencia para conducir, su simple presentación puede ser suficiente.
En situaciones donde los residentes normalmente no portan alguna identificación personal, especialmente en los países menos desarrollados, determinar la identidad de los ciudadanos puede requerir una declaración juramentada o incluso la confirmación de identidad por otro residente de la comunidad.
Cuando se utilizan listados permanentes, la identificación requerida variará dependiendo si el elector se registra por primera vez o modifica información ya incluida en el registro, aunque el proceso de incorporación de nuevos individuos es muy similar al de la lista periódica. Por ejemplo, los ciudadanos que acaban de alcanzar el requerimiento de edad, puede utilizar sus certificados de nacimiento junto con una identificación con fotografía para probar su identidad y que cumplen los requisitos. Los inmigrantes que acaban de acceder al derecho podrían suministrar documentación migratoria. A los votantes que cambian la información de su registro, como nombre o lugar de residencia, puede requerírseles que presenten certificados de matrimonio o alguna identificación con la dirección correcta, según corresponda.
Con el registro civil, la identidad de los electores potenciales normalmente se determina en razón del registro civil del individuo, referido por su número de identificación. Esta información puede ser transferida del registro civil al registro electoral de manera permanente. Todos los cambios en el registro civil se reflejarán a su vez en el registro electoral.
El voto fuera de la mesa o sitio de votación normal
Muchos sistemas de votación exigen que los votantes se registren en un sitio de votación en particular y limitan el voto a los que están registrados en él. Sin embargo, con frecuencia surge la necesidad de introducir excepciones para los individuos que se encuentran fuera de su sitio ordinario de residencia durante la elección. Una forma de atender esta situación es usando la votación anticipada, en cuyo caso los electores que van a estar fuera durante el periodo normal de votación pueden hacerlo por anticipado. Un segundo método consiste en proveer de certificados de transferencia y de registro a quienes se encuentran ausentes por razones consideradas válidas y legítimas. Esas razones pueden ser definidas de manera muy restringida, para incluir a oficiales electorales y personal militar que se encontrará ausente por motivos de trabajo, o de manera más amplia para incluir a todos aquellos para quienes votar el día normal resulta simplemente inconveniente10
Exenciones para votar
Si bien las autoridades electorales a menudo están dedicadas a asegurar que todos los ciudadanos elegibles estén registrados para votar, en los sistemas donde el voto es obligatorio puede surgir una situación paradójica. Algunos electores registrados pueden efectivamente desear quedar exentos del deber de votar. En Brasil, por ejemplo, el voto es obligatorio para todos los mayores de 18 y menores de 70 años. La única excepción es ser analfabeta, en cuyo caso el voto es optativo. El voto también es opcional para quienes tienen entre 16 y 17 años y después de los 70. Un votante registrado en Brasil que desea ser relevado de la obligación de votar debe completar una "justificación electoral" y presentarla ante el juez electoral en el distrito de votación correspondiente11
Identificación de los votantes: Moldova
El sistema utilizado en Moldova muestra procedimientos de registro especialmente laxos. La lista de electores está basada en el registro civil y relacionada con los "pasaportes internos" que todos los ciudadanos deben portar como identificación. A los votantes que se han mudado de domicilio recientemente y no han realizado el trámite correspondiente, basta con ubicarlos en una lista complementaria o ponerles un sello en su pasaporte para que puedan sufragar en cualquier mesa de votación. Si bien estos procedimientos se pueden prestar a prácticas fraudulentas, las fuertes sanciones que se aplican en caso de votación múltiple han virtualmente suprimido este riesgo en Moldova.12