El comportamiento ético es esencial para la integridad electoral. Las
normas para el comportamiento ético varían dependiendo del contexto social y
político de cada país. Sin embargo, algunos principios comunes son
fundamentales para celebrar elecciones libres y justas.
En específico, los administradores electorales y otros involucrados en
la administración electoral deben cumplir con las leyes y constituciones de sus
países, las cuales proveen el marco para sus esfuerzos. Los administradores y
funcionarios electorales deben llevar a cabo sus funciones para el bienestar
público, y no deben utilizar su posición para beneficios personal o
partidistas. Pero la exigencia del comportamiento ético correcto también es
extensiva a todos los participantes en el proceso electoral.
Códigos de conducta
Muchos sistemas electorales formalizan los principios del comportamiento
ético relacionado con las elecciones en códigos de conducta. Los códigos de
conducta varían de acuerdo al sistema y al país, pero con frecuencia existen
códigos específicos para candidatos, partidos políticos, funcionarios y
trabajadores electorales, así como para los medios de comunicación y
observadores acreditados.
Los códigos incorporados al marco legal o regulador tienen fuerza legal
vinculante. Y pueden detallar procedimientos para los castigos y las sanciones
por transgresión. Otros códigos describen principios de comportamiento, que se
espera que los participantes sigan voluntariamente. Algunos códigos detallan
los procedimientos para que las supuestas transgresiones sean examinadas por
los que suscriben el propio código. Muchos otros son resultado de las
negociaciones entre los principales actores en el proceso electoral.
Durante una elección libre y justa, generalmente se esperan los
siguientes principios de comportamiento ético:
Normas para los administradores electorales y funcionarios electorales
- Defender la constitución y respetar el
marco legal, sus reglas y regulaciones.
- Mantener una posición neutral en el
ejercicio de las funciones de su puesto. Esto incluye no dar un trato
preferencial o mostrar logotipos, símbolos o colores de partidos políticos.
- No aceptar nada de valor (dinero,
ofertas de empleo, regalos, viajes, etc.) a cambio de un trato preferencial o
de autorizar acceso a la información oficial no pública.
- No discriminar a nadie debido a su
raza, color, religión, clase, género, nacionalidad, edad o discapacidad.
- Contratar personal por sus habilidades
profesionales y no por su afiliación o vínculos políticos.
- Disponer de los recursos de su oficina
(tiempo, espacio y equipo) para llevar a cabo las funciones oficiales y no para
propósitos personales y partidarios.
- No presionar a otros funcionarios o
personal para favorecer a un candidato o partido político en particular, y
abstenerse de intimidarlos.
- Revelar la información financiera de
forma regular, según lo establezca la ley.
- Informar a las autoridades
correspondientes de los casos de malversación, fraude, abuso o corrupción.
Normas para los partidos políticos y candidatos
- Respetar el marco legal y las
regulaciones electorales.
- Rechazar todo tipo de violencia, y no
incitar a los simpatizantes a la violencia o al comportamiento criminal.
- Respetar los derechos de los otros
partidos políticos y evitar interferir en otras campañas.
- Respetar el derecho de los electores de
obtener información. No presionarlos para votar por un partido político o
candidato en particular, y no intimidarlos por hacerlo.
- Respetar el derecho de los medios de
comunicación a cubrir las campañas.
- Facilitar el trabajo de los
observadores nacionales e internacionales, y no obstaculizar la observación de
otros partidos políticos.
- Respetar a los resultados electorales
oficiales.
Normas para los grupos de interés
- Respetar el marco legal y las
regulaciones relacionadas.
- Mantener una posición profesional al en
su trato con otros participantes en el proceso electoral.
- Revelar, por completo, la cantidad de
fondos utilizados durante las actividades de cabildeo, como lo requiere la ley.
- Rechazar todo tipo de violencia,
hostigamiento o intimidación dirigida hacia otros participantes en el proceso
electoral.
- Respetar el derecho de los electores a
obtener información política. No presionarlos para apoyar o votar por un
partido político o candidato en particular, y no intimidarlos para que dejen de
hacerlo.
- Respetar el derecho de los medios de
comunicación de realizar diversos informes políticos sobre la campaña, y de
presentar opiniones y anuncios contrarios.
- Aceptar los resultados electorales
oficiales.
Normas para los observadores
- Respetar las leyes del país y marco
legal para las elecciones.
- Obtener acreditación antes de entrar a
los sitios de votación.
- Observar y monitorear de una manera
profesional y neutral que no interrumpa el proceso electoral.
- Actuar de conformidad con los
estándares internacionales y las mejores prácticas sobre conducta para
observadores nacionales e internacionales.
- Abstenerse de intervenir en la elección
o en otro proceso de observación electoral, y limitarse a obtener información o
las aclaraciones necesarias por parte de los funcionario electorales cuando una
ley o procedimiento electoral parezca que se está violando o ignorando.
- Revelar las metas y los objetivos de la
observación al momento de informar a los actores políticos, al público y la
prensa.
- Informar con precisión y sin
exageración, y sólo después de haber observado lo suficiente del proceso y de
haber visitado suficientes sitios de votación para asegurar que el informe es
representativo de la situación imperante.
- Permanecer estrictamente
independientemente (no parcialmente).
Normas para los medios de comunicación
- Respetar las leyes del país y los
principios de la libertad de prensa.
- Asegurar que los electores tengan
acceso a las noticias acerca del proceso electoral.
- Proporcionar informes y comentarios
precisos y equilibrados que estén fundamentados en hechos y cifras,
identificando las fuentes y distinguiendo entre hechos y rumores.
- Identificar a las opiniones como tales,
y restringirlas a la editorial o las páginas de opinión.
- Evitar ser manipulado por los
políticos, partidos políticos o grupos de interés.
- No aceptar obsequios o favores de los
generadores de noticias, políticos u otros que pudieran comprometer la
integridad periodística.
- Evitar ofertar por noticias o pagar por
información.
- Proporcionar un trato igualitario a
todos los anunciantes políticos, incluyendo el acceso y los precios.
- Identificar claramente a los anuncios
políticos, de modo que no se confundan con las noticias o con las opiniones
editoriales.