La observación electoral internacional
se ha convertido en un mecanismo importante para asegurar la integridad
electoral en países que experimentan una transición hacia la democracia o en
sociedades que emana de conflictos. Hoy en día, la observación internacional
goza de una aceptación casi mundial, y puede ayudar a mejorar la confianza del
elector y a evaluar la legitimidad de un proceso electoral.[1] También
se ha convertido en una oportunidad de aprendizaje para los administradores
electorales nacionales y los demás participantes. Fomenta el intercambio
bilateral de conocimiento e información sobre las prácticas electorales,
derivando en ocasiones en relaciones de cooperación duraderas.
Habitualmente, la observación
internacional acontece cuando existen inquietudes sobre la falta de libertad o
imparcialidad en una elección. Para que la observación internacional pueda
detectar y disuadir, de manera efectiva, los problemas de integridad, necesita
ser adaptada al tipo de sistema electoral y a la elección de que se trate. El
tipo de observación en una sociedad que emana de un conflicto es completamente
diferente a la que se podría realizar en un país que adopta reformas
electorales.
Organización de una misión de observación internacional
La mayoría de los observadores
internacionales necesitan una invitación para formar parte de una misión. La primera
interrogante que surge es si un proceso electoral cumple con ciertos criterios
para poderse observar. Algunas organizaciones consideran que un país debe
cumplir con algunas normas básicas antes de que decidan enviar a sus
observadores internacionales. Dichas organizaciones toman esta postura, porque
existe la preocupación de que la observación internacional pueda percibirse
como un elemento que confiere legitimidad a una elección ilegitima. Sin
embargo, un país con un proceso electoral que está por debajo de los
requerimientos básicos, de hecho, necesita de observadores internacionales para
ayudar a identificar prácticas ilegales y fraudulentas.
Efectividad de la observación
internacional
Para garantizar efectivamente la
integridad electoral, la observación internacional debe cubrir todo el proceso
electoral, no sólo un aspecto en específico, como la votación o el conteo de
votos. Los observadores deben tener la capacitación y formación adecuada. Una
de las críticas más comunes que se le hacen a la observación internacional es
que se ha convertido en una forma de “turismo electoral”, con observadores que
en ocasiones carecen de experiencia profesional, y llegan apenas unos días
antes de la elección. Para garantizar que la misión de observadores sea
efectiva y confiable, se deben cumplir ciertas condiciones:
- Periodo adecuado.
Las misiones de los observadores deben tener el tiempo suficiente para
organizarse y observar las fases anteriores a la elección (tales como, el
registro de candidatos y electores) y las posteriores (conteo de los votos,
consolidación de los resultados y la resolución de las controversias más graves).
- Recursos adecuados. Las misiones efectivas requieren de observadores
lo suficientemente calificados y de medios adecuados (de comunicación,
transporte, interpretación), para ayudarlos a desempeñar su trabajo de manera
adecuada.
- Observadores calificados. Para asegurar que su trabajo tenga credibilidad,
los observadores deben estar calificados y capacitados.
- Cobertura amplia.
Los observadores deben analizar el proceso electoral tan meticulosamente como
sea necesario para poder emitir un juicio confiable. La observación más
efectiva es aquella que se realiza a gran escala y cubre todo el proceso
electoral, la que se lleva a cabo a nivel nacional en lugar de regional, y que
incluye todas las regiones en lugar de enfocarse solamente en las áreas con
problemas.
Acreditación
Para poder ingresar a los recintos
electorales y llevar a cabo una observación creíble, el organismo electoral o
la legislatura deben acreditar a los observadores internacionales. La
acreditación debe permitir operar a los observadores de conformidad con los
principios internacionales de la observación electoral, incluyendo designar
monitores para desempeñar ambos tipos de observación: fija y móvil.
Problemas de seguridad
En los países con problemas de
seguridad, algunas áreas se encuentran fuera de los límites de los observadores
si las fuerzas públicas no pueden garantizar su protección. La forma en que
tales restricciones afecten la integridad electoral y la calidad de la
observación dependerá, en gran medida, de la proporción del país que esté fuera
del alcance de los observadores.
[1] Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia
Electoral. The Future of
International Electoral Observation: Lessons Learned and Recommendations, 1999.