Existen diferentes formas de asegurar la representación de las mujeres en el parlamento. Primero, hay cuotas estatutarias donde las mujeres deben conformar por lo menos una proporción mínima de los representantes elegidos. esto se advierte en una serie de casos, como el de Italia, donde las mujeres deben conformar el 50% de la papeleta de representación proporcional, Argentina con el 30% y Brasil con el 20%. También ha sido propuesto para el Lok Sabha de la India. Tales cuotas son usualmente percibidas como un mecanismo de transición para establecer las bases de una mayor aceptación de la representación de las mujeres.
Segundo, la ley electoral puede exigir que los partidos asignen un cierto número de mujeres candidatas; este es el caso de los sistemas de RP de Bélgica y Namibia; en Argentina existe una disposición para que las mujeres sean colocadas en posiciones ganadoras, no sólo al final de la lista de los partidos; mientras que en Nepal el 5% de los candidatos de distritos uninominales deben ser mujeres.
Tercero, los partidos políticos pueden adoptar sus propias cuotas informales de mujeres como candidatas parlamentarias. Este es el mecanismo utilizado de manera más común para promover la participación de las mujeres en la vida política, y ha sido utilizado con diferentes grados de éxito en todo el mundo: por el CNA en Sudáfrica, el PJ y la UCR en Argentina, CONDEPA en Bolivia, el PRD en México, los partidos laboristas de Australia y el Reino Unido y a través de toda Escandinavia. El uso de pequeñas listas integradas únicamente por mujeres por el Partido Laborista en Inglaterra en las elecciones de 1997 casi duplico el número de MPs femeninos de 60 a 119.
Tambíen se han empleado reservas de escaños para mujeres en Taiwán y en otros países. Una vez más, los escaños reservados son mecanismos que ayudan a garantizar que las mujeres accedan a cargos públicos, pero algunas mujeres argumentan que estas cuotas terminan siendo una forma de apaciguarlas y, eventualmente, marginarlas. El ser elegido a una legislatura no significa necesariamente el ejercicio de una cuota de poder y, en algunos países, las mujeres parlamentarias, particularmente aquellas elegidas de escaños especiales o reservados, son marginadas de la toma de decisiones reales
Ver Requisitos para ser Candidato.