El Voto Unico Transferible (VUT) ha sido usado en las elecciones de Malta desde 1921, antes de que esta pequeña isla-nación mediterránea lograra su independencia de Inglaterra en 1964. Aunque Malta se volvió posteriormente una república y reemplazó la oficina del Gobernador-General (representante de la Reina) con un presidente, mantuvo el modelo de democracia parlamentaria al estilo Westminster. La constitución demanda la elección de miembros de la Casa de Representantes (Malta tiene parlamento unicameral), "bajo el principio de representación proporcional por medio del voto único transferible". El período máximo del término parlamentario es de cinco años, pero la legislatura se puede disolver antes. No hay otras oficinas electivas excepto los concejos locales introducidos por el Acta de Concejos Locales de 1993, cuyos miembros también son elegidos por VUT.
Para fines de elección parlamentaria el país está dividido en 13 divisiones, todas las cuales son de aproximadamente del mismo tamaño de población. A diferencia de Irlanda, cada distrito elige el mismo número de MPs (cinco), para un tamaño total del parlamento de 65 escaños (ignorando los escaños extras). Cada escaño corresponde a aproximadamente 4,200 votantes registrados. En 1996 la cuota necesaria para asegurar un escaño oscilaba entre los 3245 y los 3219 votos. Los candidatos podrían simultáneamente estar en dos divisiones. Si ellos ganan escaños en ambas, deben renunciar a una , la cual es a su vez llenada a través de una "elección casual". Esto no es una elección secundaria en el sentido convencional, sino que el ganador es determinado al aplicar procedimientos VUT a las papeletas acreditadas al candidato vacante en la elección general.
En la papeleta, los candidatos son listados alfabéticamente dentro de los bloques de partido. Los votantes expresan sus preferencias al colocar números secuenciales a la par de los nombres de los candidatos. No hay obligación de ordenarlos a todos o poner candidatos de un solo partido. De hecho sólo una preferencia única (indicada por el número 1) es requerida para que un voto sea válido. A diferencia de sus contrapartes Australianos, los votantes Malteses no tienen opción de escoger de una lista completa de candidatos. Los partidos tampoco pueden preparar listas ordenadas de candidatos, para recomendar a los votantes.
Existen tres notables características de la experiencia de Malta con VUT:
- La primera es que aunque VUT puede funcionar como un método de elección no partidista, el partidismo es una característica prominente de las competencias electorales en Malta. Los votantes disfrutan, pero hacen poco uso, de las oportunidades para cruzar las líneas de partido cuando ordenan a los candidatos en sus papeletas. Por esta razón un pequeño porcentaje de los votos (1%) se transfiere a los candidatos de otros partidos.
- mayoritarios a nominar muchos más candidatos de los que podrían ganar posiblemente en un distrito. Esto puede ser explicado en parte, por el leal patrón del voto preferencial. Los partidos aparentemente no temen la pérdida de votos debido a la sobre-nominación, porque los votos preferenciales dados a sus candidatos menos populares, al final se transferirán a otros candidatos de su partido. Al mismo tiempo, una lista variada más grande los puede ayudar a atraer mas votos. Por supuesto, para los candidatos, esto quiere decir que ellos deben esforzarce para ganar y mantener el apoyo de los votantes. Para ganar un escaño y mantenerlo, un político tiene que construir y mantener una base de apoyo personal, pero ya que el voto es secreto y los seguidores en el electorado no son identificados, él o élla pueden apelar y servir a un grupo más grande. Esto produce relaciones bastante cercanas entre los representantes y los representados. Los votantes tienen el beneficio de ser capaces de demandar a varios MPs que representan su distrito. Debido al hecho que por lo menos un miembro de cada partido mayoritario es elegido de cada distrito, éllos todavía mantienen una elección de partido.
- La tercera particularidad importante es que la Malta moderna tiene virtualmente un sistema puro de partidos. De hecho, esto es inusual para los sistemas RP, los cuales reducen las barreras para los pequeños partidos políticos. Las razones por las que los terceros partidos, los cuales si existen en Malta, han fallado en destacarse electoralmente en décadas recientes, no está enteramente claro. Pero las implicaciones de esta situación son importantes: si los MPs de sólo dos partidos son elegidos a un tamaño de parlamento de número impar, entonces uno de ellos necesariamente liderará una mayoría y formará el gobierno. Además, los dos partidos mayoritarios, el Partido Laborista Maltés (PLM) y el Partido Nacionalista (PN) disfrutan casi del mismo apoyo en el electorado y son por tanto bastante competitivos. Esto significa que aún distorsiones pequeñas en los radios de voto-escaño pueden afectar drásticamente el resultado de una elección y de esa forma el control del gobierno. Esto ha sido, de hecho, uno de los problemas más severos con VUT en Malta.
En 1981 el PLM ganó una mayoría de los escaños en el parlamento, a pesar de que los candidatos del Partido Nacionalista habían recibido a lo largo del país una mayoría de votos de primera preferencia. Se ha alegado que esto ocurrió como resultado de una truculenta distritación por parte del gobierno del PLM, aunque tales cargos son difíciles de probar. No obstante, más importante que este aparente resultado "perverso" fue la gran crisis constitucional cuando los Nacionalistas rehusaron aceptar el resultado de la elección y se salieron del parlamento, poniendo en duda la legitimidad del sistema entero.
El boicot Nacionalista terminó cuando el PLM aceptó discutir reformas constitucionales para prevenir una recurrencia del escenario donde los victoriosos se convertían en perdedores. En 1987 la constitución fue cambiada de común acuerdo. La reforma al artículo 52, asegura que el partido con mayor número de votos de primeras preferencias, recibirá tantos escaños adicionales como sean necesarios para darse una mayoría en el parlamento, de esta forma le permite formar el siguiente gobierno. Una segunda enmienda adoptada más recientemente, establece un ajuste similar para el partido con más votos (pero que no alcanza mayoría) donde dos o más partidos compiten por votos, pero sólo dos partidos ganan escaños en el Parlamento. En 1987 y 1996 escaños adicionales fueron entonces distribuidos al Partido Nacionalista y el PLM respectivamemente.
Debido a estas reformas constitucionales, las primeras preferencias de los votantes en las papeletas no significan ahora sólo un voto ordinal por el candidato más favorecido, sino que también son votos categorizados para el partido. Adicionalmente, en tanto se preserve el sistema bipartidista, constituye una expresión de preferencia acerca de cual partido debería formar el gobierno. Puede afirmarse que una elección general, provee juicios claros acerca del récord del gobierno y de la claridad del mandato, por parte del partido victorioso.
Que lecciones se pueden derivar de la experiencia de Malta con VUT? Puede afirmarse que Malta nos brinda la anécdota para sacar una moraleja.. Mientras que muchas generalizaciones útiles pueden hacerse sobre los efectos de los sistemas electorales, a veces hay circunstancias únicas que llevan a resultados inesperados. Tal como se ve aquí, un sistema electoral altamente proporcional está también sujeto a fallo bajo ciertas condiciones. Sin embargo, la forma que Malta manejó su crisis es causa de optimismo, ya que ilustra de manera excelente como pueden construirse soluciones constitucionales y como pueden ser implementadas a través de la negociación y el compromiso.
Dejando por un lado el asunto de la desproporcionalidad que se adelantó en 1981, debemos notar que Malta ha tenido una serie de gobiernos de partido único y una alta cantidad de alternancia en el control partidario. La intensa competencia intrapartidaria engendrada por VUT combinada con la sobrenominación no ha tenido el efecto de hacer a los partidos ineficientes como organizaciones políticas, ya sea en el gobierno o en la oposición.
La experiencia de Malta de administrar el complejo Sistema de Voto Unico Transferible es también estimulante. Aunque la determinación de los ganadores es más fastidiosa y consume mayor tiempo que otros sistemas, el proceso es manejable. El número de conteos necesarios para llenar todos los escaños en un distrito, no es una función del número de votantes/papeletas, sino del número de candidatos en ese distrito, aunque un electorado más grande (que genera un número mayor de candidatos) podrá, por supuesto, incrementar el trabajo. Los votantes Malteses tampoco parecen estar tan perplejos por el sistema. La participación del votante es casi universal (más del 95% en elecciones recientes) y el porcentaje de votos inválidos es bajo (raramente más de uno por ciento).
Así como la República de Irlanda, Malta no es un país étnica o religiosamente diverso y de esa forma no permite la oportunidad de evaluar la ejecución de VUT en términos de representación de minorías. Sin embargo, es claro que bajo la versión de VUT de Malta, se les aseguraría a las minorías la posibilidad de elegir candidatos de su elección, independientemente de las preferencias de la mayoría siempre y cuando los miembros sumen 17% de los votantes en cualquier distrito (Cuota-votos (5+1)+1). Incrementando el número de escaños por distrito podría reducir el umbral más abajo, aunque hay obvias limitaciones prácticas en términos de longitud y complejidad de la papeleta. Es también claro que las mujeres están en la posición de elegir por lo menos dos MPs en cada distrito (o 40% de los escaños) independiente de las preferencias de voto de los hombres, aunque este poder de voto potencial no se traduce actualmente en la elección de grandes números de mujeres candidatas en Malta.
El VUT tiene muchas características favorables en teoría y ha trabajado bien en Irlanda, Malta y Australia. Pero en la práctica, carece de una base experimental más amplia para aprender de ella ya que el uso actual del sistema está limitado al mundo anglosajón (con algunas excepciones). No sabemos con seguridad como se desarrollaría en otros escenarios. Sin embargo, una cosa no está en duda, el VUT le da a los votantes el instrumento más sofisticado para expresar sus preferencias, agrega meticulosamente estas preferencias diversas y las traduce en representación parlamentaria. Aún cuando los partidos son tan fuertes y tan predominantes en la política como en Malta, el VUT todavía asegura que el voto público determinará la identidad de todos los políticos que se sientan en el parlamento para representar colectivamente la voluntad de la gente, donde el control democrático desde la base, se considera deseado, el VUT parece ser el sistema de elección. El lado opuesto es que la habilidad del liderazgo del partido para determinar la composición de su grupo parlamentario es limitada.