En términos de "desproporcionalidad", los resultados de los sistemas paralelos caen entre los sistemas de pluralidad-mayoría y los sistemas de RP, pero en la mayoría de los casos le dan al votante ambas elecciones por distrito y por partido a nivel nacional, debido a que requieren de dos papeletas.
Una segunda ventaja es que cuando hay suficientes escaños de RP, los pequeños partidos minoritarios que no han sido exitosos en las elecciones de mayoría, pueden ser recompensados por sus votos obtenidos, al ganar escaños en la distribucion proporcional.
Finalmente, este sistema híbrido, en teoría, debería fragmentar menos el sistema de partidos que un sistema electoral de RP.