Candidatos
Aunque hoy es difícil imaginar los viejos días de las elecciones, alguna vez el voto no solo era público sino que las papeletas electorales ni siquiera existían. Fue en la colonia británica de Australia del Sur donde se introdujo por primera vez en 1856-7 lo que después llegó a ser conocido como la papeleta o voto australiano. Los nombres de los candidatos se imprimían en una papeleta oficial y los votantes ejercían su voto en secreto. Mucho después, en algunas partes del mundo las máquinas receptoras de votos reemplazaron a la la papeleta electoral.
Con la llegada de la papeleta electoral oficial, se tornó necesario determinar qué nombres debían de ser incluidos y cómo debían ser listados. Un calendario electoral es un requerimiento esencial para todo sistema de votación. Deben de establecerse fechas, horas y lugares para cumplir las formalidades concernientes a las nominaciones. Debe haber tiempo suficiente para la impresión de las papeletas. Los administradores responsables de la elección deben tener tiempo de verificar que los candidatos nominados sean elegibles (por ejemplo, que reúnan los requisito relativos a edad, ciudadanía, etc). Las autoridades administrativas también deben tener tiempo para verificar que las firmas de quienes respaldan las solicitudes de inscripción (cuando sean requeridas) sean genuinas. Ver Firmas y Depósitos y Firmas .
También debe existir un proceso por medio del cual sean nominados los candidatos al parlamento, a las elecciones presidenciales o a los gobiernos locales.
Partidos políticos
Si bien es evidente la necesidad de procedimientos para la nominación o postulación de candidatos individuales, es menos obvio que también tenga que existir un procedimiento formal para el registro de partidos políticos. De hecho, aún hay países --incluyendo a Gran Bretaña-- donde los partidos no se registran (aunque la situación vaya a cambiar en un futuro cercano). Existe una buena razón para no exigir el registro de los partidos políticos. La esencia de la competencia electoral en una sociedad libre es que debe involucrar a individuos y organizaciones que son voluntarios e independientes de un control innecesario de parte de las autoridades públicas.
De acuerdo con un primer enfoque, el simple hecho de que los partidos políticos sean de gran importancia hace deseable que ellos mismos determinen sus asuntos internos. Por ejemplo, si un partido se divide en dos facciones y cada una pretende utilizar el nombre del partido para sus candidatos, el estado no debe intentar intervenir e imponer al partido reglas que decidan los derechos de las facciones rivales. Si una facción determina emprender acciones legales en contra de la otra, deberá hacerlo con base en la ley aplicable ordinariamente a organizaciones privadas, tales como clubes deportivos o sociedades filatélicas.
Otro punto de vista es que una serie de disposiciones contempladas por la ley debe regular la forma en que los partidos deben conducir sus asuntos internos --tanto a nivel nacional como local. Por lo tanto, los partidos deberían tener un estatus legal y las organizaciones que desean ganar los privilegios de este estatus deberían estar obligadas a registrarse como partidos de acuerdo al procedimiento formal previsto.
El hecho de que los partidos estén o no sujetos a leyes especiales depende en gran medida de la cultura del país. Por ejemplo, tanto Estados Unidos como Gran Bretaña tienen sistemas electorales de mayoría basados en los candidatos, pero difieren en la forma de control legal sobre los asuntos internos de los partidos, el cual es mucho mayor en los Estados Unidos que en Gran Bretaña.
Independientemente de los factores culturales, el requerimiento de registro o no de los partidos depende también de diversos factores institucionales:
- Los sistemas de representación proporcional están asociados con el registro de partidos. Bajo estos sistemas de votación, los electores normalmente votan por un partido político más que por un conjunto de candidatos individuales.
- El estatus legal de los partidos políticos está asociado con sistemas donde organizaciones partidistas extra-parlamentarias reciben financiamiento del Estado.
- El tema del registro de partidos se vuelve más apremiante si las siglas de los partidos son utilizados por los candidatos en forma engañosa. En Gran Bretaña, por ejemplo, los candidatos son totalmente libres de usar seis palabras cualesquiera en las papeletas de votación para referirse a sus afiliaciones. Es posible que un candidato trate de obtener votos mediante la utilización intencional de frases engañosas representativas de partidos más populares. En un caso muy discutido en Gran Bretaña, los demócratas liberales se quejaron de haber perdido votos cruciales tomados por un candidato independiente que manifestó su afiliación a los "demócratas literales" (una simple letra diferente de "demócratas liberales").
Por estas razones, el registro de un partido actúa de alguna forma como el registro de la razón social de una corporación.
Los efectos del registro de partidos.
Un argumento es que el requisito de registro tiene muy pocos o ningún efecto sobre los asuntos internos del partido. Es una simple formalidad, que, entre otras cosas, le asegura a los partidos existentes que su nombre (y, por tanto, el apoyo de sus votantes) no será plagiado por otros partidos.
Un punto de vista alternativo es que los requerimientos legales tales como el registro tienden inevitablemente a minar el carácter voluntario de los partidos y de propiciar su centralización y burocratización.
Cualquiera que sea el mérito de estas posiciones, la tendencia al financiamiento público de los partidos, así como otros desarrollos, están conduciendo a la difusión del sistema de registro formal de los partidos.
Ejemplos de los requisitos para el registro
Australia: 500 miembros o un miembro en el Parlamento.
Canadá: 50 candidatos registrados para la siguiente elección.
Japón: en 1994 se introdujo un sistema de registro con el fin de determinar qué entidades estarían facultadas para recibir una porción del subsidio público recién adoptado. El partido que no intente reclamar un subsidio financiero (el Partido Comunista Japonés, por ejemplo) no necesita registrarse. Para registrarse, un partido debe tener cinco o más miembros en la Dieta (Cámara Baja)o haber obtenido más del dos por ciento de los votos totales en la elección nacional más reciente. Este porcentaje puede estar basado tanto en la votación por representación proporcional como en la referente a las elecciones de mayoría.
Namibia: Las firmas y datos personales de 500 partidarios, cuota de inscripción, datos sobre la constitución del partido y los miembros de su dirigencia. La Comisión Electoral puede rechazar el registro de partidos que violen los principios de la Constitución de Namibia o que discriminen a cualquier persona por razones de raza, etnia, género o nivel económico.
Ver también: Responsabilidades en el Registro de Partidos Políticos/Candidatos, Sistemas de Representación Proporcional, Requisitos para ser Candidato, Registro de los Candidatos y Organizaciones Políticas.