Algunas condiciones son necesarias para
que la supervisión oficial sea efectiva.
Independencia
Las agencias de supervisión y los
inspectores generales deben tener suficiente independencia para asegurar su
imparcialidad. Esto significa que deben tener suficientes recursos humanos y
económicos para hacer su trabajo sin tener que depender de otras instituciones.
Los miembros de su personal deben conducirse de forma apartidista y no tener
interés personal en el resultado de su trabajo. Como organizaciones, las
instituciones de supervisión deben tener la independencia para realizar sus
tareas sin interferencia.
Los auditores deben estar protegidos
contra cualquier presión política para asegurar su objetividad y permitirse
reportar los resultados y presentar sus opiniones/conclusiones sin miedo ni
repercusiones. En la medida de lo posible, este principio debe aplicarse en la
determinación de sus salarios, capacitación, puestos de trabajo y ascensos.[1]
En Canadá,
donde (como ya se ha expuesto) la supervisión oficial es la responsabilidad del
Comisionado de las Elecciones en Canadá, éste es independiente y libre para
actuar sin la influencia de partidos políticos o del gobierno. El Comisionado
reporta al Parlamento a través del Jefe Electoral.
La falta de independencia puede llevar
a distintos problemas:
- Interferencia o influencia indebida que limita o
altera el alcance de la supervisión, auditoría o trabajo de investigación;
- Restricciones respecto de los procedimientos y
mecanismos de supervisión que pudieran ser seleccionados para su uso;
- Restricciones irracionales sobre la cantidad de
tiempo permitida para completar una investigación o auditoría;
- Interferencia en la selección del personal para la
supervisión, auditoría o investigación;
- Restricciones de los fondos u otras fuentes de
recursos necesarios para la supervisión, impidiendo a la organización
desarrollar sus responsabilidades;
- Influencia ejercida para alterar el contenido de
una auditoría o de los reportes de investigación; y
- Amenazas para terminar la contratación del personal
de supervisión, auditores o investigadores, derivado del contenido de sus
reportes.
Acceso
Para una supervisión efectiva, la
agencia responsable necesita acceso, cuando se requiera, a las oficinas, al
personal y a la información electoral. La agencia de supervisión debe ser capaz
de examinar documentos y archivos informáticos o bases de datos. Necesita
acceso físico para verificar la existencia y condición de los bienes y
servicios que se adquirieron con los fondos públicos. El acceso suele
garantizarse por la ley y las normas. Aunado a esto, en muchos sistemas, las
agencias oficiales de supervisión tienen la potestad de obligar a las
autoridades tanto electorales como de otro tipo, o a terceros, a aportar
información o documentación.
Calidad y precisión
La buena supervisión debe ser
profesional, imparcial, precisa y oportuna. Es más fácil alcanzarla si las entidades
responsables cuentan con personal debidamente capacitado que aplique, de manera
apropiada, buenas prácticas, tenga buen juicio, y comprenda el sistema
electoral y su contexto legal.
Las conclusiones de las entidades de
supervisión deben ser precisas y reflejar la situación real en su totalidad.
Los problemas y casos de no acatamiento tendrían que documentarse e informarse
tomando en cuenta el contexto. Los informes de supervisión no deben ser
subjetivos en su enfoque, o contener opiniones no comprobadas o sesgadas. Los
informes precisos, imparciales y basados en hechos que contienen toda la
información pertinente pueden ayudar a los administradores electorales a
corregir los problemas de integridad.
Las entidades de supervisión deben
beneficiarse de un sistema de control de calidad interna que examine los
informes de las investigaciones antes de que sean difundidos. El análisis
interno puede ayudar a garantizar que se cumpla con los estándares, políticas y
procedimientos aplicables. El control de calidad efectivo depende de una serie
de factores que incluye la cantidad de recursos de la entidad, el grado de
autonomía permitido, y su estructura organizacional.[2]
Autoridad
La integridad mejora si la entidad de
supervisión puede publicar sus conclusiones y recomendaciones sin revisiones
innecesarias o posibles interferencias. Un informe o sus hallazgos no deben
suprimirse, censurarse o alterarse debido a que critique o pudiera avergonzar a
la administración electoral, el gobierno o partido político gobernante, o a
ciertos participantes en la elección o a sus simpatizantes.
La capacidad para publicar las
conclusiones y recomendaciones es crucial para la independencia de la entidad
de supervisión. Es vital para la transparencia del proceso y para garantizar la
rendición de cuentas de los administradores y los participantes electorales.
Uso político de la supervisión
No obstante, la supervisión oficial no
debiera volverse una herramienta política. Al contrario, debería procurar
proveer auditorías imparciales y frecuentes a la administración electoral y a
las acciones de los participantes en las elecciones.
Sin embargo, los políticos electos
también cuentan con una función legítima de supervisión, por ejemplo, como
miembros de comités legislativos con jurisdicción sobre la legislación y el
sistema electorales. Ahora bien, debe tomarse en cuenta que algunas veces los
legisladores podrían utilizar su papel legislativo y sus poderes para fines
políticos. Así, las consideraciones políticas pueden afectar el momento en que
se realiza una investigación (que se inicie en un momento político sensible),
su alcance, o cuándo se publica un reporte (justo antes de una elección). Todo
esto puede obstaculizar la administración de las elecciones, por ejemplo,
provocando que se congelen los fondos o que se hagan llamados para la renuncia
de los funcionarios de más alto nivel de los organismos electorales o de otras
agencias o instituciones.
La supervisión legislativa cumple con
una función medular de pesos y contrapesos, pero puede ser difícil separarla de
la política. Uno de los contrapesos en la supervisión legislativa es el
monitoreo independiente realizado, por ejemplo, por los medios de comunicación
y las organizaciones no gubernamentales.
Implementación de los hallazgos y las recomendaciones
Es necesario prestar mucha atención a
los problemas de integridad identificados por las entidades de supervisión. La
mayoría de los sistemas tienen mecanismos para asegurar que las conclusiones y
recomendaciones de la supervisión sean instrumentadas por el organismo
electoral u otras organizaciones a las que les competiera. Corresponde a los
investigadores especiales establecer los hechos, reunir la evidencia y, según
sea el caso, consultar con los fiscales sobre los posibles procedimientos
formales.
Usualmente, estos mecanismos están
incluidos en el marco jurídico, lo que también podría asegurar el cumplimiento
al autorizar sanciones, tales como congelar los fondos públicos o la imposición
de multas a ser pagadas por los infractores. Las infracciones criminales
reveladas a través de la supervisión, normalmente ser emiten al sistema
judicial.
[2] Contralor
General de los Estados Unidos, Ibid.