El establecimiento de límites de gastos es un mecanismo orientado a controlar las inequidades entre los partidos y entre los candidatos, para prevenir el alza de costos de las políticas, y restringir el alcance de la influencia y corrupción excesivas.
Los límites de gastos se aplican con más frecuencia sólo para ciertas fases y niveles de la actividad política. Se aplican más a los gastos de campaña de candidatos en elecciones legislativas.
Para especificar que actividades están sujetas a los límites de gastos, es, por lo tanto, conveniente distinguir entre:
- Los gastos de las ramas locales de los partidos y de sus candidatos (o, en distritos plurinominales, de sus candidatos) para puestos legislativos y gastos de las organizaciones nacionales de partido (incluyendo las oficinas del partido, y las organizaciones de partido en la legislatura nacional).
- Es también necesario distinguir entre los gastos específica y directamente relacionados a la campaña electoral y los gastos rutinarios relativos a actividades de organización e investigación de los partidos en los largos períodos de "paz electoral".
Estas dos distinciones llevan a las siguientes cuatro categorías:
- Gastos de elección local.
- Gastos de elección nacional.
- Gastos de "rutina" (no electorales) a nivel local.
- Gastos de "rutina" (no electorales) a nivel nacional.
Ya que los límites de gastos normalmente no se aplican a los gastos ordinarios de los partidos políticos, serán discutidos más a fondo en una sección posterior, que se refiere específicamente con la regulación de las campañas electorales. En este se discutirán algunos de los problemas involucrados en la determinación de las cuestiones que deben entrar en el espectro de la regulación de los límites de gastos.
Gastos de Campaña contra Gastos Fuera de Campaña.
El hecho de que los límites de gastos se apliquen a los gastos de elección pero no a los gastos de rutina trae la cuestión de cómo puede hacerse una distinción entre estas categorías. En la práctica, estos situaciones aparentan ser dificultades insolubles. Esto es discutido en apartados posteriores, ver Campañas Electorales. Las definiciones de periodo de "elecciones" utilizados en diferentes países son tambien revisadas despues, ver Regulaciones sobre Publicidad .
Asistencia no Monetaria
Un problema más allá se refiere al trato de la asistencia no monetaria.
Este problema se tiene a pesar de la distinción entre los períodos de campaña y los de no-campaña o entre los gastos nacionales y locales.
Hasta donde se sabe sobre algunos de las modalidades de beneficios en especie, difícilmente podrían ser omitidos del cálculo de gastos sin destruir el propósito principal de los límites de gastos. El dinero de la campaña es utilizado para comprar bienes y servicios -papel para impresión de folletos; renta de oficinas de campaña; otros costos de oficina tales como teléfono, timbres postales, luz, calentadores, la compra o renta de equipo; costos de transporte; y cosas así. Aún así, los partidarios de un determinado partido político pueden proporcionar todo esto como regalos en especie. Por lo tanto, es esencial el incluir el valor de tales regalos.
Sin embargo, hay algunos regalos en especie que son inapropiados e imprácticos de incluir. Específicamente, se presenta una dificultad sobre la forma en que debe tratarse la labor voluntaria bajo las regulaciones concernientes a los límites de gasto de campaña. Si el valor comercial de tal ayuda se incluyera, el resultado sería el prevenir a los ciudadanos de participar en las campañas electorales. También sería virtualmente imposible el costear y vigilar un sistema que requiere que sus candidatos o agentes realicen el cálculo del valor comercial de toda la ayuda voluntaria. Sin embargo hay que admitir que la exclusión del valor del trabajo voluntario representa una posibilidad de escape.