Muchos países, por ley o por costumbre, tienen un espacio de tiempo en donde no pueden utilizar los medios para informar a la población sobre eventos electorales. Es muy común que se aplique cuando la votación ha dado inicio. Esto es parecido a lo relativo a las prohibiciones normales en los periodos de campaña en los lugares cercanos a los sitios de votación. En el Reino Unido, por ejemplo, existe una abstención por costumbre y voluntaria a informar sobre las campañas electorales el día de la votación y en muchos países de la comunidad británica, se observa una práctica parecida.
Quizás el ejemplo más conocido es el del periodo obligatorio de reflexión en Francia, el cual tiene una duración de 7 días. Italia y Suecia son otros países en donde este bloqueo informativo está prescrito en la legislación, en ambos casos para un día previo a la votación. Dinamarca también restringe la publicación de noticias electorales el día anterior a la votación, sin embargo en este caso es voluntario ya que no está legalmente prohibido.103
Sin duda alguna, el país que aplica en un mayor periodo el bloqueo informativo es Israel, ya que a la televisión (aunque no la radio) le está prohibido presentar programas sobre campañas electorales dentro de los 30 días previos a la elección. La Autoridad de Radiodifusión Independiente ha interpretado esta disposición como muy rigurosa, ya que cancela la transmisión de programas sobre asuntos políticos y sociales de actualidad aproximadamente con 10 semanas de antelación al día de la jornada electoral. Los periodistas profesionales deben cubrir los periodos de campañas electorales omitiendo la presentación de los políticos en televisión.
Uno de los casos más extraordinarios tuvo lugar en 1981, cuando el Primer Ministro Menachem Begin sostuvo una histórica reunión con el Presidente Egipcio Anwar Sadat, que finalmente no se pudo transmitir por televisión -aunque no hubo una restricción alguna de su partido incluyendo la grabación de algunas secuencias de la reunión en su propia transmisión de acceso directo.
En otro ejemplo más, el Partido del Trabajo eligió a Ephraim Latzir, ex-Presidente y eminente científico, para cerrar la lista de candidatos de su partido -un gesto simbólico ya que estaba claro que no iba a ser elegido. Cuando tomó parte en una convención científica con amplia difusión internacional durante el periodo de campaña, su participación no pudo ser transmitida al público.104