La constitución es la ley suprema de un país. Provee el marco legal para
el gobierno, designa los poderes y las tareas de las ramas del gobierno y de
las agencias gubernamentales, y establece la relación entre las personas y el
gobierno. Formula los derechos básicos y las obligaciones de los ciudadanos y,
usualmente, establece la estructura para el sistema electoral del país. Para
promover la integridad electoral, la constitución debe afianzar el principio de
sufragio universal, establecer la frecuencia de las elecciones y especificar el
criterio de elegibilidad básico para los principales cargos de elección popular
y para que los ciudadanos se registren para votar. Una constitución debería
garantizar las libertades políticas fundamentales necesarias para las
elecciones competitivas, tales como las de expresión, asociación, reunión,
tránsito y de prensa.
Quienes redactan la constitución deben tomar en consideración la
capacidad y las condiciones del país. Por ejemplo, un intervalo demasiado corto
entre las elecciones podría ser agobiante para los países menos desarrollados. La
constitución suele determinar el sistema general para elegir a quienes ocupen
cargos nacionales. En el caso de las elecciones parlamentarias, una decisión
fundamental es adoptar un sistema proporcional o uno mayoritario – es decir,
elegir a los candidatos de las listas presentadas por los partidos políticos,
en donde la proporción relativa de los votos emitidos a favor de un partido
determina quiénes son los ganadores; o elegir a candidatos individuales que
contienden en distritos geográficos.
Una constitución también puede facultar a distintas instituciones para que
asuman funciones electorales específicas o relacionadas con lo electoral. Por
ejemplo, puede establecer una comisión independiente para administrar las
elecciones, o bien asignar funciones electorales específicas a las
instituciones gubernamentales existentes. Igualmente, puede conferir facultades
sobre los conflictos electorales al sistema judicial ordinario o a una corte especial
(como una corte constitucional o un tribunal electoral especial).