Los partidarios pueden ayudar en el aspecto financiero a un partido o candidato, no solo por medio de regalos en efectivo sino incluso proporcionando bienes y servicios a bajo o sin costo alguno, que de cualquier forma tendrán que ser conseguidos.
Durante una campaña electoral, un partidario adinerado puede poner un avión o un auto privado a disposición de los líderes del partido. Habilitar casas o apartamentos disponibles para los que trabajan en la campaña evita el pago de hoteles.
Los simpatizantes pueden descubrir, accidentalmente o a propósito, que tienen excedente de plumas, computadoras y otras cosas útiles, las cuales son entonces vendidas al partido a precios bajos.
Los sindicatos, corporaciones, u otros patrones pueden ofrecer empleados pre-pagados a fin de que ofrezcan sus servicios a la campaña electoral de un partido. Alternativamente, los voluntarios pueden usar sus vacaciones para llevar a cabo actividades del partido, mientras que pueden incluso actuar como voluntarios.
Una nueva técnica de proveer una contribución en especie es a través de las comisiones derivadas de la investigación que realiza, supuestamente para su propio beneficio, pero realmente es con el fin de ahorrarle a la organización del partido organizar su propia investigación. La información es dada al partido, normalmente de una forma confidencial. Por ejemplo, si un partido político necesita levantar una encuesta de opinión pública sobre las actitudes públicas de un grupo en especial, puede establecer un acuerdo con una empresa simpatizante para que incluya las preguntas relevantes en su investigación regular de mercado.
En Alemania, el partido del gobierno se ha beneficiado del acceso a los resultados del acervo interno de investigación comisionado para el Canciller y los ministros del gobierno. En tanto ello ha reducido la necesidad de las oficinas del partido de encargar su propia investigación, dicho acceso ha servido como una forma de subsidio en especie.
Rendimiento de cuentas por las contribuciones en Especie
Las contribuciones en especie originan tantos problemas teóricos como prácticos en el rendimiento de cuentas. Estos problemas son especialmente importantes cuando se aplican en las regulaciones relacionadas a los límites de gastos de campaña, la revelación de los requerimientos y restricciones sobre ciertas categorías de contribuciones (por ejemplo de corporaciones, sindicatos o donantes extranjeros).
Primero, se ha argumentado hasta donde la prestación de servicios de voluntarios a un partido o candidato debe ser considerado como una contribución en especie. Ciertamente, si un profesional tal como un contador o abogado, quienes normalmente cobran sus servicios por hora, proveen su tiempo por nada y usan ese tiempo para proporcionar sus servicios profesionales al servicio del partido. Pero sería difícil el calcular una figura financiera por el valor del tiempo y del servicio que se han donado al partido, pero es casi imposible calcular el valor del tiempo del voluntario sobre una base comercial. Además, es argumentable que la participación en la campaña es meramente una forma de un ciudadano. Esto sería absurdo aún si fuera práctico hacer los esfuerzos del sustentador de un partido para persuadir a amigos y colegas a fin de votar por un partido en particular durante una conversación ordinaria.
Además, el intento de poner un valor a la ayuda de voluntarios involucra un grandes dificultades prácticas.
Otras formas de ayuda en especie también conlleva problemas legales. Por ejemplo, ¿Cómo es posible regular el costo de llamadas telefónicas locales hechas para la campaña de una dirección privada a otra?