Una vez iniciada la votación, el papel de los medios sufre un cambio con relación al presentado en el periodo de campaña - se pueden concebir reglas específicas que regulen este cambio. En la práctica, el cambio puede tener lugar con anticipación (ver Bloqueos Informativos/'Periodo de Reflexión') mediante la imposición de una prohibición de los reportes sobre campañas electorales, encuestas de opinión, transmisiones de acceso directo y propaganda - o todos en conjunto.
Los temas planteados en una prohibición sobre la emisión de informes durante la votación se vuelven proporcionalmente más complejos en función de la duración de la jornada electoral, así como la extensión geográfica del país. En este último caso, si el electorado vota en distintas zonas horarias, le imprime un tanto más de complejidad ya que se puede disponer de los resultados en una zona antes de que estén listos en alguna otra.
En esencia hay dos elementos a considerar:
- La preservación de la integridad del proceso electoral y la seguridad del voto
- Asegurar que la emisión extemporánea de información no influya de ninguna manera en la emisión del voto
La primera de ellas es mucho más directa que la segunda. Normalmente no resulta complicado conseguir un equilibrio entre permitir a los medios cierta difusión de la información sobre el proceso electoral, pero asegurando que no se atente contra la secrecía y seguridad de los electores. Ver Acceso de los Medios a los Sitios de Votación.
No obstante, asegurar la máxima transparencia y flujo de la información sin interferir con el proceso es muy difícil, por lo que se pueden adoptar una gran variedad de enfoques. Ver Información sobre la Votación.