Un problema de la RPP es que al determinar la distribución global de los escaños parlamentarios el voto por el representante distrital es menos importante que el voto por el partido, y los votantes no siempre entienden esto. Además y, de manera similar a las dificultades inherentes en los sistemas paralelos (ver Desventajas), la RPP puede crear dos clases de representantes.
Debemos recordar que, al convertir los votos en escaños, la RPP puede ser un sistema electoral tan proporcional como el RP de lista puro y, por tanto, se le pueden endosar todas las ventajas y desventajas previamente mencionadas de la RP. Sin embargo, una de las razones por las cuales la RPP puede algunas veces ser vista como "menos preferible" que la RP por lista de manera directa, es que puede dar lugar a lo que se llama anomalías de "voto estratégico".
En Nueva Zelanda en 1996, en el distrito de Wellington Central, algunos estrategas del Partido Nacional (PN) pedían a los electores no votar por el candidato de su partido pues habían calculado que bajo la RPP su elección no le daría al PN otro escaño en el parlamento, sino que simplemente les reemplazaría a otro representante de su lista de partido. Por consiguiente, fue preferible para el PN ver elegido al candidato de otro partido, en el entendido de que compartía las ideas e ideología del PN, que "desperdiciar" votos en apoyo de su propio candidato.