A primera vista, la rendición de cuentas parece una cuestión más técnica y menos interesante que otros de los principios guía. Aún así, es vital. Cada candidato y partido deben tener una garantía razonable de que sus rivales obedecerán las leyes. Los votantes ordinarios y la prensa también necesitan tener confianza en ello. La confianza en la integridad del proceso electoral requiere una administración eficiente y que rinda cuentas.
Si se va a evitar el fraude electoral, las autoridades responsables de integrar el registro electoral, de organizar la votación y de contar los votos, requieren tener la capacidad de explicar y justificar sus procedimientos.
Si van a existir límites para los gastos de campaña de los candidatos, deben existir regulaciones acerca de los procedimientos a seguir, con el propósito de asegurar que los límites no van a ser sobrepasados.
Si se otorgan fondos públicos para apoyar a los partidos políticos y candidatos, debe haber normas de rendición de cuentas suficientes y rigurosas para crear confianza de que los fondos han sido usados apropiadamente, ver Regulación de Partidos y Candidatos .
Si las regulaciones exigen que los donantes declaren sus contribuciones a partidos y candidatos, deben establecerse mecanismos para registrar las contribuciones.
Problemas para asegurar la rendición de cuentas
Primero, algunas regulaciones necesitan mecanismos de administración más costosos y complejos. Por ejemplo, una disposición que exija que las contribuciones políticas que superen cierto límite sean registradas y reveladas públicamente, probablemente será difícil de administrar. Estas dificultades las enfrentarán tanto los partidos políticos y los candidatos, como las autoridades responsables de asegurar su cumplimiento. Ver también Violaciones y Sanciones.
En los Estados Unidos, algunas de las regulaciones que involucran al financiamiento de campañas se han vuelto tan complejas y difíciles de administrar que los candidatos se han visto obligados a emplear contadores y abogados adicionales. Las regulaciones han presentado dificultadas especiales para los partidos pequeños, y para candidatos con presupuestos reducidos y limitada capacidad para emplear equipo profesional para asegurar el cumplimiento de la ley.
Cuando los legisladores consideren reformas legales relativas a los partidos y candidatos, necesitan estar conscientes de las consecuencias administrativas de cualquiera de las nuevas leyes. La lógica de exigir altos parámetros para la rendición de cuentas es que deben tener cuidado para prevenir y evitar disposiciones que sean innecesariamente difíciles de cumplir.
Una clara ilustración de ello es el siguiente ejemplo tomado de una nota enviada en 1997 por la Comisión Electoral de Australia a IDEA Internacional acerca de las implicaciones de un problema enfrentado por oficiales extranjeros responsables de ayudar en la administración de las elecciones en Camboya. Esto resultó de la exigencia de que cada :
cada partido debía tener 5,000 miembros registrados como votantes:
...debido al volumen de los nombres involucrados--alrededor de 100,000- se tenía que utilizar una revisión computarizada ...Esto, sin embargo, se conjugó con un segundo problema, la falta de un método común para considerar o determminar un nombre o apellido específico en texto Khmer, lo que significaba que un nombre tal como era capturado o registrado por la computadora podía ser deletreado de forma distinta en Khmer del nombre de la misma persona capturado en la lista de los miembros del partido. Por supuesto, cuando los nombres son deletreados de manera diferente, es difícil que la computadora los concilie. Esto...era demasiado difícil de solucionar. El caso de Camboya ilustra un principio ...una cosa es tener frente a uno lo que parece un requisito legal razonable, y una muy distinta tener que ponerlo en práctica, y una ley inoperante o inaplicable únicamente traerá consigo descrédito...
Segundo, es posible que la rendición de cuentas y la libertad de expresión entren en contradicción. Esto se puede ilustrar mediante el ejemplo de los estrictos límites de gastos de campaña que se les imponen a los candidatos al Parlamento en Gran Bretaña. En teoría, un candidato puede evadir los límites mediante el arreglo extra oficial con amigos para publicar supuesta propaganda independiente que lo favorezca o ataque a un oponente. Con el fin de eliminar la posibilidad de tales gastos "independientes", la ley sobre límites de gastos también prohibió los gastos independientes. Todos los gastos deben ser autorizados, ya sea por un candidato o por un "agente" formalmente nombrado por él. Todo el material de campaña debe contener el nombre de la persona responsable de su producción, para que no haya dudas de si en verdad ha sido o no autorizado por el candidato o por su agente.
En todo caso, se tiene que pagar un precio muy alto para asegurar la rendición de cuentas sobre el presupuesto de campaña de cada candidato. Los individuos y los grupos de intereses genuinamente independientes, que podrían de alguna forma querer expresar sus punto de vista por medio de la impresión y distribución de su propia propaganda, pagan el precio.