La seguridad de los periodistas es una consideración prioritaria. Si los medios no cuentan con garantías para realizar su trabajo libremente, no estarán en posibilidades de recoger las noticias y de mantener informado al electorado. La violencia en una contienda política, por ejemplo, afecta no solo el derecho de los partidos y los candidatos a expresar sus opiniones de manera pacífica, sino también el derecho del público a conocerlos a través de los medios.
La cobertura electoral no suena como una ocupación especialmente riesgosa. Para los periodistas de muchos países es algo seguro y rutinario. Empero, las elecciones pueden convertirse en centro de intensas hostilidades políticas. En las elecciones de Zimbabwe del 2000, más de 30 simpatizantes de la oposición murieron en una campaña de violencia política selectiva orquestada por militantes del partido gobernante. El principal diario independiente fue victima de un bombazo, mientras que ocasionalmente algunos periodistas fueron agredidos por simpatizantes partidistas. Los ataques a los medios fueron alentados por frecuentes descalificaciones hacia su función por parte de altos funcionarios.100
Las agrupaciones de periodistas suelen adoptar sus propias medidas para proteger la seguridad de sus miembros. La Federación Internacional de Periodistas ha desarrollado un conjunto de guías detalladas para ayudar a que los periodistas cubran las elecciones de manera segura (ver International Federation of Journalists: Election Reporting Handbook). Los periodistas de Zimbabwe, por ejemplo, las adaptaron a sus propias condiciones y necesidades (ver Zimbabwe: Code of Conduct and Reporting Handbook).
Pero esto no es esencialmente asunto de los propios medios. No sólo está en juego el derecho de los periodistas de cumplir con su trabajo sin amenazas o violencia, sino también el del público a estar bien informado. Por tanto, la responsabilidad de garantizar la seguridad de los periodistas recae esencialmente en las autoridades gubernamentales y electorales (ver Protección de la Seguridad de los Medios. Estas son algunas de las medidas fundamentales que pueden ser adoptadas:
- Rechazar leyes que limiten la libertad de los medios. Esto no solo reduce la posibilidad de que los periodistas sean víctimas de violencia alentada por el estado. Al suprimir disposiciones como las que obligan a los periodistas a revelar sus fuentes de información confidencial, también se logra que sea menos probable que los medios sean blanco de ataques de simpatizantes partidistas.
- Convenir códigos de conducta con los partidos políticos que prohíban expresamente tanto la violencia entre ellos, como hacia los medios.
- Hacer declaraciones públicas claras e inequívocas acerca de la importancia de los medios para el proceso electoral.
- Tomar acciones legales inmediatas contra cualquier responsable de acciones violentas contra los periodistas.