Si tiene que haber cierta regulación sobre lo que los medios pueden y no hacer durante una elección, entonces por lógica es probable que sólo aplique a un periodo de campaña específico. Habrá un periodo dado de campaña oficial durante la cual las regulaciones surtirán efecto, mientras que por otro lado prevalecerá la práctica normal. Lógica, quizás, pero no totalmente libre de problemas.
Un problema es la educación al votante. La información sobre temas tales como el registro de electores, será necesario comunicar al electorado previo al desarrollo de la campaña oficial. Las regulaciones estarán orientadas a asegurar que esta información esté siendo distribuida de forma precisa e imparcial.
Asimismo, no hay duda alguna de que los electores están muy influenciados sobre lo que deben aprender de los medios en un periodo previo. Los equipos de monitoreo, por ejemplo, siempre podrían comenzar su trabajo con anterioridad al inicio oficial del periodo de campaña.
El saber político (y la experiencia previa a las elecciones del 2000) en los Estados Unidos, indica que el candidato que lleva la delantera el Día del Trabajo (en septiembre) ganará la elección presidencial (en noviembre). Por lo que nada de lo que suceda al final de los dos meses de campaña (en la mayoría de los periodos oficiales de campaña) tiene gran influencia. El enfoque americano es contar con un periodo de campaña no determinado - en efecto, aproximadamente dos años de cada periodo presidencial son solicitados como periodo de campaña. Sin embargo, esto no aplica a la mayoría de los países.
El extremo opuesto es representado por Israel, en donde las disposiciones contenidas en la ley electoral con relación a la cobertura de los medios, cubre hasta 150 días previos a la elección - esto significa cerca de 5 meses. Durante los 30 días previos a la elección no se permite ningún tipo de campaña en cines o en televisión, aunque no existen tales limitaciones para la radio.48
Pocos países tienen periodos electorales lo suficientemente definidos como en Estonia, donde la legislación relacionada a las obligaciones de radiotransmisoras en las elecciones, crean una clara separación entre el periodo pre-electoral y el electoral, con una división de éste en cuatro periodos más, cada uno de ellos con su propio reglamento de información: el periodo de aplicación, la campaña electoral, el periodo de votación y el periodo para determinar y publicar los resultados electorales (ver Bloqueos Informativos). Ver "mex09".
Sin embargo, la aplicación de esta regulación tan estricta presupone que debe haber una fecha determinada para la elección. En muchos países, particularmente en aquellos con un sistema electoral basado en el modelo inglés, eligen que la elección coincida con la del jefe de gobierno correspondiente. Alternativamente, en la mayoría de los sistemas una elección puede adelantarse por varias motivos, como por ejemplo el Voto del Parlamento por falta de confianza. En tales casos, será imposible aplicar las regulaciones a los medios en donde su extensión sobrepase un limitado y justo periodo de campaña.
La mejor opción quizás, es la de sistemas de regulación electoral que mejor combinan con el sistema general de regulación de los medios -asegurarse que los medios sean plurales, profesionales y libres de censura en todo tiempo, no únicamente durante periodos de campaña.