Una forma de evitar las desventajas de un sistema de DV es haciendo coincidir la primera y segunda rondas en una sóla elección. Hay varias maneras de hacerlo. La más directa es la del voto preferencial utilizado para las elecciones presidenciales en Sri Lanka (ver Sri Lanka: Cambios para Acomodar la Diversidad). En este caso, se les pide a los votantes que no sólo marquen su primera opción o preferencia en la papeleta, sino además (si lo desean) sus segundas y terceras opciones, colocando los números 1,2 y 3 junto al nombre de los candidatos, según corresponda y en la misma forma del voto alternativo (ver Voto Alternativo) y el VUT (ver Voto Único Transferible).
Si un candidato logra la mayoría absoluta de los votos de primera preferencia, es inmediatamente declarado electo. Sin embargo, si ningún candidato logra conseguir una mayoría absoluta, todos los candidatos menos los dos primeros son eliminados y sus votos de segunda o tercera opción se trasladan a los dos primeros, de acuerdo al orden de preferencia que los votantes marcaron. El que logre el mayor número de votos al final de este proceso es declarado electo. Este sistema permite lograr en una elección lo que el de doble vuelta consigue en dos, con un ahorro significativo de recursos y una mayor eficiencia administrativa.
Las desventajas del sistema de Sri Lanka tienen que ver con los requisitos de alfabetismo, comunes a todos los sistemas de voto preferencial y con el hecho que los votantes deben realmente adivinar quienes serán los dos candidatos punteros para utilizar plenamente su voto.
Esta última no constituye realmente una desventajas del VA, que se usa en Irlanda para elegir presidente (ver Irlanda: El Arquetipo del Voto Único Transferible). El procedimiento para marcar la papeleta es virtualmente idéntico al de Sri Lanka, con la excepción que los votantes irlandeses pueden marcar tantas preferencias como lo deseen y no son restringidos a tres como en Sri Lanka. Pero la forma en que se cuentan los votos es bastante diferente. En vez de eliminar simultáneamente a todos los candidatos excepto los dos punteros, en principio sólo se elimina al candidato con menor votación y sus votos son transferidos de acuerdo a la siguiente preferencia. Este proceso se repite hasta que un candidato obtenga una mayoría general o hasta que terminen de contarse las preferencias.
A diferencia del caso de Sri Lanka, bajo el sistema irlandés de VA un candidato que haya obtenido pocas primeras preferencias puede beneficiarse de las transferencias subsecuentes e ir desplazando a candidatos mejor colocados inicialmente e incluso llegar al punto de ganar la elección. El caso más reciente de un triunfo a través de la transferencia de preferencias realizadas de esta manera, fue el de la elección de Mary Robinson a la Presidencia de Irlanda en 1990.
A pesar de estas diferencias, ambos sistemas tienen el mismo objetivo fundamental: asegurar que quien resulte triunfador tenga el apoyo de la mayoría del electorado. El uso de los votos de preferencia para expresar una segunda elección significa que no será necesaria una segunda ronda de votaciones y esto conlleva enormes ahorros al sistema, asi como grandes beneficios en términos logísticos, administrativos y de seguridad.