Imposición Externa
Un pequeño número de sistemas electorales fueron diseñados e impuestos sobre naciones estado por potencias externas. Dos de los ejemplos mas claros de este fenómeno ocurrierón en Alemania Occidental después de la Segunda Guerra Mundial y en Namibia a finales de los años ochenta.
En la Alemania de posguerra, tanto las salientes fuerzas británicas como los partidos alemanes estaban ansiosos de introducir un sistema que evitara la dañina proliferación de partidos y la desestabilización de los años de Weimar, así como de incorporar la tradición inglesa de representación, debido a la dificultad con el sistema electoral de lista cerrada de 1919-1933, el cual negaba a los votantes una opción entre candidatos así como entre partidos.
Durante 1946, las elecciones en las zonas de ocupación francesa y Estadounidense se llevaron a cabo utilizando el antiguo sistema electoral de Weimar. En la zona británica se adoptó un compromiso que permitía a los electores votar por miembros de un distrito al mismo tiempo que se reservaba un número de escaños de lista RP para compensar cualquier desproporción que surgiera de los distritos. Así nació el sistema de representación proporcional personalizada (RPP), el cual desde entonces ha sido emulado por un buen número de países. Este sistema combinado fue de hecho adoptado para todas las elecciones parlamentarias en 1949, pero no fue sino hasta 1953, que se adoptaron los dos votos separados, uno para el miembro del distrito y otro basado en el Lander el cual al final determinaba la composición de partidos en la Bundestag. La imposición de un umbral mínimo de 5% para la lista de representación de partido, ayudó a enfocar el sistema de partidos en tres grupos principales después de 1949 - los Socialdemócratas, los Demócrata Cristianos y los Liberales - aunque un total de 12 partidos ganaron representación en esas primeras elecciones nacionales de la postguerra.
La lógica para un sistema basado en una lista de RP a nivel nacional en Namibia provino inicialmente de las Naciones Unidas, quien desde 1982 demandaba que cualquier sistema electoral futuro no-racial asegurara que los partidos políticos que buscaban conseguir apoyo substancial en la elección, fueran premiados con una representación justa. La opción de descartar el sistema electoral de mayoría realtiva (el sistema solo para blancos que operaba en lo que fue la colonia de Africa del Sudoeste) y moverse hacia un sistema rígido de lista RP fue propuesto por Pik Botha, el entonces Ministro del Exterior Sudafricano. Aunque los Sudafricanos habían presionado sin éxito desde antes, por listas separadas de votantes (Zimbawe 1980-1985) que habría asegurado que los blancos ganaran escaños en la nueva Asamblea. Había un cierto malestar con los Sudafricanos, pensando que promovían un sistema electoral RP solamente para fragmentar la Asamblea Constituyente. Esto llevó al Instituto para Namibia de las Naciones Unidas, a aconsejar a todos los partidos políticos interesados en un gobierno estable e independiente, a que rechazaran un sistema RP porque fragmentaría la representación de partido. A este consejo no se le prestó atención y la opción de un umbral para la representación - uno de los mecanismos principales para reducir el número de partidos en un sistema de lista RP - nunca fue promovida por la ONU o asumida por ninguno de los partidos políticos.
Para las primeras elecciones en 1989, la Organización del Pueblo de Africa Sur Occidental -SWAPO, había expresado una preferencia de mantener el sistema de distrito de un solo miembro, sin duda esperando (como partido dominante) sacar ventaja del sistema donde el-ganador-se-lleva-todo. Sin embargo, cuando la Asamblea Constituyente se reunió por primera vez en 1989 y cada partido con representación parlamentaria presentó su proyecto de constitución, el SWAPO depuso sus demandas por la RP, aparentemente como una concesión a los partidos minoritarios, esperando reciprocidad en asuntos de mayor importancia.
Herencia Colonial
El heredar un sistema electoral de los tiempos coloniales es, tal vez, la manera más común a través de la cual las sociedades en proceso de democratización llegan a utilizar un determinado sistema electoral. El mapa sobre la distribución de los sistemas electorales en "esx_p001", ilustra dramáticamente la difusión postcolonial de sistemas electorales. De 53 colonias británicas y miembros de la Comunidad Británica de Naciones, 37 (o 70%) usan el sistema clásico de mayoría relativa (MR), heredado de Westminster. 11 de 27 territorios francófonos usan el sistema francés de dos vueltas (DV), mientras que la mayoría de los 16 países restantes usan lista RP, un sistema usado a veces por los franceses desde 1945 para las elecciones parlamentarias, y usado extensamente para elecciones municipales. 15 de los 17 países y territorios de habla hispana usan RP (como España) mientras que Guatemala y Ecuador usan lista RP como parte de sistemas paralelos. Finalmente, todos los seis países de habla portuguesa usan lista RP, como en Portugal.
Es interesante hacer notar que la influencia del diseño constitucional francés también ha gravitado fuertemente en los diseñadores institucionales de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) de la ex -Unión Soviética. Ocho de estos estados usan el sistema de DV de alguna manera. Sólo Georgia, Kazakhstan y Rusia no siguieron esta tendencia. Sin embargo, las leyes electorales de la ex -Unión Soviética han tenido un alto impacto en la consolidación de la democracia en los estados de Europa Oriental y Asia Central, muchos de los cuales mantuvieron el viejo requerimiento Soviético de que la votación tenía que pasar el 50% de la elección en un determinado distrito para poder ser declarada válida. Esto ha causado problemas en Ucrania en particular, donde los procesos de llenado de escaños vacíos, se alargó por años, generando considerable descontento popular.
La herencia colonial de un sistema electoral, es talvez la forma menos segura de que la institución sea apropiada para las necesidades de un país, así como el poder colonial establecido era casi siempre, por esencia, social y culturalmente muy diferente de la sociedad colonizada. Y aún cuando el colonizador trataba de imponer su perspectiva política en la tierra ocupada, raramente tenían éxito en destruir las relaciones indígenas de poder y los tradicionales modos de discurso político. Realmente, la herencia colonial de los sistemas de Westminster, ha sido citada como un impedimento a la estabilidad en un número de naciones anglófonas como las del Caribe, Nigeria y Malawi. En Malí, el uso del sistema de DV francés ha sido extensamente cuestionado, y la utilización en Jordania y Palestina del voto de bloque, de origen británico también ha traído problemas.