Transmisión de comunicaciones políticas
La transmisión pública ha jugado un papel dominante en las comunicaciones políticas en muchos países. Esto se debe a que la tecnología ha permitido solo una o un limitado número de estaciones de televisión y radio. Cuando ha sido posible--dada la libertad y la voluntad política-- crear numerosas empresas editoriales de todos los tamaños, la transmisión por radio y televisión ha sido o ha estado cerca de ser un monopolio natural. Además, la televisión y el radio han aparecido en décadas recientes como las más populares e influyentes formas de comunicación. De tal forma, el control de la radio y la televisión otorgan gran influencia política, ver también Regulación de los Medios de Comunicación.
Sin embargo, las nuevas tecnologías están cambiando esta situación. En algunos países, la televisión por cable ha abierto numerosos canales alternativos. Por muchos años ha sido posible escuchar transmisiones de estaciones de radio extranjeras. Las mejoras en la captación de señales han significado que en algunos países se reciban programas de países vecinos y de lugares más lejanos. El desarrollo de los servicios de noticias alrededor del mundo, tales como el canal norteamericano Cable News Network (CNN), es otra innovación, como lo es la gran disponibilidad de vídeo grabadoras. El Internet y el correo electrónico prometen mayores cambios en las comunicaciones.
A pesar de estas innovaciones, la transmisión pública, y especialmente la radio, sigue siendo el medio esencial de comunicación política en muchos países en desarrollo. Resultan así esenciales las medidas para el control de la radio y la televisión para asegurar que promuevan la equidad entre grupos y partidos opositores. La tarea de asegurar esta equidad se vuelve más difícil por el hecho de que la televisión pública está frecuente bajo el control efectivo del gobierno en turno.
Con respecto a las elecciones, las regulaciones involucran tanto los subsidios, usualmente en la forma de asignación de tiempos gratuito en televisión y radio, como los controles --la zanahoria y el garrote para los partidos políticos.
Interrogantes acerca del tiempo gratuito para transmisiones políticas
Una cuestión central gira alrededor de la distribución del tiempo entre los partidos políticos contendientes. Este es el tema del siguiente apartado, Fórmulas para la Distribución de Tiempos. Sin embargo, hay otras cuestiones igualmente importantes.
Primera, cualquier sistema de tiempo gratuito en televisión puede crear problemas particulares en sistemas políticos como el de los Estados Unidos, donde las elecciones consisten esencialmente en miles de batallas entre candidatos y donde el papel de los partidos políticos es relativamente pequeño. Por lo tanto, un candidato en particular--digamos, para senador por California, para congresista por un distrito del estado de Nueva York, para gobernador de Illinois y así sucesivamente---se verá muy poco afectado por la actuación del candidato de su partido a la presidencia en un debate nacional televisado, o por la plataforma general de su partido político. Lo que importa es su propaganda personal y la imagen personal que maneje para convencer a sus votantes.
Si la distribución de tiempos tiene que ver con candidatos individuales y no con partidos políticos, el asunto se torna todavía más complejo; los miles de cargos electivos en los Estados Unidos contribuyen a la complejidad. A esto hay que agregarle el hecho de que en Estados Unidos existen una multitud de estaciones de radio y televisión locales cuyas áreas de captación muy rara ocasión coinciden con los límites electorales de los distritos congresionales. Por lo tanto, está abierto el argumento de que simples razones prácticas excluyen cualquier posibilidad de introducir "tiempos gratuitos" para transmisiones políticas en las campañas de ese país.
Sin minimizar las dificultades, el sistema japonés de anuncios gratuitos en los periódicos para los candidatos puede proporcionar un modelo adecuado. Como se subrayo en otro apartado (ver Regulaciones sobre Publicidad ), a los candidatos se les permiten hasta cinco anuncios gratuitos en un periódico de su elección. De igual forma, sería posible permitir a los candidatos para las elecciones nacionales en los Estados Unidos, y para los altos cargos de los gobiernos y de las legislaturas estatales, elegir las estaciones de radio y televisión en las cuales desearían que aparecieran sus anuncios gratuitos.
Segundo, frecuentemente surgen tensiones entre las cadenas transmisoras y los partidos políticos acerca de la cantidad de tiempo que deben poner disponible para las transmisiones políticas. Las estaciones comerciales pierden dinero de sus anunciantes si se utiliza mucho tiempo para transmisiones políticas. Además, el hecho de que los aparatos de televisión pueden frecuentemente ser operados a control remoto significa que los televidentes estarán tentados a cambiar de canal en cuanto aparezcan las transmisiones políticas.
Un aspecto adicional es el tiempo de duración conferido a las transmisiones políticas. Si a un partido político se le asigna un número total de minutos de transmisión gratuita durante una campaña entera, deseará la mayor flexibilidad posible para determinar la duración de cada una de sus transmisiones. Si las transmisiones políticas van a ser "serias" y a proporcionar la oportunidad de que cada contendiente presente en detalle sus políticas, entonces va a ser necesario que sean relativamente extensas. Sin embargo, los expertos en publicidad normalmente aconsejan a los partidos que un gran número de pequeños anuncios es más efectivo que un pequeño número de programas extensos.
En Gran Bretaña, donde los dos principales partidos tienen derecho a cinco transmisiones en televisión que duren diez minutos, en campañas recientes han tendido a programar transmisiones de solo cinco minutos, aunque "desperdicien" los otros cinco minutos que les habían sido asignados. No les ha sido permitido sustituir cinco spots de diez minutos por diez spots de cinco minutos. El argumento cívico en contra de anuncios cortos es que fomentan el uso de "ráfagas de sonido" cada vez más cortas, la "trivialización" del discurso político y las campañas negativas (desacreditar al oponente).
El hecho de que las transmisiones políticas sean tan poco populares entre ejecutivos de los medios comunicación provoca que existan diversos mecanismos de control. Primero, en algunos países las transmisiones políticas son mostradas simultáneamente en los principales canales. El control remoto no proporciona ningún escape a los televidentes políticamente apáticos (las autoridades de electricidad y agua han remarcado ocasionalmente el incremento en el número de tazas de té o de visitas al baño durante los períodos de "no escapatoria"). Un segundo método consiste en obligar a las autoridades de los medios a programar las transmisión partidistas como una condición para obtener o conservar sus licencias. Un tercer método (como en México) es que el gobierno compre tiempos comerciales para las transmisiones políticas.
Por lo que concierne a la duración de los espacios de tiempo gratuitos, las prácticas internacionales varían. En Turquía, los partidos deben usar su porción de tiempo en transmisiones de al menos dos minutos. En Alemania, los períodos son de 150 segundos. En gran Bretaña, los principales partidos deben tomar sus períodos en porciones de diez minutos.
Tercero, esta el tema de los costos de producción de las transmisiones electorales de los partidos. Un partido rico estará dispuesto a gastar en producción de programas costosos y estarán en condiciones de contratar a algunos de los más experimentados y costosos publicistas y productores. En contraste, los partidos pobres difícilmente estarán en posibilidades de hacer algo más que usar sus tiempos para hacer grabaciones de los líderes del partido frente a la cámara. Se puede argumentar que el contraste entre los costos de producción de los partidos rivales puede minar el principio de equidad en el que se basa la idea de elecciones libres. Si este parece el problema, las posibles soluciones son:
- Proporcionar dinero o facilidades para ayudar a cada partido en las producción de sus transmisiones, o;
- Prohibir el uso de materiales filmados e insistir en que todos los partidos usen sus espacios para transmisiones simples de frente a la cámara.
Turquía ha adoptado ésta última solución. Para las transmisiones gratuitas por televisión, hombres y mujeres deben vestir traje y los hombres incluso corbata. Solo la bandera turca y el emblema del partido puede aparecer en el fondo.
Cuarto, preguntas adicionales surgen a propósito de las reglas para la transmisión de debates, tales como el famoso, y probablemente decisivo duelo televisado para la elección presidencial de 1960 en los Estados Unidos entre John Kennedy y Richard Nixon.
Reglas sobre la publicidad pagada durante las campañas electorales
En muchos países, a las cadenas de medios comerciales se les impide lucrar a expensas de los partidos políticos mediante reglas que determinan que las tarifas de tiempos comerciales que se pongan a disposición de los partidos no deben ser superiores a las que se les fijan a los contratistas comerciales.
Si solo existe un tiempo limitado para anuncios pagados por los partidos políticos, debe existir un mecanismo para asegurar que sea dividido equitativamente. Canadá ilustra esta situación.
En Canadá, los partidos reciben una cantidad insignificante de tiempo de transmisión gratuita. Sin embargo, se les permite comprar tiempo-aire, y recibir un reembolso parcial de su costo. La Ley de Elecciones de Canadá requiere que cada estación transmisora reserve para transmisiones políticas un total de seis y media horas durante un período que inicia 29 días antes de la elección y termina el segundo día previo a ella. Estas horas son divididas por acuerdo entre los partidos. En caso de que no logren ponerse de acuerdo, el asunto es trasladado al dominio del arbitro de medios designado por el gobierno72.
Tercero, hay una pregunta muy importante sobre como asegurar que las noticias durante la campaña electoral sean equitativas. En Gran Bretaña, las leyes relacionadas a las transmisiones incorporan el principio de neutralidad política. Si los partidos políticos sienten que han sido injustamente tratados, están facultados para apelar ante las cortes. En este caso, una forma para tratar de asegurar una cobertura equitativa de las noticias electorales consiste en una disposición que establece que la proporción de tiempo que se le otorgue a la cobertura de las campañas de los distintos partidos políticos en los noticieros o programas de actualidad debe ser igual a su tiempo de transmisión gratuita.
En Turquía, durante el período que empieza quince días antes de la elección y que finaliza a las 6 de la tarde del día previo, las noticias en la radio y la televisión deben contener mensajes que sean suscritos por los partidos políticos participantes en las elecciones. La Junta Superior de Elecciones limita el número de palabras en cada texto de los partidos 73.