Los sindicatos han sido los principales organizaciones establecidas para representar los derechos de los trabajadores y para tomar parte en las disputas con sus patrones. Desde que "los grandes negociantes" fundaron partidos de clase media, ha sido una sorpresa que estas uniones hayan brindado apoyo de largo plaso a los partidos de las clases trabajadoras. No obsatnte, la naturaleza de los vínculos organizaciones entre estos sindicatos y los partidos de facción social-demócrata y comunistas han variado en gran medida tanto entre países y, dentro de éstos.
Ejemplos de poderosos vínculos entre sindicatos y partidos laboristas o de centro-izquierda han sido observadas en la Gran Bretaña, Scandinavia y (de una forma más compleja) en las Estados Unidos de América.
En la Gran Bretaña, el órgano que más se tardó en emerger como Partido de los Trabajadores fue establecido originalmente en el año de 1990 por medio de una combinación de pequeñas sociedades socialistas y por algunos sindicatos. Debido a que los miembros del parlamento hasta la fecha no pueden recibir pago alguno, a que los costos de las campañas electorales de la Cámara de los comunes fueron muy elevados, a que el partido liberal usualmente no estuvo dispuesto a seleccionar candidatos de la clase trabajadora porque no podían contribuir sustancialmente a estos costos, pareció esencial un nuevo método de financiamiento. Las recaudaciones de carácter político de los miembros de sindicatos fueron la manera más eficiente de colectar los fondos suficientes en pequeñas cantidades que permitieran a los candidatos diseñar sus estrategias en un contexto limitado para competir en las elecciones parlamentarias.
A partir de este inicio, las recaudaciones políticas especiales a través de sindicatos fueron los que proveyeron la parte sustancial de los recursos financieros de los trabajadores durante toda su existencia. Lo hace aún cuando con tiempo llevaron a ser menos dominantes en los últimos años.
Justificación del Financiamiento de Sindicatos
La principal justificación para conseguir financiamiento proveniente de sindicatos en las democracias establecidas es que ha sido esencial para sus adversarios políticos en virtud de los significativos fondos provenientes de corporaciones y donadores particulares.
Adicionalmente, el dinero provenientes de estas asociaciones ha sido regulada con mayor cuidado que las contribuciones hechas por compañias y particulares.
Un tercera justificación se refiere a que el financiamiento comercial ha manifestado una unidad orgánica entre las distintas organizaciones, en relación al término en que sea conocido en un sentido más amplio el "movimiento laborista" en cada país. Por consiguiente, no ha sido materia de los intentos de estas organizaciones para hacerse de privilegios especiales en pago por sus contribuciones (a menudo en el caso de las contribuciones por concepto de negocios a políticos y partidos). Las donaciones políticas han sido una actividad fraternal de un grupo de organizaciones de trabajadores a sus aliados políticos naturales.
Existe un argumento más de las asociaciones involucradas en la política en países donde se carece una tradición en materia de competencia electoral. En algunos de estos países, las organizaciones comerciales pueden ser un grupo de organizaciones independendientes o relativamente independientes y la única fuerza capaz de erigirse como un reto al régimen existente. Los roles de algunas de las organizaciones comeciales en África (Zambia, por ejemploO y la organización polaca Solidaridad, en la década de los 80's se manifiestan como ejemplos claros de esta situación.
Críticas al financiamiento de sindicatos
Una fuente primaria es la relativa a los derechos de los miembros de organizaciones individuales en donde no todos apoyan al partido o partidos donde los líderes de estas organizaciones deciden contribuir. Aún si las regulaciones (como en el caso de la Gran Bretaña) permiten a los miembros de estas asociaciones signar un contrato como parte de la cuota de afiliación que es utilizada para propósitos políticos, podría decirse que el sistema continúa siendo injusto. Por inercia los miembros de estas asociaciones tenderán a pagar su contribución política aún cuando se opongan a los propósitos en que van a ser utilizados. En algunos casos, los miembros temen que la firma de este "contrato" de contribución política los haga blanco de los líderes sindicalistas.
Una preocupación adicional es que las decisiones acerca del uso de la recaudación de fondos políticos sean tomadas por un grupo cercano a los líderes de la organización, quien observan, en la práctica, un comportamiento responsable para con sus miembros ordinarios. Más aún, es probable que a los líderes les sean dados escaños en la mesa directiva del partido a quien están haciendo sus donaciones (como en el Partido Laboral Británico) o que por otras razones cuenten con influencia excesiva sobre la política del partido.