El periodismo es una profesión riesgosa. Las estadísticas recabadas por organizaciones dedicadas a la libertad de los medios muestran que cada año son asesinados o heridos decenas de profesionistas de los medios en el desarrollo de sus actividades. Las elecciones no son la parte más riesgosa de sus actividades -pero una campaña tensa o violenta implica un peligro para quienes tratan de reportar de manera honesta y precisa.
La responsabilidad de resguardar la seguridad física de todos aquellos dentro de su territorio recae en el gobierno, quien tiene una obligación especial con los medios. Fue en reconocimiento a este hecho que la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de 1993 resolvió:
La Conferencia Mundial alienta una participación creciente de los medios, cuya libertad y protección debe ser garantizada dentro del marco jurídico nacional.36
Ver Medidas para la Protección de los Periodistas.