Ejemplos
En Inglaterra, un candidato al parlamento está facultado para pedir a la Oficina de Correos que entregue un artículo de literatura libre de cargos postales a cada persona nombrada en la lista electoral. Los partidos políticos también están facultados para recibir la asignación de tiempo gratuito en radio y televisión. Las regulaciones exigen que las redes de transmisión den una "justa" distribución del tiempo para reportar las actividades y discursos de cada partido político en los programas de noticias durante las campañas de elecciones generales.
El proporcionamiento de acceso a la televisión gratuito o subsidiado es un aspecto crucial de la regulación del financiamiento político en un gran número de países. Los Estados Unidos es uno de los países donde los candidatos y los grupos de campaña son libres de comprar tiempo de anuncios sin restricción y donde los subsidios a la transmisión no son proporcionados. La necesidad de comprar tiempo de transmisión es una explicación (aunque no la única) para el incremento de los costos de campaña en América.
Implicaciones Administrativas
Hay tres fuentes de dificultad:
Primero, las autoridades de transmisión pueden estar poco dispuestas a dar suficiente tiempo para las transmisiones políticas durante las campañas electorales. Muchos televidentes se aburren tanto de la propaganda política que estarían tentados a apagar sus televisores al inicio de la transmisión política. Por esta razón, los administradores de las estaciones de radio y de televisión se mostraban contrariados por estas transmisiones, debido a que su propósito principal es el atraer la mayor audiencia posible. Si la transmisión política toma la forma de pequeños anuncios (sobre la línea utilizada para los productos comerciales) el auditorio tendrá menos tiempo para apagar sus aparatos. Aunque los anuncios cortos -sobre la línea de aquellos utilizados durante las campañas políticas en los Estados Unidos- son menos "aburridos", también son poco informativos y parecen tomar la forma de ataques emocionales contra los oponentes políticos.
Para asegurarles el tiempo suficiente a los partidos para presentar sus mensajes, las autoridades de transmisión están obligadas, en un numerosos países, a tener una cantidad considerable de tiempo disponible para la transmisión de la campaña.
Segundo, hay un problema en el asegurar que el tiempo de transmisión sea distribuido justamente entre los diferentes partidos. Una forma de hacerlo es el basar la tajada de cada partido en su proporción de votos correspondientes a la última elección. Esto pone a los partidos de nueva formación o aquellos que apenas aumentaron su popularidad en desventaja. Otro método es el otorgar a cada partido el mismo tiempo. Pero esto da una indebida prominencia a grupos insignificantes y extremos y probablemente tiente a algunos grupos a formarse como "partidos" con el único propósito de ganar publicidad gratuita. Una tercera regla es el dar a los partidos el tiempo de transmisión solo si están postulando un mínimo de candidatos. Sin embargo, esto también puede proporcionar oportunidades indeseables de transmisión a grupos marginales extremistas, con casi ningún seguidor.
En Inglaterra, la designación de tiempo de transmisión es hecha por un comité informal que incluye representantes de partidos principales y de las autoridades de transmisión. Esto ha desembocado generalmente en una fórmula pactada antes de cada elección general.
Tercero, los problemas técnicos se pueden dar en países donde hay un gran número de canales de radio y televisión y en los que la campaña electoral se conduce por candidatos individuales más que por partidos políticos. Si un partido busca presentar un mensaje a lo largo del país, no presenta problema alguno si un canal de televisión en particular alcanza solo una ciudad o área. Si un candidato individual desea llegar directamente a sus electores, puede enfrentar la dificultad de que su distrito electoral no corresponda con el area de alcance de la estación de radio o de televisión.
Comentario
A pesar de las complicaciones administrativas, el proporcionamiento de tiempo de transmisión gratuito es importante. Por el contrario, los periódicos que pueden existir sin límite, no les interesaría ser canales de radio o televisión. La transmisión es un cási-monopolio muy poderoso.
Es de interés público que el acceso a la televisión sea justamente distribuido entre los partidos y no sea vendido al mejor postor. Es vital que la división del tiempo entre los partidos debería de ser de acuerdo a la fórmula pactada o de acuerdo al procedimiento. La utilización de la televisión no debería de estar bajo el único control del gobierno.