En 1994 en Mozambique, cierto número de partidos no contaba con las facilidades para realizar sus propios programas y no parecieron estar conscientes de los procedimientos para el envío de videocassetes a la radiodifusora. El resultado fue que sus espacios de transmisión aparecieron simplemente en pantalla blanca, o cuando mucho un texto o leyenda exhortando a votar por su partido a los televidentes.80
En las elecciones en Polonia de 1999, por el contrario, la televisora polaca propiedad del estado dio facilidades a los partidos para producir sus programas de acuerdo a un criterio estrictamente definido. Puso a disposición de los partidos un estudio de grabación, o un equipo de videograbación conformado por tres técnicos y un periodista. (Los partidos podían decidir no contar con el periodista si presumían que este podría comprometer el propio control editorial de la estación). El papel del equipo era puramente de carácter técnico.
Cualquier apoyo técnico prestado por el personal de la televisora polaca que conllevara un eventual retraso sobre los contenidos sustantivos de la transmisión podía tener lugar únicamente bajo la presencia de un miembro del personal del candidato. Se debía hacer una nota en el registro de la producción.
Al personal del candidato se le permitía estar presente a cualquier hora durante la grabación, edición o proceso de post-producción en la preparación del programa.81.