Ejemplos
1. Contribuciones de las empresas:
En algunos países, incluyendo a Suecia y a los Estados Unidos, las corporaciones de negocios no tienen permitido hacer donaciones a partidos políticos o a campañas electorales.
2. Contribuciones de sindicatos:
En Inglaterra, las donaciones políticas de los sindicatos están reguladas, pero no prohibidas.
3. Contribuciones foráneas.
4. Contribuciones de los contratistas del gobierno o de otros con un interés financiero directo en el gobierno.
5. Contribuciones anónimas.
Objetivos de las prohibiciones y limitaciones
Consideraciones Prácticas
Existen argumentos de teoría democrática tanto a favor como en contra de estas categorías de donación. Esto no será discutido. Los comentarios siguientes tienen que ver únicamente con la práctica.
Las medidas diseñadas para controlar tipos particulares de contribución son especialmente responsables de la evasión. Una prohibición en contra de las contribuciones corporaciones a partidos y a campañas, sin embargo justificado en teoría, puede llevar a nuevas prácticas que son aun menos deseables que aquellas que las leyes han intentado controlar. Esto se ilustra con varios ejemplos:
- Las corporaciones y uniones de los Estados Unidos no tienen permitido hacer contribuciones políticas directas. La prohibición ha fomentado el desarrollo de organizaciones especiales unidas a corporaciones particulares o a uniones; no recolectan dinero de las corporaciones o de la unión directamente, sino de sus miembros. Son llamados "comités de acción política" (PACs). Estos comités, que se desarrollaron como una respuesta a las leyes introducidas en los 1970's, han sido criticados por sus actividades por lo menos tan seria y potencialmente dañinas como las que existieron antes de que estas fueran creadas.
- En Inglaterra, la limitación a los gastos permitidos de campaña de los candidatos parlamentarios ha hecho innecesario para ellos el buscar a las corporaciones solicitando contribuciones para gastos electorales. Pero los políticos tratan de elevar sus ingresos. Las corporaciones pagan a los políticos en otras formas. Muchos miembros de la Cámara de los Comunes aceptan pagos personales directos -distintos de los pagos a sus organizaciones partidistas- de las corporaciones. Tales pagos, que son dados en intercambio a los consejos y consultorías, son potencialmente más corruptos que las contribuciones a los fondos de los partidos. En 1994, el primer ministro estableció el Comité Nolan, presidido por un juez líder, para investigar el problema.
Los Estados Unidos han dado pasos más allá en la regulación de las finanzas personales de los legisladores. Ellos son requeridos para revelar sus bienes personales y son sujetos a restricciones acerca de sus ganancias aparte de sus salarios oficiales. Hasta estas severas reglas han sido probadamente inadecuadas. Una de las pocas formas de ganar dinero por afuera, permitidas a los Congresistas, han sido los derechos de autor de la autoría de los libros. Un vocero de la Casa de los Representantes de los Estados Unidos fue forzado a resignarse a la revelación de que había recibido un gran pago en forma de derechos de autor de un libro pero que fue considerado como una contribución disfrazada.
- Las prohibiciones a las contribuciones foráneas a las elecciones son fácilmente evadidas. En algunos casos, los partidos que desean recibir contribuciones foráneas han establecido fundaciones "independientes" "no partidistas" para recibir el dinero. En otros casos, los pagos se han hecho a través de subsidiarias domésticas de compañías foráneas.
- Los pagos políticos han sido disfrazados como transacciones de negocios. Los pagos a niveles por encima de los comercialmente validos para anuncios en publicaciones de partido es un mecanismo que ya ha sido mencionado. Un mecanismo más allá -utilizado en Alemania- es la creación de empresas de partido que ofrecen servicios de "consultoría económica" a las corporaciones. Uno de los más descarados esquemas fue utilizado por las autoridades de la Unión Soviética para canalizar dinero a los partidos comunistas en los países de Europa Occidental. Cuando algunas corporaciones italianas recibieron contratos para exportar bienes a la Unión Soviética, parte del trato era que ellos debían pagar una proporción pactada de la ganancia a los partidos comunistas locales italianos. De esta forma, el partido recibió ayuda del extranjero pero no hubo dinero cruzando las fronteras.