Hay varios usos ilegales que se suelen dar a los fondos destinados a la campaña en casi todos los sistemas, e incluyen los siguientes:
Compra del voto
Comprar votos, o proporcionar incentivos financieros o materiales para un elector a cambio de un voto es poco ético e ilegal. Esto incluye comprar abstenciones o pagar a los electores para que permanezcan en casa en lugar de asistir a las urnas.
En los Estados Unidos, 30 de los 50 estados consideran la compra de votos como un delito de soborno.258 En México, la compra de votos incluye pagar la organización y el transporte de los electores a las urnas para influir sobre la forma de votar. 259
Soborno a los funcionarios
La encuesta sobre el pago de sobornos llevada a cabo por Transparencia Internacional en 1999 reveló que un 33% de los encuestados sentía que la corrupción estaba aumentando. 260 La corrupción incluye el soborno, que consiste en ofrecer dinero o algo de valor a cambio de trato o servicio preferenciales. Sobornar a los funcionarios públicos es ilegal en casi todos los sistemas.
En una elección, los fondos o artículos de valor no deberían usarse para tratar de comprar una credencial o credenciales electorales, un registro de candidatura, o para fomentar la alteración de los resultados electorales. Tampoco debería darse dinero a los observadores oficiales o a la policía para hacerse de la vista gorda.
La "mordida" es otro tipo de soborno. Usar una mordida para obtener contratos relacionados con las elecciones también es poco ético y habitualmente ilegal. Las "mordidas" aumentan el costo de los materiales electorales y pueden traer como consecuencia la compra de artículos innecesarios o de mala calidad. (ver Adquisiciones).
Manipulación o desestabilización del proceso electoral
El uso de los fondos de campaña para instigar la violencia, contratar turbas o cometer actos de violencia contra el proceso electoral, los candidatos, los partidos o los electores es ilegal en todos los sistemas. No deben emplearse los fondos de la campaña para crear padrones electorales falsos ni mesas de votación ficticias. Tampoco se les debe destinar a la destrucción de los materiales electorales ni a la intimidación de los funcionarios electorales.