El voto limitado conserva un grado moderadamente alto de desproporcionalidad. Se pueden elegir gobiernos mayoritarios con una minoría del voto y los pequeños partidos pueden ser excluidos de la legislatura. En 1982 los socialistas españoles ganaron el 47% del total de los votos y el 65% del total de los escaños, mientras que la Unión del Centro Democrático ganó el 7% de los votos y sólo el 0.5% de los escaños.