A finales de 1998 se llevaron a cabo en Ukrania una serie de foros de grupos de discusión, orientados principalmente a los medios de comunicación -a través de los cuales la población recibió información política.107 A esto siguieron las elecciones legislativas en 1998 y con miras a las elecciones presidenciales de 1999.
Algunos participantes consideraron que había una carencia cuantitativa de información, particularmente de la población rural, debido al gasto de periódicos y a los frecuentes cortes de corriente eléctrica, que hicieron que el acceso a la información televisada fuera más restringido. En sus recomendaciones, muchos de los participantes consideraron que las publicaciones necesitaban ser más económicas y que cierta información debería estar a libre disposición.
Los participantes en estos grupos fueron también muy críticos sobre el hecho de que durante las campañas electorales fueron bombardeados con información, pero que sin embargo, en otras ocasiones se carece de información precisa.
No obstante, de gran preocupación en particular para los participantes citadinos fue la carencia de una información de "buena calidad". Los medios de comunicación locales fueron vistos como una entidad, financiera y políticamente, dependientes. Muchos consideraron que los medios masivos de comunicación debían estar controlados por intereses extranjeros, tales como el capital ruso y americano. Los medios, asimismo, no fueron capaces de brindar una cobertura de calidad debido a la censura. Los que más estuvieron preocupados por obtener información confiable acudieron a múltiples fuentes de información, particularmente de prensa y radio del exterior, que eran percibidos como una fuente equilibrada en la emisión de sus reportes. Asimismo, voltearon hacia Rusia para conseguir información más precisa, incluida la BBC y Radio Libertad.
Los participantes consideraron que la información no fue presentada de forma tal que fuera entendida por la población común. Fueron particularmente críticos a la televisión que, a pesar de ser el medio más común para obtener información, que a manera de atención, en el análisis profundo, podía ser encontrada en la prensa y en la radio.
Se buscaron opciones en programas específicos de televisión al momento de la elección. Hubo una tibia, aunque generalmente favorable, respuesta al programa informativo sobre el proceso electoral puesto en marcha por el gobierno (Elecciones de 1998). Las personas que habían emitido su voto estuvieron favorablemente inclinados hacia el programa que lo que no lo hicieron, sin embargo era de esperarse ya que habían aceptado el mensaje de la importancia de votar mientras que las personas incluidas en el grupo que no votaron lo habían rechazado.
Todos los participantes se mostraron a favor de las series de anuncios de servicio público presentados por Alla Mazzur, un presentador de televisión ampliamente reconocido. Quedaron impresionados por el alto nivel de profesionalidad de la presentación, con música y secuencias de video, contrariamente a la forma de presentación del Director del Comité Central Electoral elegida por el programa gubernamental. Les agradó el hecho de que el presentador era alguien que no estaba identificado ni con el estado ni con cualquier partido político, y también que Alla Mazzur fuera considerado como un simple informador, dejando la decisión de votar o no en sus manos. Así la votación sonaba sencilla. Esto contrastó con el programa gubernamental, que fue visto como una exhortación a votar y que tuvo un efecto exclusivo en mucha gente.
La misma actitud vino a través de la visión de los participantes sobre los comerciales de televisión puestos por los partidos políticos sobre los cuales fueron entrevistados. La propaganda política en Ukrania es de reciente utilización. En las elecciones de 1994 virtualmente no hubo. El comercial del Partido Verde fue visto favorablemente, debido en especial, a la imparcialidad demostrada en el comercial, aunque en el fondo existían intereses partidistas.
En el mismo contexto, mucha gente fue excluida por el énfasis sobre los líderes, en franca oposición a las políticas, en un anuncio dispuesto por el Partido Social Demócrata. Asimismo, identificaron favorablemente el objetivo de los anuncios de Hromeda (estaba dirigido a personas cuyos salarios o pensiones estaban atrasados).
Los participantes sugirieron que el propósito de esta propaganda política fuera mucho más elemental que la informada en los medios. Los comerciales simplemente recordaban a la población sobre la existencia de ciertos partidos. En efecto, algunos mencionaron que había una propaganda que les hizo darse cuenta de que los Verdes existían.
La conclusión general fue que la propaganda política ayuda a los electores a tomar una decisión y, si se hace correctamente (al hacerlo llegar a una mayor audiencia), puede movilizar la actividad electoral. Esto, a pesar del hecho de que la propaganda política fue vista como un elemento tan molesto al consumidor como otras formas de publicidad. Asimismo, por el hecho de que los gastos de campaña generalmente fueron vistos tan poco democráticos y sospechosos con relación a la imparcialidad del proceso electoral.
Los grupos fueron conminados a hacer algunas recomendaciones al gobierno sobre la forma en que debe informarse al público sobre los problemas que está enfrentando el país, la importancia del voto y el proceso de votación. Muchos de los participantes en estos grupos manifestaban una postura negativa y fatalista sobre qué debería hacerse para mejorar estos aspectos. Los que hicieron algunas sugerencias positivas, enfatizaron entre otras cosas:
- La crucial importancia de la libertad de prensa y el fin de la censura
- La necesidad de diarios a menor costo y brindarles literatura política esencial sin costo alguno.
- La necesidad de dirigir la insuficiencia de información en áreas rurales.
- La necesidad de expandir la red de periódicos en los distritos
- La necesidad de programas de televisión orientados a la juventud (debido a la preocupación sobre las limitaciones mostradas al involucrar a la gente joven en el proceso político).
- Que los programas de radio necesitan ser más interesantes y animados.