El costo de la integridad depende de los sistemas utilizados y el alcance de las salvaguardas adicionales empleadas. La necesidad de adoptar mecanismos específicos para la integridad y su costo tienen que ser comparados con el nivel de riesgo asociado con cada componente del proceso electoral. Los funcionarios electorales tienen que valorar si el costo de cada mecanismo justifica su adopción. Esto se puede hacer respondiendo a la siguiente interrogante: ¿qué tan probable es que la integridad del proceso se vea afectada si no se adopta determinada medida y se cubren sus costos?12
Esta evaluación variará de acuerdo con el Contexto Social y Político de cada país. En sistemas electorales caracterizados por altos niveles de desconfianza es normal que se adopte un gran número de salvaguardas, en parte para darle garantías a los participantes y en parte para asegurar la integridad del proceso. Estas salvaguardas pueden ser muy costosas, pero el gasto adicional puede justificarse sí se traducen en una elección creíble que sea aceptada por todos. Por otra parte, en sistemas electorales bien establecidos, donde los procedimientos electorales son rutinarios e incuestionables, es posible que los beneficios de incorporar salvaguardas adicionales no justifiquen sus costos. Este asunto es examinado en detalle en el caso de Identificación de Electores en Australia
Existen diversos mecanismos de integridad que pueden ser adoptados y que no implican gastos adicionales voluminosos. Por ejemplo, una efectiva planeación y desarrollo de buenos sistemas (ver Administración Electoral) solo requieren un buen uso del tiempo y conocimientos de profesionales electorales competentes. Lo mismo ocurre con los mecanismos de control y supervisión interna, que ya son parte del sistema de administración electoral (ver Contratación de Personal y Reclutamiento).
La transparencia y el asegurar que los administradores electorales sean responsables y rindan cuentas de sus acciones, son salvaguardas de integridad que no implican costos adicionales. La capacitación es otro factor adicional de integridad que probablemente ya se haya puesto en práctica, pero que puede ser intensificado y ampliado a lo largo de todo el sistema.
Costo de las salvaguardas de la integridad
El costo de adicionar mecanismos de integridad a un sistema electoral dependerá de los mecanismos de seguridad adoptados y la naturaleza y magnitud de los problemas de integridad. En términos generales, entre más amplio sea el sistema de control, menor será la discrecionalidad de los administradores electorales para elegir los mejores sistemas o materiales en términos de costo-efectividad. Esto es cierto, por ejemplo, en el caso de México, donde se diseñaron deliberadamente estrictos mecanismos de control para limitar la discrecionalidad de los administradores electorales.
Contar con el personal adecuado para realizar las elecciones es otra salvaguarda de la integridad, si bien es probable que los costos del personal sean el gasto más significativo de la administración electoral. La integridad puede estar en riesgo si el personal es insuficiente o capacitado de manera inadecuada. Un asunto relacionado con esto son los mecanismos de control y supervisión que detectan e inhiben fraudes y prácticas corruptas. Esto exige personal capacitado y dotado de los recursos adecuados.
Los mecanismos de salvaguarda de los materiales electorales también pueden entrañar un costo adicional. Por ejemplo, incorporar un talón foliado o seriado a los lotes de papeletas puede incrementar los costos de producción pero proveer un mecanismo simple y efectivo para su control. Empero, entre más sofisticados sean los mecanismos, mayores serán sus costos. Es probable que el uso de papel con marcas de agua para la seguridad de las papeletas resulte más caro que el de papel ordinario. También es posible que haya menos fuentes de suministro de papel especial o de algún otro material electoral y un mayor tiempo de aprovisionamiento si los artículos no se pueden obtener localmente y tienen que ser traídos de algún otro lugar.
Los administradores electorales tienen que equilibrar el costo de sistemas y dispositivos de seguridad sofisticados, como los hologramas, con los beneficios en que redundarán en términos de seguridad. ¿Cuál es la probabilidad de que ocurra realmente un problema y como afectará la integridad de la elección? ¿Qué tan efectivo es? ¿Incrementará la confianza en la integridad del proceso? ¿Su credibilidad? ¿Se puede cubrir su costo y volverse sustentable? ¿Hay formas más económicas de obtener el mismo resultado?
El uso de nuevas tecnologías puede contribuir a la integridad mediante inventarios y listas de registro automatizadas que cuenten con mecanismos de revisión y control integrados. En un principio, los costos de la tecnología pueden ser elevados, pero pueden recuperarse si los equipos y programas son utilizados en varias elecciones. Una buena tecnología en términos de costo-efectividad usualmente se adapta a las condiciones locales, si bien introducir equipo de alta tecnología en lugares que carecen de electricidad, sistemas de mantenimiento o capacitación para el personal que los va a utilizar puede ser extremadamente costoso e insostenible. Algunas alternativas a la adquisición de tecnología son:
- Arrendar el equipo para evitar el riesgo de obsolescencia; o
- Utilizar el equipo de otras organizaciones para efectos electorales, como ocurrió en las elecciones de Indonesia de 1999, donde la red de cómputo de un banco fue utilizada para integrar los resultados. (En estas circunstancias, las cuestiones de integridad implicadas en el uso de un sistema y personal externo también deben ser tomadas en cuenta).13
Incorporar salvaguardas o nueva tecnología para mejorar la integridad puede ser caro en el corto plazo debido a los costos asociados con los gastos de capital y capacitación. Sin embargo, si son apropiados puede ahorrar dinero a largo plazo.14 La experiencia mexicana con amplios mecanismos de control es que el costo de las salvaguardas para la primera elección fue elevado, pero se redujeron a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el presupuesto inicial para las elecciones presidenciales del año 2000 fue menor en un tercio respecto al de 1994 en términos absolutos, al mismo tiempo que el costo por elector registrado se redujo casi a la mitad. 15
Monitorear la integridad de la elección es otro mecanismo importante y también puede resultar costoso. Las elecciones de Kenia de 1997 fueron cubiertas por alrededor de 28 mil observadores. Su costo fue de 2 millones de dólares, aportados casi en su totalidad por donantes. Fue una operación costosa, pero el resultado final fue una aceptación generalizada de los resultados electorales.16 Contar con supervisores independientes que pueden organizar una observación creíble de las elecciones a nivel nacional y verificar los resultados a través de un conteo rápido, puede generar ahorros a largo plazo si la participación asegura la aceptación de la elección por todos los partidos contendientes (ver el estudio de caso en Indonesia Monitoreo Nacional e Integridad Electoral.)
Una buena supervisión y mecanismos para hacer cumplir la ley son factores cruciales para preservar la integridad de las elecciones y se requiere contar con medios accesibles y efectivos para identificar y sancionar la corrupción política y económica. La seguridad electoral también requiere ser garantizada para existir en un ambiente propicio para celebrar elecciones libres y justas. Esto demanda mecanismos apropiados para hacer cumplir la ley y responder de manera rápida y efectiva a problemas de seguridad en la elección. Esto normalmente significa comunicaciones, transportes y equipos apropiados. Establecer el sistema inicial puede ser costoso, pero al igual que ocurre con las nuevas tecnologías, puede resultar positivo en términos de costo-efectividad si la aplicación de la ley utiliza los procedimientos y materiales por un período prolongado de tiempo, y para cada elección sucesiva.
La educación electoral es otro factor clave de la integridad. Sin embargo, como con el personal, cuando los fondos son limitados, los programas de educación pueden estar entre las primeras cosas que se recorten. Los administradores electorales pueden buscar alternativas económicas para distribuir información, como gestionar espacios de transmisión gratuitos en los medios electrónicos públicos, celebrar conferencias de prensa regularmente o apoyarse en ONG´s para diseminar información electoral fundamental. Asegurarse que los electores tienen conocimiento del proceso electoral y están en condiciones de participar de una manera informada reviste una enorme importancia para conservar la confianza pública y política en la integridad del sistema.
El costo de no adoptar salvaguardas
El costo de incorporar mecanismos de integridad al proceso, y su extensión, deben ser medidos contra los costos de celebrar las elecciones sin ellos. Unas elecciones sin integridad pueden carecer de credibilidad y sus resultados de legitimidad. Podría haber un clima en el que los candidatos y los electores tengan temor de participar. Puede haber sospechas de irregularidades que arrojen sombras de duda sobre la realización de elecciones libres y justas o sobre el hecho de que los resultados realmente reflejen la voluntad de los electores.
El que un partido boicotee las elecciones por dudas sobre su equidad o libertad o el tener que repetir muchas elecciones por problemas de integridad, puede resultar mucho más costoso que adoptar los mecanismos de seguridad capaces de prevenirlos.
La corrupción en si misma es costosa. Combatirla también lo es, pero ¿cuál es el costo de una corrupción desatendida? ¿La pérdida de productividad de los empleados electorales? ¿Equipos o materiales de baja calidad? Permitir que la corrupción florezca puede incrementar significativamente los costos de una elección y, en algunos casos, terminar poniéndolas en peligro. Como afirma Robert Klitgaard:
.. el asesino es la corrupción sistemática que destruye las reglas del juego. Es una de las principales razones por la que una buena parte de las regiones de nuestro planeta son subdesarrolladas.17