Actualmente, Ecuador disfruta de uno de los más largos períodos de estabilidad democrática desde la pacífica transición de su dictadura a finales de los 70. En el período de la transición, el ejército pidió la participación de diferentes grupos políticos para elaborar una nueva constitución, la cual fue ratificada posteriormente, por medio del voto popular a través de un referéndum en 1978 y el electo presidente Roldós, tomó posesión en 1979. El nuevo sistema electoral fue diseñado con ciertas finalidades especificas: reducir el número de partidos, promover la disciplina y la lealtad en la actividad política y estimular la participación popular. La ley electoral incluyó el sufragio de los analfabetas, las normas para crear los partidos nacionales (con distritos a lo largo de la nación) y un umbral para eliminar aquellos partidos que no obtuvieran por lo menos el 5% de los votos válidos, en dos elecciones consecutivas.
Tradicionalmente, Ecuador ha usado una regla de pluralidad para las elecciones presidenciales, pero en la última elección democrática que se tuvo antes del golpe militar de 1968, los tres candidatos presidenciales líderes, estuvieron separados por sólo el 2% de los votos. En el diseño de la nueva constitución, los reformadores políticos cambiaron a un Sistema de Dos Vueltas (SDV) para la elección presidencial, con la doble finalidad de reducir el número de partidos y la de endosar el mandato presidencial con más legitimidad electoral. No obstante lo anterior, esta regla no moldeó el sistema multi-partidista existente. Por el contrario, fomentó la proliferación de organizaciones políticas pequeñas o nuevas, las cuales estaban renuentes a formar coaliciones pre-electorales en la primera ronda y preferían probar su suerte compitiendo solas. Después de todo, un candidato sólo necesita un promedio del 26% de los votos válidos para calificar a la segunda ronda. El Sistema de Dos Vueltas también engendró la aparición de forasteros políticos quienes basaban su campaña en atributos personales, lejos de la ideología del partido. Los presidentes en Ecuador, son electos por un período de 4 años y tienen prohibida la reelección inmediata.
El congreso unicameral Ecuatoriano tiene una composición mixta de miembros. Un número fijo de 12 diputados es electo de un solo distrito nacional y los diputados restantes (70 en 1996) son electos proporcionalmente de 21 provincias de acuerdo a la división geopolítica. Mientras los diputados "nacionales" son electos por un término de cuatro años, los diputados "provinciales" son renovados cada dos años por medio de elecciones a medio término.
La reelección legislativa fue prohibida por la constitución "para evitar la fosilización" de la élite política. Hasta 1994 (cuando se permitió la reelección de nuevo), esta regla desestimulaba el desarrollo de las carreras políticas. Sólo un 10% de los Congresistas regresaron a servir por lo menos por un período más. La frecuente renovación de los diputados sin la posibilidad de reelección inmediata, ha hecho del congreso un cuerpo legislativo inexperto y altamente volátil, sin responsabilidad con el electorado y miope en su actividad de elaboración de políticas.
La regla de distribución es un sistema RP de lista cerrada, ver Representación Proporcional por Listas, diseñada en 1945, que se basa en una fórmula combinada de cuota y residuos más grandes (Hare y D'Hondt). Aunque tiene una ligera tendencia a recompensar partidos grandes (a costa de los pequeños), esta regla ha dado resultados bastante proporcionales al convertir votos en escaños. Sin embargo, el problema no descansa en la proporcionalidad de la representación, sino en la calidad de sus representantes. Ya que el sistema de lista cerrada otorga escaños a las primeras personas en una lista de partido, los candidatos contendientes que deseaban mejorar sus probabilidades de nominación tenían que cultivar lazos personales con líderes del partido en lugar de estar orientados hacia los distritos. Sin la posibilidad de ser reelectos, que los habría hecho más responsables ante el electorado, se volvieron muy dependientes de los líderes del partido.
El producto combinado de estas características, tuvo efectos desastrosos para la institucionalización del sistema político. La sincronización de las elecciones ha alimentado la producción de un sistema multi-partidista fragmentado, en el congreso; que nunca ha producido un contingente de mayoría legislativa del partido gobernante (presidencial). En 1979 el presidente Roldós tenía la distribución de escaños más grande en el Congreso (45%), pero un conflicto personal con el líder de su propio partido populista, motivó el rompimiento de esta organización en cinco nuevos partidos en los siguientes años. Después de la trágica muerte del presidente Roldós en un accidente aéreo en 1981, el Vicepresidente Hurtado llegó al poder. Había heredado una oposición intransigente en el Congreso, que provocó un constante estancamiento entre el legislativo y el ejecutivo. Teniendo esto en mente, en 1983 se introdujeron las elecciones de medio término, con la expectativa que esta reforma permitiría al electorado evaluar al gobierno con más frecuencia al elegir una composición legislativa "fresca"cada dos años. Sin embargo la reforma produjo el efecto opuesto. Si el presidente electo tuvo problemas para conseguir una mayoría de los votos en el Congreso en elecciones generales; la presencia de elecciones de medio término, hizo esta tarea casi imposible. Estas elecciones intermedias, a menudo prueban ser un terreno fértil para la proliferación de partidos opositores, por ejemplo, en las elecciones a medio de término en 1994, el partido del presidente Duran Ballen (PUR) sólo consiguió cuatro por ciento de los escaños. Como resultado, el presidente trató de rodear al Congreso adversario al someter a plebiscito (consulta popular) importantes legislaciones en 1994 y 1995.
Otro mecanismo utilizado por los presidentes para minar las mayorías opositoras en el Congreso, ha sido la distribución de prebendas u otro recurso político entre los Congresistas, a cambio de apoyo político. Los presidentes han desmantelado profundamente la disciplina partidaria al estimular la participación de candidatos sin partido o independientes. En 1986, después de un fallido intento de reforma, se otorgó en 1994 un status legal a los candidatos independientes.
En años recientes, el sistema político Ecuatoriano ha sido desafiado por la emergencia de grupos sociales organizados, demandando más participación en el proceso de toma de decisiones. Un gran número de grupos organizados - especialmente indígenas, aunque también ecológicos y feministas - se han quejado que el sistema de partidos no responde a sus demandas y necesidades. Después de un golpe civil al presidente Bucaram en febrero de 1997 (quien fue acusado de grandes escándalos de corrupción) se inició un gran proceso de reformas en Ecuador. Una Asamblea Nacional fue elegida para revisar la constitución y crear un apropiado acuerdo electoral para reemplazar al actual presidente interino Alarcón, mediante elecciones generales en Agosto 1998.
En respuesta a las fuertes criticas por el control de los partidos (partidocracia) formuladas por organizaciones sociales y miembros de los mismos partidos, el sistema RP de lista cerrada fue abolido. En su lugar un sistema de "lista libre" ha sido adoptado donde cada votante tendrá la libertad de escoger de cualquier candidato dentro de la lista de partido y entre listas, sin importar las nominaciones de partido. El votante tendrá tantos votos como escaños a ser llenados existan en cada distrito. Ya que la distribución de escaños se basará en la regla de pluralidad (premiando a los candidatos con más votos), ver Voto en Bloque, el nuevo sistema probablemente beneficiará a los candidatos más carismáticos o ricos, reduciendo las oportunidades electorales para los partidos minoritarios. Si el partido pierde el control sobre la nominación de candidatos, los políticos se preocuparán más por los votos. Sin embargo, en el contexto de un sistema de partido fluído, esto podría significar un incentivo más fuerte para el clientelismo, alejando a los diputados de la disciplina partidaria y de la toma de decisiones ideologizadas.
El espíritu de la actual reforma política en Ecuador, ha tratado de resolver los problemas principales de fragmentación y falta de atención a los partidos políticos, al mismo tiempo, de proporcionar más espacios para la participación de nuevos grupos políticos (en particular indígenas). Sin embargo, no existen señales claras que muestren que la actual reforma promoverá la inclusión de las minorías en la política de los partidos, ni que el sistema de partidos sea más disciplinado o moderado.
El diseño de un sistema electoral en Ecuador todavía tiene que combinar exitosamente dos objetivos principales:
- Proporcionar espacios para la participación de nuevos actores políticos, especialmente gobiernos locales y grupos indígenas, y
- Crear suficiente legitimidad y consenso partidario alrededor de un gobierno presidencial eficiente.
Importantes variables electorales como la fórmula de elección presidencial (SDV), ver Doble Ronda , o la sincronización de las elecciones, han demostrado tener un impacto en el sistema de partidos y deberían recibir más atención de parte de los intelectuales y políticos en el futuro.