Resulta una obviedad decir que los medios de comunicación cumplen una función esencial para el debido funcionamiento de la democracia. Las discusiones sobre las funciones de los medios usualmente se enfocan en su papel de "vigías": por su indiscutible escrutinio y examen sobre los éxitos o fracasos de un gobierno, los medios pueden informar al público sobre que tan efectivamente se han desempeñado sus representantes y ayudar a que rindan cuentas de sus actos. Pero los medios también pueden cumplir una función más específica, la de posibilitar una plena participación pública en las elecciones, no sólo informando sobre el desempeño del gobierno, sino de muchas otras formas:
- Orientando a los electores sobre como ejercer sus derechos democráticos.
- Informando sobre el desarrollo de las campañas.
- Ofreciendo una plataforma para que los partidos políticos difundan su mensaje entre el electorado.
- Permitiendo que los partidos debatan entre sí.
- Supervisando el escrutinio de los votos y anunciando los resultados.
Los medios no constituyen la única fuente de información de los electores, pero en un mundo dominado por las comunicaciones masivas, son ellos los que determinan la agenda política, incluso en los rincones tecnológicamente menos desarrollados del orbe. Así, por ejemplo, los grupos de observación electoral hablan hoy en día rutinariamente sobre el acceso a los medios y su cobertura de las elecciones como un criterio básico para juzgar si son o no equitativas. Al mismo tiempo, el monitoreo de los medios durante los períodos electorales se han convertido en una práctica cada vez más común, empleando una combinación de análisis estadísticos y de discurso así como técnicas de estudio de los medios para medir si la cobertura ha sido equitativa o no.
En este sentido, entran en juego tres series de derechos interrelacionados:
- El derecho de los electores a realizar una elección plenamente informada.
- El derecho de los candidatos a divulgar sus políticas.
- El derecho de los medios informar y expresar sus opiniones sobre asuntos de interés público.
Desde luego, estos derechos, que en esencia constituyen componentes del derecho a la libertad de expresión garantizado por el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, están vigentes en todo momento, no sólo cuando esta en curso una elección. Pero ha sido la gran formalidad de los procesos electorales - el hecho de que son conducidos de acuerdo con procedimientos claramente establecidos en la ley- lo que ha estimulado el interés de todos los involucrados en asuntos sobre la libertad de los medios.
El que tanto se respeten la libertad y el pluralismo de los medios durante un período electoral puede ser un indicador muy sensible del respeto a la libertad de expresión en general -una precondición esencial en sí misma para el funcionamiento de la democracia. De igual forma, una elección puede representar una oportunidad ideal para sensibilizar a las autoridades sobre su obligación de respetar y fomentar la libertad de los medios de comunicación y a estos sobre su responsabilidad de respaldar los procesos democráticos.
Esta área temática está concentrada fundamentalmente en la responsabilidad de los administradores electorales en desarrollar un marco normativo de las actividades de los medios de comunicación durante los períodos electorales y fomentar su libertad. Sin embargo, mucho de esto también puede ser de gran valor para otros actores, como los partidos políticos y los periodistas o comunicadores mismos.
Inicia revisando los principios básicos: el papel de los medios en la democracia y el desarrollo de jurisprudencia internacional y comparada sobre medios de comunicación y elecciones. También examina como los distintos niveles de desarrollo económico y pluralismo en los medios y diferentes estándares profesionales afectan la naturaleza y calidad de la cobertura electoral por los medios.
La parte central de este tema es el examen de las distintas alternativas de marco normativo o regulador para los medios durante las elecciones, abarcando desde una comisión electoral independiente hasta una agencia reguladora especializada, como lo puede ser una comisión de telecomunicaciones, un consejo voluntario o una instancia para quejas y denuncias. Se repasan las distintas obligaciones de los medios impresos y de los medios electrónicos, así como las de los medios privados y las de los públicos.
Posteriormente se examinan distintas cuestiones relacionadas con la cobertura de los medios a lo largo de las etapas sucesivas del proceso electoral, desde la etapa inicial de educación o información al elector, hasta la campaña electoral misma, la jornada electoral, el escrutinio y la difusión de resultados. Se exploran los distintos tipos de cobertura de los medios - tales como la educación o información al elector, el acceso directo de los partidos políticos, las noticias de actualidad y otros tipos de cobertura especial. También se examinan diferentes temas especializados como los estándares profesionales para manejar encuestas de opinión, como distinguir entre los reportes relacionados con las funciones de gobierno y los relativos a las actividades de funcionarios o legisladores que buscan su reelección, y las obligaciones éticas y legales de los medios cuando reporten declaraciones provocadoras o sensacionalistas de figuras políticas.