Como mecanismo para escoger representantes, el VUT es tal vez el más sofisticado de todos los sistemas electorales, ya que permite elegir entre partidos y entre candidatos dentro de partidos. Los resultados finales también mantienen un grado justo de proporcionalidad, y el hecho que en la mayoría de los ejemplos actuales de VUT los distritos plurinominales sean relativamente pequeños implica que se conserve un importante vínculo geográfico entre el votante y el representante.
Además, los votantes pueden influir en la composición de las coaliciones post-electorales, como ha sido el caso en Irlanda. El sistema provee incentivos para acuerdos inter-partidarios mediante un recíproco intercambio de preferencias. El VUT también genera una mejor oportunidad para la elección de candidatos populares independientes que la RP por lista, porque los votantes escogen entre candidatos y no entre partidos (aunque a una elección basada en el VUT se le puede agregar una opción de lista de partido, como se hace para el Senado australiano), ver El Voto Alternativo en Australia .